Santo Domingo RD 27 febrero. La presidenta del Senado licenciada Cristina Lizardo prunncio un discurso anbte la Asamblea Nacionbal previo a la presentación del presidente de la República Danilo Medina
Señoras y Señores:
En estricto cumplimiento de lo establecido en el Acápite 1, del Artículo 121 de la Constitución de la República Dominicana, proclamada el 13 de junio de 2015, el Congreso Nacional, constituido para esta ocasión en Reunión Conjunta, recibe del
Excelentísimo Señor
Presidente de la República su mensaje, la rendición de cuentas de su administración, así como las memorias de los ministerios, correspondientes al año 2015.
Con sincera emoción y orgullo compartido, mucho nos complace, Señor Presidente, reiterarle nuestros afectos y ofrecerle la más cordial bienvenida a este augusto recinto, celoso centinela de los principios democráticos que nos rigen como nación.
Su honrosa presencia, Señor Presidente, constituye nuevamente una prueba fehaciente de que estamos fortaleciendo nuestra democracia, la cual va adquiriendo mayores rasgos de madurez y arraigando su estructura de manera cada vez más sólida.
Es un verdadero privilegio por dos razones importantes: primero, por contar con su compañía, de la cual nos sentimos agradecidos; y segundo, porque tenemos la oportunidad de acompañarle para llevar al ánimo de nuestra población el cuadro genuino de nuestra situación como país que, a la luz de los hechos, observamos muy complacidamente.
De igual modo, nos complace expresar nuestra cordialidad y satisfacción por la presencia de las muy distinguidas personalidades invitadas que nos honran al acompañarnos en esta hermosa mañana, por lo que les externamos nuestra gratitud y damos una calurosa bienvenida.
A todos y todas, les deseamos: ¡Feliz Día de Nuestra Independencia Nacional! Hoy, 27 de febrero de 2016, la República Dominicana celebra, una vez más, su efeméride mayor. Un aniversario magnífico que nos cuenta sobre el carácter extraordinario
de un acontecimiento que marcó el final de 22 años de un tortuoso camino de esclavitud y vergüenza y que llevó a nuestro pueblo, en un paso gigantesco, hasta la libertad y el honor.
Hace 172 años, en la noche más gloriosa de nuestra historia, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez
y Matías Ramón Mella, Padres Fundadores de la República, nos entregaron el Don de la Independencia, el Don de la Libertad y el Don de la Soberanía, con la encomienda de resguardarlos y reconquistarlos cada día con nuestras conductas y acciones.
De nuestra insigne Triada Patricia celebramos también el Bicentenario del nacimiento, felizmente acontecido el 25 de
febrero de 1815, de Matías Ramón Mella, militar y estratega de la lucha independentista; expresión militante y decidida de la valentía y audacia ante la duda y la vacilación.
Gracias del alma a nuestros próceres, hombres y mujeres del siglo XIX, por su enorme sacrificio; sacrificio que nos permite, a las presentes y futuras generaciones, escuchar con orgullo y aprecio el sonido sin igual del bronce armonioso de las campanas de la libertad.
Que sea eterno el laurel y eterna sea la palma, conquistados con valor y dignidad en la fragua de nuestras lides libertarias, tal como se describe en nuestro Escudo Nacional, símbolo sagrado de nuestra soberanía.
Por la memoria de nuestros antepasados gloriosos e inmortales, juremos: «primero con gloria morir si es preciso, antes que volver a arrastrar las cadenas de la degradación y la humillación».
¡Que sean imperecederos el respeto y gratitud a los héroes y heroínas de la Independencia Nacional! ¡Honor y gloria a nuestros hombres y mujeres hacedores de la Patria!
Señor Presidente, Damas y Caballeros: Sin menoscabo de la solemnidad y esencia de este Acto de Estado, les ruego nos permitan unos breves instantes para referirnos, de manera obligada, a algunos acontecimientos importantes que suceden actualmente en nuestro país.
Para describirlos, bien podríamos evocar expresiones de nuestra más exquisita poetisa, Salomé Ureña de Henríquez, quien, dentro de su reconocido compromiso social y para revitalizar las esperanzas de progreso de la nación en sus días, escribió lo siguiente: «…hechos como estos que están sucediendo en nuestro país, nos convocan como pueblo, necesariamente a la victoria,
con fe en el porvenir».
No podemos, Señoras y Señores, pasar por alto, desde esta respetable tribuna del pueblo dominicano, los grandes esfuerzos que se realizan en pro de la grandeza económica, política y social de la República Dominicana; y de manera particular, no podemos dejar de mencionar las perspectivas, los esfuerzos y el extraordinario rol que desempeña y seguirá librando en el proceso, el Honorable Congreso Nacional a través de respuestas positivas y fructíferas ante los retos presentes y futuros.
En la actualidad, prevalece en los escenarios nacional e internacional la noticia que da cuenta del crecimiento de nuestra economía, sin comparación en la región; al igual que de los importantes avances en nuestros niveles de desarrollo y la extensión y mejora sustancial de nuestros servicios de educación pública, de lo cual, el Congreso Nacional se siente solidario, corresponsable y compromisario.
