BEIJING, 12 nov (Xinhua) — En los últimos años, China ha jugado un rol cada vez más importante en la promoción del desarrollo común a nivel global y las nobles intenciones del país para lograr un mundo mejor se han hecho patentes de nuevo, esta vez manifestadas a través de los conceptos clave de su plan de desarrollo socioeconómico para los próximos cinco años.
En estos momentos, los legisladores chinos están elaborando el XIII Plan Quinquenal (2016-2020) para el país en desarrollo más grande del mundo, a partir de la propuesta sobre el plan que fue aprobada en la Quinta Sesión del 18º Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), que finalizó el pasado 29 de octubre en Beijing.
Además de subrayar la innovación y el desarrollo coordinado e inclusivo, que principalmente tienen por objetivo resolver las cuestiones del desarrollo doméstico, la propuesta también pone énfasis en el desarrollo ecológico y en una mayor apertura. Este hecho refleja el genuino deseo del país de alcanzar una futuro más limpio y próspero, no solo para sí mismo, sino también para el mundo entero.
En términos de contribución al crecimiento ecológico, los paneles solares de fabricación china y los equipamientos de energía eólica están, en estos momentos, generando energía limpia en muchas partes del mundo. Es más, los observadores de la industria creen que la presencia de China en el sector se ampliará todavía más en los próximos cinco años.
China, la nación más poblada del mundo, ha pasado a encabezar la lucha global contra el cambio climático, y ha realizado múltiples promesas en este sentido. Entre ellas, destaca la creación de un sistema nacional de comercio de derechos de emisión de dióxido de carbono, con el fin de contribuir a contener las emisiones contaminantes, la puesta en marcha de un fondo de 20.000 millones de yuanes (3.100 millones de dólares estadounidenses) para ayudar a otros países en desarrollo a combatir el cambio climático, y la reducción, antes de 2030, de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de producto interior bruto (PIB) entre un 60 y un 65 por ciento con respecto a los niveles de 2005.
Haciendo del crecimiento ecológico una prioridad del desarrollo en el próximo lustro, China buscará crear más dividendos «ecológicos» para todo el mundo.
El país ha sido una fuerza motriz predominante para la economía mundial durante años, y su decisión de continuar ampliando la apertura es una muy buena noticia para muchos países.
Por una parte, China estimulará y respaldará a un mayor número de empresas nacionales para invertir en proyectos en el exterior y eso permitirá a muchos países escasos de efectivo usar el dinero chino para mejorar sus redes de infraestructuras o ayudar a restaurar sus afectadas economías nacionales.
Por la otra, las compañías foráneas disfrutarán de un mayor acceso al mercado en China, especialmente en el sector de los servicios. La economía china cambia hacia una impulsada por el consumo, y los actores extranjeros también se beneficiarán de esta transformación épica.
China entiende correctamente que en un mundo globalizado, ningún país puede lograr el desarrollo sostenible enterrando la cabeza en sus propios asuntos. La nación asiática considera que una vitalidad duradera para su desarrollo nacional radica en el desarrollo común de todos los países y ha sido un actor muy diligente en el impulso del desarrollo común.
Como ha expresado el presidente chino, Xi Jinping, al dar una nueva vitalidad y brindar más oportunidades para el desarrollo común con otros países, el desarrollo de China crecerá indudablemente con la tendencia del desarrollo mundial.
2015-11-12 09:32:14
