Dominicana Hoy

Discurso del presidente Danilo Medfina con ocasión del acuerdo interinstitucional con la JCE



Danilo Medina Acto del acuerdo sobre registro de nacimientos

7 de julio 2017.

Excelentísima Dra. Margarita Cedeño de Fernández,

Vicepresidenta de la República;

Excelentísima Lic. Cándida Montilla de Medina,

Primera Dama de la República Dominicana;

Honorable Dr. Julio César Castaños,

Presidente de la Junta Central Electoral;

Honorable Lic. Gustavo Montalvo,

Ministro de la Presidencia;

Honorable Lic. José Ramón Peralta,

Ministro Administrativo de la Presidencia;

Honorable Dra. Altagracia Guzmán Marcelino,

Ministra de Salud Pública y Asistencia Social;

Honorable Lic. Carlos Amarante Baret,

Ministro de Interior y Policía;

Honorable Señora Rosa Elcarte López,

Representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en la República Dominicana;

Distinguido Dr. Nelson Rodríguez,

Director del Servicio Nacional de Salud;

Distinguido Lic. Domingo Contreras,

Director de Programas Especiales de la Presidencia;

Honorables Miembros de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de la República Dominicana;

Honorables legisladores de la República;

Honorables Alcaldes y autoridades de los gobiernos locales;

Señores Ministros y demás Funcionarios del Gobierno Presentes;

Invitados especiales;

Distinguidos miembros de la prensa;

Señoras y señores,

El 16 de agosto del año pasado ante el Congreso Nacional y ante el país pronuncie estas palabras, cito: «De manera especial quiero destacar nuestro compromiso de alcanzar, en coordinación con la JCE, un sistema universal de documentación civil para toda la población dominicana, de modo que se facilite el acceso a la seguridad social y los diversos programas sociales.

Un niño sin documentación es un niño sin identidad y sin futuro».

Hoy damos un paso adelante hacia esa meta tan importante de nuestro gobierno: que todos los niños y niñas dominicanos tengan reconocida su identidad.

Podría parecer a simple vista que este es un acto burocrático. Que estamos simplemente coordinando unas instituciones con otras para llevar a cabo un trabajo rutinario.

Nada más lejos de la realidad.

Los resultados de este acuerdo tendrán consecuencias reales, duraderas y extraordinariamente beneficiosas para decenas de miles de familias.

En realidad, para que se hagan una idea de lo que significa este acuerdo, basta hacer un ejercicio sencillo. Imaginen, por un momento, como sería su vida si no tuvieran una cédula de identidad en su cartera, ni forma de obtenerla.

Pero no solo eso, imaginen como habría sido si nunca la hubieran tenido hasta hoy. ¿Difícil verdad?

Es muy difícil, porque de esa documentación parten todos los derechos que nos da la ciudadanía, la pertenencia legítima a un Estado y a todos los servicios que éste ofrece.

Y, sin embargo, y a pesar de que el 98% de los partos se producen en hospitales y de que en la gran mayoría de ellos existen oficinas del registro civil, la realidad es que aún casi la mitad salen de esos hospitales sin ser registrados.

Y en muchos casos este drama se suma a las numerosas dificultades que sufren las madres adolescentes dominicanas.

Se calcula que la mitad de los niños que no se registran son hijos de madres adolescentes. Hablamos de niñas que viven con enormes carencias y que, además, a menudo son estigmatizadas por la sociedad.

Niñas que no tienen aún su propia cédula y, sin embargo, van a dar a luz.

No podemos dejarlas solas! Necesitan información, acompañamiento, protección. Necesitan de todos nosotros.

Señoras y señores,

Tener una identidad legal es el primer paso para que un niño pueda recibir servicios de salud sin dificultades.

Para que pueda ingresar a una estancia infantil y a una escuela desde el primer día.

En definitiva, para que, en cada lugar que se presente, pueda ejercer con total garantía los derechos que este gobierno lleva cinco años dedicado a proteger y ampliar.

Porque ¿qué es lo que queremos para una nueva vida que nace, para un dominicano o dominicana que viene al mundo?

¿Qué tenga que estar cogiendo lucha desde el primer día?

¿Qué desde el primer momento esté en desventaja y tenga que pelear para superar la pobreza que sufren sus padres, o sus abuelos?

¡Por supuesto que no!

Tiene que nacer con apoyo, con protección, con identidad y con futuro.

Tiene que iniciar la vida sabiendo que, además del amor de sus padres y hermanos, cuenta con un Estado que está a su servicio para garantizar su desarrollo, para acompañarlo en su educación y para apoyarlo, como miembro de la gran familia dominicana.

Por eso este acuerdo es tan importante. Porque garantizar a cada niño o niña dominicano su debido registro y documentación es la clave para que pueda empezar su vida como lo merece: con derechos y con plena integración en la comunidad a la que pertenece.

Amigos y amigas,

Es cierto que nuestro país ha avanzado mucho en garantizar el derecho a la identidad.

Porque si en 2006 el 22% de los niños menores de 5 años se quedaba sin registrar, en el 2014 eran diez puntos menos, el 12%.

