Reitera proyecto de nación más democrática y solidaria
Vargas dice que el desbordamiento reeleccionista aumentó la vulnerabilidad del país ante la crisis
SANTO DOMINGO.- El ingeniero Miguel Vargas cuestionó este jueves que el desbordamiento del gasto público, por el uso y abuso de los recursos del Estado para apuntalar la candidatura reeleccionista, haya sobrepasado el aumento de las recaudaciones y colocado al país en una situación de extrema vulnerabilidad ante la crisis internacional.
El candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano en los pasados comicios condenó además que en vez de adoptar políticas prudentes frente a una crisis que se veía venir, el gobierno prefirió seguir con el derroche irresponsable y que aún no haya adoptado medidas realmente eficaces frente a los factores externos que afectan a la población dominicana.
Sin embargo, Vargas reiteró su identificación con todas las políticas públicas que tiendan a la solución de los problemas estructurales que afectan al pueblo, y que estimulen una estrategia de desarrollo, incluida en el Proyecto de Nación que presentó al país en el pasado proceso electoral.
Un criterio: el bienestar de la población
En una rueda de prensa antes de viajar hacia Estados Unidos para participar en los desfiles y paradas de las comunidades dominicanas, Vargas expresó que desde su posición como dirigente del PRD se identificará con cuantas medidas contribuyan a beneficiar a la población, precisando que será firme en la oposición a políticas del gobierno que perjudiquen a la población de escasos recursos y a la clase media.
Explicando sus críticas al gobierno de Leonel Fernández, Vargas afirmó que las cuentas del sector externo del país muestran también un deterioro alarmante, “en buena parte por el aumento excesivo del gasto público que se tradujo en mayores importaciones y el resto por el aumento de los precios del petróleo y de algunos alimentos, y la caída del precio del níquel en el mercado mundial”.
En consecuencia, apuntó que “las pérdidas de reservas sufridas por el Banco Central y los bancos múltiples durante los primeros 7 meses del 2008 alcanzan los 800 millones de dólares, debilitando la capacidad del Banco Central de evitar una devaluación del peso dominicano”.
En ese sentido cuestionó “la reacción del organismo emisor ante el aumento del déficit interno y externo y la consecuente pérdida de reservas, ha sido la adopción de una política monetaria excesivamente restrictiva, que ha dado lugar a un aumento de más de 10 puntos porcentuales en las tasas de interés”.
Lamentó que “todos los que tomaron préstamos para comprar vehículos y viviendas, así como aquellos que utilizan las tarjetas de crédito para el consumo, enfrentan ahora la dura realidad de un aumento de los costos del financiamiento dispuesto por el Banco Central ante la negativa del Gobierno a reducir todos los gastos superfluos e improductivos”.
Y como si esto fuera poco, añade, ahora informan a la gente que van a subir la tarifa de electricidad, ya que el despilfarro por la ambición reeleccionista quebró al sector eléctrico, creándole un déficit de 1,300 millones de dólares. “Con esta decisión, el Gobierno reducirá aún más la calidad de vida de los dominicanos y la competitividad de nuestras empresas”, sentenció Vargas.
Impulsará las reformas democráticas
Vargas aclara que hacer una oposición firme al Gobierno no implica cruzarse de brazos frente a las necesidades de nuestra Nación de contar con instituciones fuertes, y anunció al país que desde su posición como dirigente del PRD trabajará intensamente para contribuir en la discusión y aprobación de una serie de reformas tendentes a fortalecer la democracia y sus instituciones.
“La agenda de reformas institucionales pendientes, y en la cual nos proponemos asumir nuestras responsabilidades, incluye la reforma a la ley electoral, la ley de partidos políticos, la ley de garantías electorales, las reformas tendentes a fortalecer la autonomía e independencia del Poder Judicial y del Ministerio Público en el marco de la Agenda de Transparencia y Probidad que presentamos al país en la pasada campaña electoral, y por supuesto, una reforma constitucional integral, ajustada a los nuevos tiempos y que responda al bienestar colectivo”, explicó.
“Tal y como planteé en el curso de la pasada campaña electoral, los partidos políticos, los sectores empresariales, los gremios profesionales y sindicales, las iglesias, y las demás organizaciones de la sociedad civil, debemos pactar un Proyecto de Nación que detalle las acciones de políticas públicas durante los próximos 20 años a que deberán someterse los diferentes gobiernos que asuman la responsabilidad de administrar el Estado”, añadió.
“Para avanzar debemos acometer las reformas institucionales que permitan a los dominicanos disfrutar de una verdadera democracia, en la que el voto no se trance por unos pesos extraídos del erario público, el transfuguismo no sea moneda de curso legal en cada año electoral, la justicia no sea presa de los intereses políticos, y los partidos no sean secuestrados por caciques ni dirigentes alérgicos a la apertura y al escrutinio de la sociedad”, dijo.
