Por José A. Sánchez Fournier / jose.sanchez@elnuevodia.com
Sin lugar a dudas, Héctor Camacho es uno de los más grandes peleadores en la historia del pugilismo puertorriqueño.
Pero, ¿cuán alto está en la lista de los mejores peleadores boricuas?
Aunque existe un debate sobre quién fue mejor entre Wilfredo Gómez y Tito Trinidad, la opinión casi unánime de los expertos locales e internacionales sostiene que ellos son los dos mejores boxeadores boricuas de todos los tiempos.
Dando eso por sentado, ¿dónde queda el Macho Man?
«Yo creo que él está entre los primero cinco, pero no más arriba», opinó anoche Rafael Bracero, el veterano periodista deportivo de Wapa (Canal 4). «Gómez, Trinidad, Carlos Ortiz y Wilfredo Benítez son los primeros cuatro, y se pueden alternar el tres y el cuatro. Camacho debe ser el cinco».
Una opinión similar esbozó el presidente de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el licenciado Francisco Valcárcel Mulero.
«Macho debe estar entre los primeros seis peleadores de Puerto Rico. Está Gómez, luego Tito. A Cotto no se le puede dejar fuera. Entonces están Chapo (Edwin Rosario), (Wilfredo) Benítez y él (Camacho). Y Carlos Ortiz, que debe estar pegadito a Camacho», dijo el letrado.
Camacho se retiró en 2010 tras perder una decisión a 10 asaltos ante Saúl Durán, un rival de limitadísima habilidad. En sus últimos años sobre el cuadrilátero, peleaba en las 160 y 168 libras, valiéndose más de la maña que viene con la edad que de los talentos que tuvo de joven.
Esa imagen está lejos de la que proyectaba el Macho Man cuando era un mozo de boxeo elegante, relampagueante velocidad de manos y defensa impenetrable, quien en 1983 ganó su primer título, el del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la división júnior ligero (130 libras).
Igual que Floyd
Bracero, quien cubrió de cerca toda la carrera del triplecampeón mundial sostuvo que en las 130 libras Camacho, «era tan bueno como el mejor que yo he visto en ese peso. Y eso incluye a (Floyd) Mayweather».
El historiador boxístico Mario Rivera Martinó alabó a Camacho como campeón 130 libras, señalando que «era un peleador bastante completo. Y era guapo».
«Cuando subió a 135 (libras) es otra cosa, fue cambiando su estilo. La pelea con Chapo lo trastocó», agregó Bracero.
Aún así, el telereportero indicó que en la categoría ligero también fue un peleador fuera de serie.
«Camacho tuvo la oportunidad de pelear con lo mejor de su generación», dijo Bracero, trayendo a colación su choque con el mexicano José Luis Ramírez, un temible pegador que fue dos veces campeón ligero del CMB.
«Ramírez venía de noquear a Chapo y Camacho le dio una paliza. Era como un Willie Pep latino», agregó, comparando al boricua con Pep, considerado el mejor boxeador defensivo de la primera mitad del siglo XX.
Ed Brophy, director del Salon de la Fama del Boxeo Internacional (IBHOF, por sus siglas en inglés) subrayó el talento de Camacho vendiendo boletos.
El zurdo bayamonés fue el primer peleador en convertir la entrada al ring en una espectaculo por sí solo.
«?Macho? Camacho trajo mucha emoción al deporte del boxeo. Era brillante, colorido y siempre daba de qué hablar con sus caminatas al cuadrilátero, con su estilo único de llegar y con los uniformes que utilizaba en sus peleas», indicó Brophy.
Pero no era solo un espectáculo cuando caminaba hacia el ring, aclaró Brophy. Dentro de este, era espectacular también.
«Era un pelador emocionante y un pelador de los grandes. Enfrentó lo mejor subiendo y bajando varias divisiones», sostuvo el director del IBHOF, ubicado en Canastota, Nueva York. «Peleaba con quien fuera que su promotor le parara en frente. Tuvo grandes triunfos ante grandes oponentes».
Entre esas victorias esta su nocaut a ?Sugar? Ray Leonard, que sorprendió a muchos expertos.
«Aunque estaba haciendo un retorno al ring, los méritos de Leonard estaban ahí. Es uno de los más grandes y él lo noqueó. Yo no esperaba jamás que pasara eso», recordó Bracero.
«Esa pelea revivió su carrera», dijo Martinó, uno de los pocos expertos que pronosticó un triunfo del Macho Man frente a ?Sugar? Ray en 1997.
UN OCASO DESLUCIDO
Luego de esa pelea, Camacho enfrentó a Oscar De la Hoya, una superestrella en ascenso. Perdió por decisión unánime. Continuó peleando por 19 años más, mucho después de que lo abandonaron sus habilidades.
«Él siempre peleó bien, independientemente de eso. Pero eso le quita un poco (de lustre a su carrera)», dijo Valcárcel.
Sin embargo, la atención que ha recibido su carrera en estos días ayudará a que los fanáticos que no disfrutaron en vivo de los grandes logros de Camacho ahora puedan redescubrirlos.
«Dentro de la tragedia, el punto positivo es que la generación post Roberto Clemente, los fanáticos más jóvenes no solo en Puerto Rico sino en Latinoamerica, ahora tienen la oportunidad de ver esos vídeos y darse cuenta de que Camacho era un superdotado», terminó diciendo Bracero.
2012-11-25 14:03:01