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Miguel Vargas Maldonado declina aspiraciones a favor de reelección

Santo Domingo, R. D., 16 de junio 2015.- El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado anunció que declina sus aspiraciones a favor de la reelección presidencial de Danilo Medina para las elecciones del 2016.

Vargas Maldonado dijo que la decisión forma parte de un acuerdo al que Medina le propuso, y por su intermedio, al Partido Revolucionario Dominicano.

Dijo que se trata de «un acuerdo político para un Gobierno Compartido de Unidad Nacional».

Dijo que en su recorrido por el país se encontró con que la gente lo que quiere es la unidad.

«Con el oído puesto en el corazón de nuestro pueblo, y con toda responsabilidad, llegamos a la conclusión de que en este momento es más viable alcanzar esa gran unidad, en torno a la figura del actual presidente de la República, licenciado Danilo Medina», aseguró.

Dijo que formuló una propuesta para cohesionar la oposición pero que esa propuesta, aunque fue bien acogida por algunos sectores políticos, también fue vista con desdén y desprecio «por otros opositores, actores también del proceso electoral».

Sin hacer mención directa, acusó a esos sectores de traiciones y propiciar derrotas en el PRD.

«Es por eso que en esta oportunidad, ante la dispersión de las fuerzas opositoras, y a sabiendas de que en el escenario electoral de hoy se hacía muy difícil una victoria para lograr ese proyecto de nación que anhelamos, con toda responsabilidad, como dominicano que soy, y como perredeísta, decidí posponer, por ahora, mis aspiraciones, en aras de hacer realidad la agenda nacional que presentamos al país», manifestó.

Dijo que el acuerdo contempla que se lleven a cabo acciones que calificó de impostergables. «Me refiero a la aprobación de la ley de partidos políticos, y a la reforma de la ley electoral, fundamentales ambas para revestir de garantías nuestra democracia», agregó.

Aseguró que el acuerdo también contempla un pacto por la seguridad ciudadana, un pacto fiscal integral y un pacto eléctrico.

«En la vida hay momentos cruciales en los cuales los seres humanos nos jugamos nuestro destino. Este es uno de esos momentos para nuestro partido, y también para mí. Estoy seguro de que estamos haciendo lo que tenemos que hacer, lo que debemos hacer, en beneficio del porvenir luminoso de todos los dominicanos», destacó.

Dijo que el acuerdo también ofrece la oportunidad de que «nuestros compañeros perredeistas pongan al servicio del país su vocación de trabajo en el ejercicio de sus próximas responsabilidades en lo congresual, lo municipal y lo gubernamental».

Anunció que desde este momento se pone al frente, y asume la dirección de la campaña electoral del PRD. «Voy a recorrer el país para apoyar a nuestra alianza y también a todas las candidaturas del PRD en todos los niveles», concluyó.

El discurso integro de Miguel Vargas Maldonado

Pueblo Dominicano.

Compañeras y Compañeros.

Muy buenas noches.

Comparezco hoy ante el país, para reafirmar mi sagrado compromiso, y el de nuestro partido, con el bienestar, la prosperidad y los mejores intereses nacionales.

Me dirijo a ustedes con el propósito de informar a los dominicanos y a la familia perredeísta, sobre una decisión estratégica de gran trascendencia histórica, que va a definir el porvenir de la República Dominicana: El presidente Danilo Medina me propuso, y por mi intermedio, al Partido Revolucionario Dominicano, un Acuerdo político para un Gobierno Compartido de Unidad Nacional.

Hace algunos meses el PRD presentó mi Candidatura Presidencial. Desde entonces hemos recorrido el país, para llevar a cada rincón un mensaje que todo perredeísta quiere escuchar: que el PRD llegue al Poder, para resolver los grandes problemas que afectan a nuestra gente.

Poco después, invitamos al pueblo dominicano a que nos hiciera saber sus necesidades, sus inquietudes, sus propuestas. Los dominicanos aceptaron con entusiasmo, y nos hablaron a través del movimiento social #Dímelo.

Fueron miles los que nos expresaron, básicamente, dos cosas: Una, que en nuestro país aún persiste la exclusión. Y la otra, que para lograr la inclusión, los dominicanos necesitamos una gran unidad.

Con el oído puesto en el corazón de nuestro pueblo, y con toda responsabilidad, llegamos a la conclusión de que en este momento es más viable alcanzar esa gran unidad, en torno a la figura del actual presidente de la República, Licenciado Danilo Medina.

Con el propósito de impulsar esa idea de unidad, en octubre del 2012, mucho antes de que el Presidente Medina nos planteara este Acuerdo de Gobierno Compartido de Unidad Nacional, ya habíamos propuesto la creación de un frente electoral opositor, que denominamos Bloque de la Esperanza José Francisco Peña Gómez, basado en una agenda común para hacer realidad un modelo de desarrollo incluyente.

Aquella propuesta fue bien acogida por algunos sectores políticos, y, lamentablemente, vista con desdén y desprecio por otros opositores, actores también del proceso electoral.

