Politica

Discurso Amable en la Uasd

Discurso Amable en la Uasd

Dr. Franklin García Fermín



Rector Magnifico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y demás honorables autoridades universitarias.

Ingeniero Federico Antun Batlle



Presidente del Partido Reformista Social Cristiano y demás dirigentes y militantes de nuestro Partido.

A mí distinguida esposa Andrea  y a mis  hijos, quienes me acompañan.

Amigos de la prensa.

A todos los jóvenes y estudiantes presentes.

Señoras y Señores:

Ocupo esta tribuna, de  la universidad primada de América, como el más grande de mis honores, pues  en esta tribuna, de sabiduría y de ciencia, se encuentran resumidas, no solo las más puras de nuestras tradiciones, sino las más elocuentes ideas de libertad, de justicia social y de amor por la patria.

La UASD  ha sido, a través de la historia el más puro remanso para la adquisición del conocimiento, y la más bella expresión del sacrificio y del amor a su pueblo.

Permítaseme, Honorable Señor Rector y demás honorables autoridades, decirles, que no he venido ante ustedes a reiterar aspectos de nuestro Plan de Gobierno que ya han sido ampliamente difundidos en los últimos meses, sino  que, vengo ante ustedes a traer nuestro mensaje y nuestros planes específicamente sobre aspectos íntimamente relacionados con la Juventud, con la educación y con esta universidad, la primada del nuevo mundo.

Aspiro a dirigir un gobierno que fortalezca nuestras instituciones jurídicas y que combata la  inseguridad ciudadana, que arropa a nuestras ciudades y campos, y de la cual han sido victimas en numerosas ocasiones la juventud, incluyendo a jóvenes de esta universidad.

Los dominicanos, y de manera muy especial nuestra juventud ,vivimos hoy momentos de incertidumbres, en los que  desde las alturas del poder  se ofrecen los peores ejemplos y las más despreciables acciones , pues ya ni siquiera se guardan las formas, siendo el mismo Presidente de la Republica el que, sin intermediarios alguno , se presenta  hasta en las casas de antiguos opositores  para, sin el más mínimo respeto a la familia y al carácter sagrado del hogar, conquistar a quienes les adversaron, pero conquistarlos por medio de los métodos más indelicados y menos puros.

Este espectáculo, verdaderamente  insultante a toda la Nación, exige  la toma de  importantes y valientes decisiones, pues es innegable que con estas acciones degradantes se persigue, por sobre todo, desarmar moralmente a nuestro pueblo.

Es innegable, que los propósitos que se advierten en el partido de gobierno, indican que se pretende eclipsar el sol de la libertad que tantos sacrificios ha costado a nuestro pueblo, pues este es un gobierno que con la intención de lograr sus propósitos pretende corromper  todo el escenario político del país.

Ninguna fuerza más poderosa para contener este atropello, que la fuerza de la juventud, llena de pureza y de valor.

Con la fuerza y la lucha de ustedes, estamos seguros de que este gobierno no lo logrará, pues nuestro pueblo siempre ha sabido rechazar los que solo tienen el engaño como única arma.

En estos momentos, jóvenes de la UASD, la Patria nos está   poniendo a todos  frente a una gran prueba, pero sabemos que  cuando las pruebas se saben soportar con entereza, no solo salimos victoriosos, sino más fortalecidos.

Sabemos, que la política no es solo un camino sembrado de flores, sino también de espinas; sabemos, que en la política el cielo no siempre se presenta claro, sino también con oscuros nubarrones, pero en uno u otro caso,  lo importante es  que estemos dispuestos a defender nuestros ideales y a derramar  nuestro sudor y nuestro sacrificio.

Sabemos que la política es lucha, lucha intensa, pero nunca antes el país había visto, desde la cima del poder descender a poner precio a la conciencia de los opositores delante de la mirada misma de los hijos y del hogar.

Esto no es política, esto es, abuso y podredumbre.

Este es un gobierno que pretende  confundir a toda la sociedad con propagandas falsas, y frente a ellas,  me permito exhortar a la juventud a que digamos como el gran maestro Eugenio Maria de Hostos:

Tus hechos me hablan tan claro, que no puedo escuchar lo que me prometes.

El país está cansado de promesas, de promesas que se desmienten con el ejemplo y con los hechos.

El país no desea propagandas  y mensajes llenos de mentiras, sino un gobierno  que garantice la salud a todo el pueblo dominicano, y que entienda, en la realidad, que éste  es el principal de los derechos fundamentales del hombre, pues de él depende el derecho a la vida.

