Davutoglu declaró a la prensa británica, citada en esta capital, que era necesario reducir el diferendo con Moscú y calmar las tensiones surgidas por el ataque de cazas F-16 contra un SU-24 en una zona al norte de la región siria de Latakia.
Pero el jefe de Gobierno insiste en aplicar medidas de defensa aérea en las zonas cercanas a la frontera con el norte de Siria, donde opera el movimiento terrorista Estado Islámico (EI), Al Nusra, vinculado a la red Al Qaeda, y otras formaciones armadas.
Los llamados de Davutoglu se unen a una exhortación de Ankara para una reunión entre los presidentes ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, en el marco de la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Paris, a efectuarse el próximo lunes.
Desde Moscú, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, consideró que Turquía rebasó los límites de lo aceptable y corre el riesgo de llevar a esta nación a una situación muy grave.
Rusia anunció medidas económicas contra este país, la suspensión de viajes de turistas y la cooperación militar con Turquía, incluida la ausencia en las maniobras Blackseafor, en el mar Negro, entre otras, y puso en duda la seriedad de Ankara para enfrentar el EI.
Turquía suspendió su participación en la coalición internacional, dirigida por Estados Unidos, para atacar al citado grupo terrorista, después del diferendo con Moscú por el derribo del bombardero, indicó la versión digital del diario Hurriyet Daily News.
Los agregados militares rusos fueron invitados por sus colegas turcos a conversaciones sobre el incidente del pasado martes, señala el rotativo.
2015-11-27 12:48:25