Santo Domingo, 22 de febrero (DIAPE).- La Unidad para la Readecuación de La Barquita y Entorno realizó ayer el traslado de 30 familias a su nuevo hogar, en donde les espera una mejor calidad de vida, quedando atrás el miedo a las lluvias, la mala convivencia, el lodo y los callejones.
«Me siento bien, agradecido del Señor y de Danilo, porque he cogido mucha lucha con el río, 18 años. Gracias a Danilo y a Dios voy a cambiar tierra por cerámica».
Estas palabras fueron pronunciadas por Sinencio de Jesús, a quien ayer la vida le cambió para siempre. Dejó atrás el calvario de ver como su casa se inundaba de agua cada vez que el río Ozama se desbordaba, poniendo en riesgo su vida y la de su familia.
De Jesús forma parte de las 104 familias que ayer empezaron a ser trasladadas desde la Barquita Norte a La Nueva Barquita, en Sabana Perdida, como lo había prometido el presidente Danilo Medina.
«El Señor nos ha bendecido a través del presidente Danilo Medina, estoy contenta y feliz, esto es un logro del cielo a la tierra», asegura Claudia Martínez, quien también fue trasladada en el día de ayer a su nueva casa.
Hay que destacar que el traslado de las personas se realiza con la mayor dignidad posible. Las familias son llevadas en pequeños autobuses que escoltan los camiones cerrados que cargan todos sus ajuares.
El arquitecto Millet Juan, encargado del traslado, explica que para hoy proyectan llevar a otras 30 familias más a La Nueva Barquita, y para el próximo sábado ya podría culminar el proceso de mudanza de las 104 familias.
Antes de ser llevados a La Nueva Barquita, las autoridades pusieron en marcha un proceso de empadronamiento que permitió determinar la cantidad de miembros que componen cada familia, si la vivienda era propia o alquilada, número de habitaciones y tiempo vivido en la casa, e incluso si la persona que la habitaba padecía de alguna enfermedad o discapacidad, entre otros detalles.
El proyecto va más allá de la entrega de una casa. El Gobierno se dio a la tarea de realizar un trabajo social con los beneficiarios para que, al momento de la mudanza, estuvieran preparados para el cambio de hábitat. Para lograrlo se impartieron talleres sobre convivencia humana, respeto a los vecinos y a las normas establecidas.
Con esta obra, que conllevó una inversión de 4 mil millones de pesos, se rescató a 1,600 familias que vivían en condiciones de vulnerabilidad bajo la amenaza del río Ozama.
En cifras más específicas, son más de 6 mil personas que ahora tienen un mejor nivel de vida, pues este proyecto modelo está dotado de los servicios indispensables para el desarrollo de las personas, como multiuso, iglesia, anfiteatro, canchas de baloncesto, estadio de béisbol, campo de fútbol, estancia infantil, escuela, liceo, destacamento, fiscalía, jardines, parqueos e iluminación para 112 edificios y 108 locales comerciales.
Se trata de una iniciativa más que emprende el Gobierno del presidente Medina para dignificar la vida de los que poseen menos recursos económicos.
En tal sentido, se debe recordar que la actual gestión ha construido unas 62 mil viviendas para las personas pobres, a través de proyectos como La Nueva Barquita y el Nuevo Boca Cachón.
Foto: Archivo de la Presidencia de la República.
2017-02-22 08:58:45