La juventud tendrá en nuestro gobierno, una participación destacada en la lucha para construir una sociedad dominicana sin desigualdades, sin abusos y sin privilegios.

En el gobierno que vamos a presidir, la UASD, y sobre todo sus estudiantes, no solo recibirán una protección muy especial, sino que jugarán un papel de primer orden, pues somos conscientes de que, sin una política educativa  integral, moderna y no excluyente, y sin la integración de la juventud, jamás tendremos un País competitivo y capaz, capaz de ofrecer respuestas a las exigencias de un mundo globalizado.

La UASD requiere de un amplio apoyo, en todos sus planes de Investigación tecnológica, para que los egresados de esta Universidad, que es la Universidad del pueblo, estén al más alto nivel de capacitación y puedan competir y triunfar en el mercado laboral.

Señoras y señores:

Llora ante la presencia de Dios el abandono en que este gobierno tiene a la juventud dominicana y a la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Produce indignación  que esto ocurra en un país en el que  el gobierno  invierte miles de millones de  pesos en publicidad  y en la compra de políticos sin conciencias y sin entereza.

Se trata de un abuso incalificable, pero además intolerable.

Nos produce dolor ver tanta indolencia  de este gobierno.

De este  gobierno, que no podrá jamás, merecer el apoyo de la juventud.

Todo joven que quiera a su patria y que se respete, está en el deber de negarle su voto a ese candidato.

A ese candidato que hoy se olvida de sus orígenes y deja en el más cruel abandono a la juventud dominicana y sobre todo a la juventud de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

El gobierno que vamos a encabezar a partir del 16 de agosto, en lugar de hacer  una urbanización llamada Villa Liberación, como lo ha hecho este gobierno, para repartirlo entre sus mismos dirigentes, va a construir LA CIUDAD DEL ESTUDIANTE  para alojar a los estudiantes de las provincias del país.

Una ciudad del Estudiante  con todas las condiciones de higiene y comodidades para que nuestros estudiantes del interior de la República  puedan disfrutar de  la dignidad que ellos merecen.

Al enterarnos de la situación por la que atraviesan todos los estudiantes del país, y enterarme de la situación en la que se desenvuelven miles y miles de alumnos, profesores y autoridades de ésta Universidad, a la que tantos sacrificios debemos, confieso a ustedes que ha vibrado en mí una nota de intenso dolor, que nos lleva a exclamar, en la misma forma que lo hiciera Bécquer en uno de sus poemas, cuando dijo:

“Ahora comprendo, porqué se llora, Ahora comprendo cuanto se sufre.”

O como dijera nuestro Fabio Fiallo:

“Oh, Jesús crucificado Déjame a mí, morir en tu lugar.”

No es justo,  que se construyan torres de lujo en la avenida Luperón,  para entregárselas a sus funcionarios, cuando en ese mismo lugar y con menos dinero se podían construir las edificaciones capaces de alojar a nuestros estudiantes del interior del país.

Frente a estas indolencias del actual gobierno, solo nos queda un camino:

Votar  el 16 de mayo por una candidatura sensible y humana, como es la nuestra, que jamás esconde sus orígenes y que jamás traicionaría a nuestra juventud.

Que proporcionará transporte a  todos nuestros estudiantes y cuantas becas sean necesarias  y que dotará a la UASD de un comedor económico  al mejor nivel y con alimentos balanceados, conforme a los requerimientos de su condición de estudiantes, así como de un Economato universitario que provea   todas las  necesidades del  desarrollo estudiantil y científico.

Estos planes, garantizo a ustedes, serán llevados a todas las extensiones de la UASD.

Señoras y Señores:

Por la democracia hemos vivido, por ella, hemos luchado y a ella tenemos que defender en estas horas de dificultades y de hipocresías.

Llamo a Ustedes, jóvenes de la UASD y de la Patria, a que rescatemos a nuestro país.

Los llamo a que rescatemos a los pobres  de la terrible angustia que hoy viven.

Los invito, a combatir la pobreza, a que hagamos posible que los hijos de los pobres, tengan  las oportunidades que durante siglos unos pocos les han negado.

Los invito a que sembremos la esperanza, aun cuando sabemos que el surco está erizado por espinas hirientes obras de este gobierno.