No cabe duda de que la actual Administración, del Presidente Danilo Medina, ha demostrado que un buen gobierno, para llegar al corazón del pueblo, requiere de una mezcla prodigiosa de aptitud, razonamiento, templanza, sinceridad, tolerancia, valentía y, lo que es más importante: la capacidad de inspirar credibilidad y confianza.
Vivimos la República Dominicana de 2016 y juntos estamos construyendo la «Nación del Buen Presente y de un Mejor Porvenir».
El próximo 15 de mayo se celebrarán en nuestro amado país, Dios mediante, elecciones Presidenciales, Congresuales y Municipales.
Según datos de nuestra muy eficiente Junta Central Electoral, órgano rector del Sistema Electoral Dominicano, el número de personas con derecho al voto alcanza ya la suma de 6 millones 765 mil 136 electores, conforme al padrón entregado al 31 de enero del presente año.
Este próximo 15 de mayo será una ocasión muy singular. Decimos esto porque de esos electores, más de 700 mil
podrán leer por primera vez y de manera correcta, el nombre de sus candidatos y candidatas.
Más de 700 mil dominicanas y dominicanos que, en ese momento trascendental de la gran decisión democrática, podrán leer cada detalle de la boleta electoral y podrán firmar dignamente el libro de registro de votantes, pues sus vidas se han transformado en algo grande.
Serán las mismas personas de antes, sólo que gracias a la educación, a la iniciativa de un gran estadista y a una incomparable visión histórica, le hemos agregado valor y dignidad a su existencia, haciendo que su mundo sea algo más que figuras, más que símbolos, más que huellas dactilares y más que simples colores o banderías.
Nuestro país de hoy, desde Higüey hasta Dajabón, desde Samaná hasta Pedernales y desde Santo Domingo hasta Puerto Plata, reconoce, sin reparos de ninguna especie, la grandiosidad del Plan Nacional de Alfabetización ´´QUISQUEYA APRENDE CONTIGO´´ que ejecuta actual Gobierno del Presidente Danilo Medina.
Todo el mundo se muestra de acuerdo, sin miramientos ni mezquindades, con los pasos trascendentales que se están dando en nuestro país, en pos de una Educación Todo esto, aunado a la construcción de aulas y nuevas escuelas, a la dignificación, valoración y reconocimiento de la sagrada misión de la enseñanza y la profesionalización de profesores y profesoras, de seguro nos llevará a tener más dominicanos y dominicanas debidamente educados.
Con dominicanos cada vez más educados, seremos más competitivos, más capaces para incorporarnos de manera eficiente a la maquinaria productiva de la nación y del mundo; y más preparados para socializar, enseñar y multiplicar conocimientos.
Señoras y señores:
El 2016 es el año en que el pueblo dominicano va a materializar su decisión de seguir avanzando hasta alcanzar el sueño dominicano de un mundo cada vez mejor y más justo para todos y para todas.
Uno de los temas que concita un interés marcado y especial atención de parte nuestra es la equidad, como condición única e ineludible de dar a cada quien lo que le corresponde; de manera particular, la equidad de género como principio fundamental de respeto a los derechos inherentes a la mujer.
El Congreso Nacional, en la persona de cada legislador y legisladora, defiende y auspicia el principio de la equidad por ser la representación mayor del equilibrio de justicia natural y convivencia pacífica de la sociedad.
Poniendo el sentido común y el diálogo como estandartes, seguiremos allanando el camino de la igualdad.
La mujer dominicana tiene que estar presente en condiciones de igualdad.
¡Uno a Una. Ni más ni menos!
La mujer dominicana, digna y virtuosa, valiente y decidida, debe participar en la primera línea del combate hacia el progreso y su contribución al proceso de crecimiento y desarrollo del país, en cada empresa o institución, debe ser valorada con corrección y justeza.
Nosotros, los legisladores y legisladoras de la República, por convicción y deber, vamos a seguir trabajando conahínco y sin descanso por todos nuestros conciudadanos, especialmente por la mujer, ahora más que nunca, dentro del proceso histórico que vivimos, en el cual ha de desempeñar un papel estelar.
Es menester que se continúe la ejecución y ampliación de los actuales planes y programas de desarrollo, de modo
que la mujer dominicana sea provista de las condiciones e instrumentos necesarios para la satisfacción de sus necesidades esenciales y para su debido crecimiento individual y familiar.
Concluimos estas palabras compartiendo una expresión, nacida en lo más profundo de nuestro corazón, como mensaje de aliento a la mujer dominicana, en el Día de nuestra Independencia, con la certeza de que es el sentimiento colectivo del Congreso Nacional:
¡Mujer, Mujer Dominicana, levántate y participa, porque aquí, nada se puede hacer sin ti y nada puede pasar
sin ti!
¡Gracias, muchas gracias!¡QUE VIVAN LOS HÉROES Y HEROÍNAS DE NUESTRA
INDEPENDENCIA!
¡QUE VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA!
¡Que Dios les Bendiga!
2016-02-27 09:42:15