Vargas precisa que el país también requiere de “acciones encaminadas a promover la competitividad de las empresas dominicanas. La primera de ellas deber ser solucionar definitivamente la situación de déficit permanente y creciente del sector eléctrico. Debe garantizarse la seguridad jurídica a las inversiones y desmantelarse todas las trabas que limitan la inversión nacional y extranjera, especialmente, aquellas que entorpecen el turismo, el principal sector de desarrollo de la economía dominicana”.
“Ese es mi compromiso con la Nación”, concluyó.
Texto completo de la exposición del Ing. Miguel Vargas, Candidato Presidencial del PRD en las pasadas elecciones, en la rueda de prensa del jueves 7 de agosto del 2008, 8:30 a.m., Hotel El Embajador.
Muy buenos días.
Les he invitado en esta mañana para transmitir a todo el pueblo dominicano, por intermedio de ustedes, amigos de la prensa, la posición de quien les habla ante la grave crisis económica, social, moral e institucional que lesiona a nuestra gente.
El desbordamiento del gasto público, como ha quedado comprobado, sobrepasó el aumento de las recaudaciones. El resultado ha sido la triplicación del déficit fiscal, según los propios estimados del Gobierno y la cuadruplicación, si tomamos los estimaciones de la calificadora Standard & Poor’s, llegando a un nivel que provoca emisión de dinero inorgánico y aumentos generalizados de precios.
Todos sabemos que ese desbordamiento del gasto público tuvo su origen en el uso y abuso de los recursos del Estado para apuntalar la candidatura reeleccionista del Presidente de la República.
Las cuentas del sector externo muestran también un deterioro alarmante, en buena parte por el aumento excesivo del gasto público que se tradujo en mayores importaciones y el resto por el aumento de los precios del petróleo y de algunos alimentos, y la caída del precio del níquel en el mercado mundial. Las pérdidas de reservas sufridas por el Banco Central y los bancos múltiples durante los primeros 7 meses del 2008 alcanzan los 800 millones de dólares, debilitando la capacidad del Banco Central de evitar una devaluación del peso dominicano.
La reacción del organismo emisor, ante el aumento de los déficit interno y externo y consecuente pérdida de reservas, ha sido la adopción de una política monetaria excesivamente restrictiva, que ha dado lugar a un aumento de más de 10 puntos porcentuales en las tasas de interés.
Todos los que tomaron préstamos para comprar vehículos y viviendas, así como aquellos que utilizan las tarjetas de crédito para el consumo, enfrentan ahora la dura realidad de un aumento de los costos del financiamiento dispuesto por el Banco Central ante la negativa del Gobierno a reducir todos los gastos superfluos e improductivos.
Y como si esto fuera poco, ahora informan a la gente, que van a subir la tarifa de electricidad, ya que el despilfarro provocado por la ambición reeleccionista, quebró al sector eléctrico, creándole un déficit de 1,300 millones de dólares. Con esta decisión, el Gobierno reducirá aún más la calidad de vida de los dominicanos y la competitividad de nuestras empresas.
A todo lo anterior se suma una crisis financiera en los Estados Unidos, que al día de hoy ha forzado a los bancos del mundo a asumir pérdidas por préstamos hipotecarios de alto riesgo ascendentes a 467 billones de dólares. A la fecha, sólo en los Estados Unidos, se ha destruido riqueza por un total de 3 trillones de dólares producto del desplome de las bolsas de valores y del precio de las viviendas de los norteamericanos.
Esta pérdida de riqueza, podría dar lugar a una desaceleración preocupante de la principal economía del mundo, si se tiene en cuenta que por cada dólar de riqueza que se pierde en esa economía, se produce una reducción en el consumo de 7 centavos de dólar.
Si los precios del petróleo vuelven a subir a la vecindad de 140 dólares el barril, la economía mundial podría entrar en una recesión que repercutiría negativamente en nuestro país, al reducir las exportaciones, el turismo y las remesas.
Lamentablemente, el Gobierno completo estaba en campaña y en vez de imponer un programa de austeridad para preparar al país ante la situación de crisis de su principal socio comercial -como lo hizo el gobierno de Costa Rica-, hizo todo lo contrario.
En la campaña el Gobierno decía que la economía estaba blindada frente a la situación externa. Ahora sabemos que mentía, que lo únicos que estaban blindados eran los funcionarios con salarios mensuales millonarios.
A pesar del abuso sin precedentes de los recursos del Estado para imponer la candidatura reeleccionista, nuestro partido y nuestra candidatura recibieron un respaldo extraordinario en las pasadas elecciones. Ese respaldo está ahí, y crece día tras día.