Los invito a desafiar las tempestades creadas por este mal gobierno  y a que llevemos la nave de la Patria  a puerto seguro.

La Patria, no puede concebirse solo como una nave que cruza los mares  con aguas tranquilas  solamente.

La  nave de la Patria, en ocasiones, como ocurre ahora, por culpa de este mal gobierno,  a veces también es sacudida por fuertes olas y peligrosos ventarrones, y en esos momentos  solo se llega a puerto si estamos siendo conducidos por un capitán que no conoce de vacilaciones ni de flaquezas. 

Por un capitán de brazos firmes, firmes y sin vacilaciones.

Firmes como las rocas  que rodean nuestra isla, firme como las columnas morales de esta Universidad, firme como debe ser siempre el amor a la Patria.

Ofrezco un gobierno firme.

Firme, para soportar con entereza los desafíos y la adversidad.

Firme, para soportar las grandes sacudidas que en muchas ocasiones ha estremecido nuestro pueblo.

Firme en la defensa de los más sagrados intereses del País.

Firme en la defensa de los pobres.

Firme en la defensa de la juventud.

Firme en la defensa de nuestros valores fundamentales, como pueblo cristiano y como pueblo heroico.

Firme en la defensa de la libertad, de la democracia  y de la justicia.

Firme,  para apoyar a esta Universidad para que esta pueda ofrecer a nuestra juventud la oportunidad  de ser profesionales con el mismo o mayor nivel académico que los egresados de las mejores universidades del mundo.

Señoras y Señores:

La pobreza es una realidad cruel  que  casi todos ustedes conocen y han vivido y que debemos combatir hasta el ultimo aliento de nuestras vidas.

La pobreza por la que atraviesa el pueblo dominicano, que se caracteriza por dramas verdaderamente difíciles de narrar, degrada y destruye la dignidad humana, y debe ser combatida desde sus raíces mismas, pues no hay dudas de que la producen, la ambición de unos pocos, las injusticias sociales y sobre todo políticos como los que actualmente nos gobiernan, que se olvidan de los barrios y de los campos, para privilegiar a unos pocos que van a los supermercados.

La originan aquellos gobernantes,  que niegan los pupitres a los niños humildes y niegan el apoyo que necesita la UASD y que provoca la fuga de cientos y cientos de cerebros, propiciando que los profesionales humildes salgan del país a trabajar en factorías o en taxis o como camareros después de largos años de estudio.

Detengamos ya este triste panorama  y utilicemos el voto el próximo 16 de mayo para iniciar la construcción de una nueva sociedad dominicana.

Ejerzamos esta responsabilidad que significa ir a las urnas, no solo como un derecho, sino sobre todo como un deber.

Aprovechemos el próximo 16 de mayo para renovar nuestro optimismo y nuestra esperanza en la construcción de una Patria Justa, justa para todos.

No permitamos, jóvenes  de la UASD, que el desaliento nos invada y mucho menos, que nos paralice, antes, por el contrario renovemos nuestras fuerzas y nuestra decisión de lucha  para que el sagrado culto a los Padres de la Patria nos fortifique y siempre  caminemos bajo la protección de nuestra bandera, para poder alcanzar las cimas más altas, donde solo se conversa con las nubes y allí, cerca de Dios,  abandonemos todas nuestras flaquezas y todos nuestros egoísmos, y sembremos desde esta Universidad, Primada de América, un árbol gigantesco e inconmovible, capaz de resistir a todas las tempestades, me refiero al árbol de la Justicia; el árbol de la Igualdad; el árbol del Amor entre todos los dominicanos.

Que las hojas de ese árbol, se derramen sobre toda nuestra Tierra, sobre ésta Tierra en la que siempre fijaremos nuestros pasos, pero siempre teniendo  puestos los ojos  hacia lo alto, en la búsqueda de Dios y de la Virgen de la Altagracia.

Tengo fe en los hombres y mujeres que dirigen la UASD.

Tengo fe en sus profesores y empleados.

Pero, sobre todo, Tengo fe en ustedes jóvenes estudiantes, tierna esperanza de la Patria, a la que pido siempre tener grabado en sus corazones aquellas nobles palabras pronunciadas, por un joven, valiente, sacrificado y puro, llamado Juan Pablo Duarte:

Por desesperada que sea la causa de mi Patria, siempre será la causa del honor, y siempre  estaré dispuesto a defender con mi sangre, su enseña tricolor.

Muchas gracias.

2008-05-07 01:41:52