Pero un 12% sigue siendo inaceptable.

Si calculamos que la población de niños dominicanos entre 0 y 4 años en el país es aproximadamente un millón, hablamos de 120,000 niños!

Como país, solo hay una cifra que podemos aceptar: 0%.

Ningún dominicano sin registrar, ninguna dominicana sin su documentación.

Sabemos que es una meta ambiciosa, y que no se va a lograr de un día para otro. Pero precisamente por eso es esencial ponerse a trabajar cuanto antes.

Y para eso es que sirve este acuerdo. Para poner el acelerador en este proceso y dejar atrás para siempre el drama de miles de personas que llegan a la edad adulta sin poder mostrar un documento que los acredite como ciudadanos.

A partir de hoy, con la colaboración de la Junta Central Electoral, del Servicio Nacional de Salud y de UNICEF solucionar este problema va a ser una prioridad activa del gobierno de la República Dominicana.

En concreto, vamos a hacer dos cosas.

Por un lado, impulsaremos la entrega de documentación a los dominicanos que aún no la tienen.

Y por otro, promoveremos el registro oportuno en los principales hospitales, donde se realizan la mayoría de los partos en el país.

Por su parte, el Ministerio de la Presidencia, a través de la Dirección General de Programas Especiales, dará el apoyo técnico y económico necesario para cumplir con este propósito.

Señoras y señores,

Que el 100% de su gente tenga documentación debería ser la meta de cualquier pueblo y debe, por tanto, ser un objetivo prioritario de toda nuestra nación.

Esta es una meta que va más allá de la responsabilidad de la Junta Central Electoral y va más allá de las propias metas presidenciales. Debe ser un compromiso de país.

Por eso le pediremos colaboración a la sociedad y a las comunidades.

Al igual que hicimos con el Plan de Alfabetización y al igual que estamos haciendo con el programa Dominicana Limpia, la movilización social será fundamental para reducir el registro tardío.

En las próximas semanas concretaremos alianzas con universidades, gobiernos locales, organizaciones religiosas y comunitarias para lograr este gran objetivo.

Ayúdennos a identificar a aquellos dominicanos y dominicanas que no tienen documentos y súmenlos a esta iniciativa.

Solo con el apoyo de sus familias, de sus vecinos y de la comunidad, lograremos llegar hasta cada uno de ellos y apoyarlos.

Nuestro compromiso es que para el 2020 habremos alcanzado un 100% de registro oportuno y habremos disminuido sensiblemente los niveles de sub-registro tardío.

Vamos, por fin, a eliminar esas carencias de identidad legal que sufren nuestros niños y niñas más pobres.

No dejemos en la invisibilidad y la marginalidad a esos adolescentes y jóvenes que son parte de nuestra sociedad y deben sentirse integrados.

Vamos a seguir rompiendo barreras injustas, empezando por las que se encuentran al principio de la vida.

Señores y señoras,

Vuelvo ahora, si me lo permiten, a mi pregunta inicial ¿Qué queremos entonces, para una nueva vida que nace, para un dominicano que viene al mundo?

Queremos que ese niño ó niña, independientemente de su estatus económico, tenga garantizado un hospital digno en el cual venir al mundo.

Un hospital con 1 ó 2 camas por habitación, con aire acondicionado, con atención humana y con todos los equipos necesarios para proteger su vida.

Por eso, estamos construyendo y reconstruyendo Hospitales en todo el territorio Nacional y por eso estamos entregando centros de diagnóstico en todo el país.

Queremos, por supuesto, que tenga garantizado su registro y su documentación, y por eso ponemos en marcha este acuerdo, para que nadie se quede fuera.

Luego queremos que, con esa documentación, tenga acceso a una estancia infantil como las que estamos construyendo en todo el país y donde los niños reciben cuidados y atención desde el primer día.

Queremos que luego empiece la escuela, en la tanda extendida, como lo estarán el millón 450 mil estudiantes al finalizar el próximo año escolar que empieza el próximo 21 de agosto.

Queremos que con sus estudios terminados pueda elegir un camino profesional, ya sea con los cientos de cursos que hoy ofrece el Infotep, o a través de las miles de becas que ofrece el Mescyt para carreras universitarias.

Queremos que cuente con un seguro médico, independientemente de su condición económica. Que practique deportes, que tenga acceso a la cultura, que pueda usar el transporte público para moverse por la ciudad, que pueda transitar seguro por las calles…

Queremos, que tenga a mano todas las herramientas para llegar a la vida adulta, con todas las capacidades y oportunidades que sus padres querrían para él.

Por supuesto, queremos que obtenga un empleo digno. Como los más de 500 mil empleos que hemos creado desde 2012.

Queremos que un día pueda formar su propia familia, comprar una casa, como las decenas de miles que viviendas asequibles que se están construyendo en Santo Domingo, en Santiago y en otros muchos lugares.

Queremos que cualquier niño y niña que nazca en este país se convierta en el mejor hombre y la mejor mujer que puedan llegar a ser.