Ese creciente respaldo nos obliga a asumir una actitud responsable y prudente frente al país, frente a todos los que votaron por nuestra candidatura y frente a todos los que votaron por otros candidatos.
Quiero que quede claro que haremos una oposición firme a todas las iniciativas económicas del actual gobierno que tiendan a empeorar las condiciones de vida de nuestro pueblo. Al pueblo dominicano se le ha ajustado excesivamente en los últimos años. Ahora toca el turno al Gobierno. Es el gobierno el que debe ajustarse. Pero los anuncios que ha hecho no muestran una real disposición del Gobierno a hacerlo.
Pero hacer una oposición firme no implica que vamos a cruzarnos de brazos frente a las necesidades de nuestra Nación de contar con instituciones fuertes. Es por eso, que anuncio al país, que desde la posición que ocupo a lo interno de nuestro glorioso Partido Revolucionario Dominicano, vamos a trabajar intensamente para contribuir en la discusión y aprobación de una serie de reformas tendentes a fortalecer la democracia dominicana y sus instituciones.
La agenda de reformas institucionales pendientes y en la cual nos proponemos asumir nuestras responsabilidades, incluye la reforma a la ley electoral, la ley de partidos políticos, la ley de garantías electorales, las reformas tendentes a fortalecer la autonomía e independencia del Poder Judicial y del Ministerio Público en el marco de la Agenda de Transparencia y Probidad que presentamos al país en la pasada campaña electoral, y por supuesto, una reforma constitucional integral, ajustada a los nuevos tiempos y que responda al bienestar colectivo.
Frente a la gran incertidumbre generada por el Gobierno con su imprudente manejo de las finanzas públicas, que es el principal responsable de la crisis que padece el pueblo dominicano, nuestro país necesita que el liderazgo político se coloque por encima de los intereses partidarios.
Mi compromiso con el país se mantiene. Tal y como plantee en el curso de la pasada campaña electoral, los partidos políticos, los sectores empresariales, los gremios profesionales y sindicales, las iglesias, y las demás organizaciones de la sociedad civil, debemos pactar un Proyecto de Nación que detalle las acciones de políticas públicas durante los próximos 20 años a que deberán someterse los diferentes gobiernos que asuman la responsabilidad de administrar el Estado.
Un Proyecto de Nación que le permita a cada dominicana y dominicano disfrutar de los bienes materiales y espirituales de la civilización.
Nuestra firme idea sobre el Proyecto de Nación que planteamos cuando asumimos la candidatura presidencial del PRD, iba más allá de los resultados electorales.
Desde la oposición, apoyaremos todas las iniciativas económicas y sociales que tiendan a mejorar la calidad de vida del pueblo dominicano, pero que quede claro, nos opondremos firmemente a todas aquellas que tiendan a deteriorarla.
El país requiere de medidas tendentes a mejorar el ingreso real de las familias y los trabajadores, como son la creación de empleos, los ajustes salariales y la reducción del costo de la vida a través de un recorte de los impuestos más inflacionarios.
Pero requiere también de acciones encaminadas a promover la competitividad de las empresas dominicanas.
La primera de ellas deber ser solucionar definitivamente la situación de déficit permanente y creciente del sector eléctrico. Debe garantizarse la seguridad jurídica a las inversiones y desmantelarse todas las trabas que limitan la inversión nacional y extranjera, especialmente, aquellas que entorpecen el turismo, el principal sector de desarrollo de la economía dominicana.
Insistiremos también en la necesidad de que el Gobierno invierta más en educación, alcanzando al menos un 4% del PIB, como establece la ley. De igual forma, resulta imprescindible intensificar la inversión en salud, en seguridad social y asistencia social focalizada a los más pobres.
Seguiremos exigiendo que a los ayuntamientos se les entreguen los fondos que establece la ley, pues estamos convenidos de los beneficios de la descentralización a través de los gobiernos municipales, que son los que están más cerca de las necesidades y prioridades de la gente.
Para avanzar debemos acometer las reformas institucionales que permitan a los dominicanos disfrutar de una verdadera democracia. Una democracia donde el voto no se trance por unos pesos extraídos del erario público, el transfuguismo no sea moneda de curso legal en cada año electoral, la justicia no sea presa de los intereses políticos, y los partidos no sean secuestrados por caciques ni dirigentes alérgicos a la apertura y al escrutinio de la sociedad.
Ese es mi compromiso con la Nación.
Yo creo firmemente en mi país, creo en nuestra gente, y se que todos, absolutamente todos los dominicanos, nos uniremos como una gran familia, para salir airosos ante los grandes desafíos que tenemos por delante.
2008-08-08 17:17:44