El presidente Danilo Medina dijo que la invasión de 1965 es una herida aún abierta para muchos y que solo podrá sanar mediante el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la petición de perdón que merece nuestra ciudadanía.
SANTO DOMINGO, RD, 13 de Junio de 2016.- El presidente Danilo Medina propuso la noche de este viernes a la Organización de los Estados Americanos (OEA) una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por el organismo interamericano durante la Revolución de Abril de 1965.
Recordó que República Dominicana sufrió una invasión que en aquel momento fue legitimada por uno de los mecanismos de la OEA. El presidente Medina hizo su propuesta en el discurso que pronunció en el Acto Inaugural del Cuadragésimo Sexto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General OEA.
Dijo que la invasión abortó el proceso democrático que se había iniciado con la elección como presidente del profesor Juan Bosch, impidiendo así el retorno al orden constitucional, legítimamente establecido en el1963.
Recordó que «Esta nefasta violación de la soberanía legítima de los dominicanos, producida en 1965 causó muerte, dolor e indignación en nuestro pueblo».
Expresó que es una herida aún abierta para muchos y que solo podrá sanar mediante el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la petición de perdón que merece nuestra ciudadanía.
Proclamó que «Nuestra Patria y nuestra democracia merecen este acto de dignidad y respeto y es mi obligación, como jefe de Estado, solicitar a esta asamblea saldar la deuda histórica con el pueblo dominicano».
Diariodominicano.com reproduce a continuación la parte del discurso en que el presidente Medina trató de la invasión de 1965: «Por eso, en nombre del pueblo dominicano y en el mío propio, les propongo a todos ustedes que durante este período ordinario de sesiones, se apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por la OEA durante la Revolución de Abril de 1965.
«Como ustedes recordarán, mi país sufrió una invasión que en aquel momento fue legitimada por uno de los mecanismos de la OEA.
«Esta invasión abortó el proceso democrático que se había iniciado con la elección como presidente de nuestro admirado líder, el profesor Juan Bosch, impidiendo así el retorno al orden constitucional, legítimamente establecido en el1963.
«Volver a caminar por esta senda constitucional nos costaría a los dominicanos mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucho sufrimiento.
«Esta nefasta violación de la soberanía legítima de los dominicanos, producida en 1965 causó muerte, dolor e indignación en nuestro pueblo.
«Es una herida aún abierta para muchos y que solo podrá sanar mediante el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la petición de perdón que merece nuestra ciudadanía.
«Nuestra Patria y nuestra democracia merecen este acto de dignidad y respeto y es mi obligación, como jefe de Estado, solicitar a esta asamblea saldar la deuda histórica con el pueblo dominicano.
«» bien el contexto histórico en el que se dio la invasión. Eran los años de enfrentamiento entre bloques. Eran los años en los que las relaciones entre EEUU y Cuba eran prácticamente de guerra. Eran los años en los que el conflicto interno de Colombia apenas comenzaba.
«Esa es una triste página de la historia que hoy, todos juntos, estamos cerca de pasar. Porque con diálogo, con paciencia y con la verdad por delante estamos cerrando viejas heridas de nuestro continente.
«Y eso es, precisamente, lo que queremos los dominicanos. Curar y cerrar viejas heridas, dar paz al doloroso recuerdo de nuestros mayores y abrir nuevos caminos de esperanza a las nuevas generaciones.
«Tengo el convencimiento de que este es el mejor momento y el más apropiado lugar para llevar a cabo este acto de justicia, verdad y reconciliación.
«Estamos seguros que la Organización de Estados Americanos esta en las mejores condiciones para asumir esa responsabilidad.
«Propongo, por tanto, que enviemos un mensaje a todos los pueblos de la región.
«Reconozcamos los errores del pasado y señalemos nuestro compromiso renovado y total con los principios que dieron origen a la OEA.
«Digamos alto y claro que la soberanía de los pueblos, y el respeto a la institucionalidad democrática son, hoy y siempre, sagrados y que esta Organización de los Estados Americanos será ya, para siempre, su más firme defensor.
2016-06-14 03:26:36