Por eso les decía que este acuerdo no es una simple formalidad.

Este proyecto es una llave, pequeña pero importantísima, para comenzar una vida plena de derechos y de oportunidades.

Amigos y amigas,

Cuando se acerca el primer aniversario de este segundo periodo de gobierno, permítanme cerrar estas palabras con una breve reflexión.

Cuando tomé la decisión de dedicarme a la política lo hice con la firme convicción de que ése era el lugar desde el que se puede transformar un país, para mejor y para siempre.

Y desde que llegué a la presidencia, he mantenido siempre claro mi objetivo de lleva a cabo esos cambios profundos y duraderos que necesita la República Dominicana.

Creo en los proyectos de largo alcance, los que dejan huellas duraderas y positivas en la Historia de una nación, aunque a veces eso signifique que los frutos de nuestro esfuerzo tarden más tiempo en verse.

Estoy decidido a cumplir mi compromiso con la gente, como siempre ha ocurrido. A seguir trabajando juntos por el proyecto de país que eligieron democráticamente el 15 de mayo del año pasado.

Y nada va desviarme de este objetivo.

Si bien es cierto que tengo claro que el pueblo dominicano y sus necesidades no pueden esperar, no es menos cierto que vamos a continuar trabajando para lograr los cambios profundos, los de fondo.

Esos que muchos no se atreven a abordar, pero que son los más importantes y los que necesita el pueblo dominicano.

Estoy decidido a mantener el timón firme para que nuestro país llegue sin sobresaltos a las metas de modernidad, desarrollo y justicia social que merecen las grandes mayorías.

Y soy consciente que hemos puesto en marcha un proyecto de país y un programa de gobierno cuyo alcance real se sentirá en toda su amplitud dentro de 10 ó 15 años, pero que no puede esperar más.

Esa es, quizás, la tarea más importante de un Estadista. Saber distinguir lo urgente de lo importante y mantener la mirada objetiva más allá de la coyuntura fácil o difícil de un momento concreto y determinado.

Este plan que inicia hoy, y otras muchas medidas que están en marcha, darán gran parte de sus frutos cuando una nueva generación de dominicanos y dominicanas haya crecido más segura, mejor alimentada, con mejor salud y educación, con mayores capacidades y, sobre todo, con justicia.

Esa es la gran transformación por la que lucha este gobierno.

Esa es la meta de esta presidencia, ese es también mi deseo como ciudadano y como padre de familia y sé que la compartimos con la grandísima mayoría de los dominicanos.

Es el país que quieren los que menos tienen: un país sin exclusión y sin barreras, donde nadie se quede atrás.

Es el país que quiere la clase media: un país con servicios públicos de calidad, del mismo nivel que los de países desarrollados.

Es el país que quieren nuestros emprendedores: un país competitivo, capaz de posicionarse sin trabas en el mercado global.

Es el país que quiere la juventud, incluso la juventud crítica: un país de oportunidades, justo y en el que se escuche su voz.

Y para ellos, no les quepa duda, también estamos trabajando.

Yo sé que tienen prisa por llegar a ese destino, y que nos exigen que vayamos más rápido.

A todos ellos les reafirmo el compromiso que adquirí el pasado 16 de agosto.

No nos vamos a detener, vamos, efectivamente a acelerar los cambios.

Vamos a estar siempre del lado de la justicia, porque todos estos cambios solo son posibles en un Estado en el que la Ley es igual para todos.

Vamos a seguir eliminado barreras, vamos a dejar atrás la pobreza y la exclusión.

Vamos a seguir modernizando el país y a multiplicar las oportunidades para todos.

En definitiva, vamos a seguir trabajando sin descanso, de la mano con todos aquellos dominicanos y dominicanas que creen en nuestro país y que están dispuestos a seguir sumando esfuerzos.

Amigos y amigas,

Es mucho lo que hemos logrado. Y lo hemos hecho entre todos.

Si echamos brevemente la vista atrás nos daremos cuenta de que hemos recorrido una distancia que parecía imposible hace pocos años.

Detengámonos un minuto a mirar de nuevo, a contemplar nuestras ciudades, creciendo diariamente y nuestros campos, ahora de nuevo productivos.

Veamos las carreteras que atraviesan nuestro país, la amplísima oferta turística y hotelera que hemos desarrollado, el resurgir de las zonas francas, el despegue de las exportaciones…

Veamos a nuestros jóvenes, llenando las universidades, a nuestros niños, que pasan el día en la escuela y están bien alimentados.

Observemos, con la mirada limpia, todo lo logrado.

Sintamos orgullo de pertenecer a esta tierra y a este pueblo laborioso, creativo e incansable.

Por mi parte, no puedo imaginar un honor mayor que el de poder servirles.

En los próximos tres años, cuenten con mi plena dedicación para seguir trabajando por la República Dominicana que queremos y merecemos.

Los invito a acompañarnos en este camino, para seguir sembrando esperanza, abriendo puertas y construyendo Patria.

Muchas gracias.

2017-08-07 15:18:18