París, 30 dic (PL) Unos 10 mil militares se encuentran desplegados en Francia en el contexto de la operación Centinela, la cual extrema hoy la precaución ante la cercanía del nuevo año.
Desde hace aproximadamente un mes, esos efectivos vigilan monumentos, lugares de culto; patrullan las calles; pueden organizar una evacuación y montar un cordón de seguridad en caso de identificar algún paquete sospechoso.
Los últimos días del año en Francia estarán marcados por al incremento de la seguridad, pues el gobierno subrayó que la amenaza terrorista sigue elevada.
Las autoridades demandaron intensificar el control en los lugares que consideran sensibles de ser blancos de ataques de ese tipo, al tiempo que llamaron a evitar las aglomeraciones durante mucho tiempo en los espacios públicos.
En la red ferroviaria, por ejemplo, rigen nuevas medidas determinadas tras los atentados del 13 de noviembre pasado que provocaron 130 muertes en esta capital.
Con tal objetivo, se instalaron arcos de seguridad en los trenes de larga distancia del país.
La ministra de Ecología y Transportes, Ségolÿne Royal, explicó que con ese sistema de control los pasajeros tienen que pasar bajo los arcos y sus equipajes también son inspeccionados en un túnel similar a los que hay en los aeropuertos.
Desde los ataques de noviembre, el gobierno decretó el estado de emergencia, cuya extensión hasta finales de febrero próximo fue aprobada por el Parlamento.
Bajo tales condiciones, las fuerzas del orden pueden poner bajo arresto domiciliario a todo aquel cuya conducta consideren que constituye una amenaza, lo cual permite incluir a individuos sospechosos por sus comportamientos o sus compañías, palabras o proyectos.
También contempla prohibir a la persona bajo dicho tipo de detención, entrar en contacto directo o indirecto con otras sospechosas de preparar actos que atenten contra el orden público. Permite realizar registros a cualquier hora del día o de la noche sin orden judicial.
2015-12-30 12:57:12