Buscan derrotar la impunidad en Guatemala
GUATEMALA
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) quiere conseguir un cambio político para que el país cumpla en materia de seguridad pública, fiscalía y justicia.
Para Carlos Castresana, precursor de la aplicación de la jurisdicción penal universal en España, que trabajó en la Fiscalía Anticorrupción y quien junto con el magistrado Baltasar Garzón hicieron posible la detención del general chileno Augusto Pinochet en Londres en 1998, los tres rubros donde se producen las principales »carencias» del país son la seguridad pública, es decir, la policía, la fiscalía y los tribunales.
»No es un problema de uno de ellos nada más, es un problema de todos», afirma mientras se come un sandwich y un refresco que le compra su ayudante a modo de almuerzo.
El problema en Guatemala se arrastra desde el conflicto armado (1960-1996).
«No sólo hay altos índices de delincuencia, sino que hay una marcada incapacidad de las instituciones para dar la respuesta que el organismo jurídico requiere».
Castresana dice que «hoy en día, hay una delincuencia organizada muy importante que amenaza a los pilares del Estado, porque está dentro de las instituciones. No es que se haya infiltrado, es que siempre estuvo ahí».
De los 6,000 homicidios registrados el pasado año, la inmensa mayoría quedaron sin esclarecer, y hay barrios en las zonas urbanas, que están bajo el control de las maras (pandillas), donde la policía nunca entra, recuerda.
Incluso en algunos centros penitenciarios, las autoridades se han encontrado que había gente que estaba cumpliendo condena por encargo –el condenado estaba en la calle–, y las celdas servían para retener a secuestrados de los grupos del crimen organizado, mientras esperaban a que las familias pagasen el rescate, recuerda.
Por ello, elogia el »gesto de valentía política» de las autoridades guatemaltecas que han acudido a la comunidad internacional para pedir ayuda ante la imposibilidad por ellas mismas de poner coto a la impunidad.
»Hay un aporte muy importante que no consiste en inventar nada, sino en traer aquí lo que funciona en otros países: construir prueba científica, basar las acusaciones en investigaciones, con huellas dactilares, en la balística, en el ADN, que son pruebas mucho más objetivas y estables que no es tan fácil de desarbolar en el primer incidente procesal», dice.
Y es que hay otros países de la región, como Honduras o El Salvador, con problemas parecidos y grandes índices de inseguridad e impunidad, observan con interés los resultados en Guatemala.
ANA FERNANDEZ / AFP
2008-01-19 03:52:11