Esos actores fueron, precisamente, aquellos que en 1996 se unieron a nuestros contrarios, con el perverso argumento de que José Francisco Peña Gómez, amenazaba las raíces de nuestra nacionalidad.

Son los mismos individuos que en el 2008 atentaron contra mi candidatura presidencial, e impidieron el triunfo de nuestro partido.

Los mismos que en el 2010 fueron los responsables de que el PRD no lograra ni un solo Senador, a pesar de haber sido el partido más votado.

Los mismos que en el año 2011 trastornaron la voluntad de los perredeistas en la Convención Interna, con la malsana intromisión de militantes de otros partidos, evitando así que el PRD alcanzara el poder en el 2012.

Los mismos que, luego de las elecciones del 2012, asaltaron y destruyeron nuestra Casa Nacional, e intentaron, sin éxito, destruir al PRD.

Y son los mismos, que en este 2015, rechazaron toda posibilidad de concertación con el PRD para unificar a la oposición.

El objetivo fundamental del PRD, desde su nacimiento, ha sido siempre promover las reformas indispensables que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida.

Es por eso que en esta oportunidad, ante la dispersión de las fuerzas opositoras, y a sabiendas de que en el escenario electoral de hoy se hacía muy difícil una victoria para lograr ese proyecto de nación que anhelamos, con toda responsabilidad, como dominicano que soy, y como perredeísta, decidí posponer, por ahora, mis aspiraciones, en aras de hacer realidad la agenda nacional que presentamos al país.

En el 2013 acudimos al Palacio Nacional para llevar al Presidente de la República catorce propuestas, relacionadas todas con la solución de los grandes problemas nacionales, y también para poner a su disposición nuestra colaboración.

Ante esta realidad, estimamos conveniente que el país recuerde que el doctor Peña Gómez fue un abanderado de la concertación, y que a ella entregó sus mayores esfuerzos. Que llegó, incluso, a sacrificar la Presidencia de la República, ganada en los comicios generales de 1994, para evitar los tormentos que le causaría a la sociedad dominicana un enfrentamiento con la fuerza gobernante de entonces.

Recordemos que veinte años antes, en 1974, había propuesto ya el Acuerdo de Santiago, bajo el esquema de la integración de todas las fuerzas opositoras, más allá de las diferencias ideológicas, desde la izquierda revolucionaria, encarnada en el MPD, hasta las fuerzas más conservadoras de aquella época, representadas por su líder militar, el General Elías Wessin y Wessin, quien fue el candidato vicepresidencial de Don Antonio Guzmán Fernández.

Posteriormente, concitó otra gran alianza electoral, que llevó a nuestro partido al poder en el año de 1978, cuando derrotó dramáticamente la candidatura presidencial del Dr. Joaquín Balaguer, que lucía invencible.

Peña Gómez dio otra demostración de desprendimiento y espíritu de concertación, cuando en 1990 ofreció el decidido respaldo del PRD a su maestro, a Juan Bosch y al Partido de la Liberación Dominicana.

En los comicios sucesivos de 1994 y 1996, el líder de nuestro partido volvió a dar ejemplo de desprendimiento y concertación, cuando conformó el Acuerdo de Santo Domingo, que reunió partidos, movimientos y voluntades, en torno a una propuesta concreta de gobierno compartido, llevando como candidato Vicepresidencial al destacado dirigente reformista, Licenciado Fernando Álvarez Bogaert. Ese acuerdo recibió el respaldo mayoritario del pueblo dominicano.

Como hemos visto, a lo largo de toda su historia, el PRD se ha caracterizado por su espíritu de concertación, inspirado siempre en los mejores intereses nacionales.

Conviene recordar que acuerdos similares han sido muy exitosos en varias naciones de nuestra América Latina, y también de Europa, cuyas organizaciones políticas fundamentales, en algún momento antagónicas, decidieron establecer una agenda común para enfrentar y solucionar juntos las grandes dificultades de sus respectivos países.

Compañeras y Compañeros.

Desde que asumí el liderazgo del Partido Revolucionario Dominicano, he procurado hacer realidad la visión de Estado que encarna el ideario peñagomista, cuyo principio de unidad nacional se manifiesta claramente en la tesis de gobierno compartido, plasmada en sus discursos y en sus proyectos de gobierno.

Esas enseñanzas de nuestro líder nos guían en este momento histórico, en el que hemos aceptado la propuesta del Presidente Danilo Medina, para participar aliados en un Gobierno Compartido de Unidad Nacional.

El acuerdo se fundamenta en un proyecto de nación que exige el compromiso del PLD, el PRD, del Presidente Medina, y del mío propio, para impulsar los cambios que ha venido proponiendo nuestro partido, y que son un clamor nacional.

Los cambios a los que se refiere este acuerdo apuntan, por una parte, a la transformacion y modernización del Estado, y por la otra, a la aplicación de politicas públicas para promover la inclusión social de todos los dominicanos.

En cuanto a la modernización del Estado, nos comprometemos a concertar medidas que son impostergables para nuestra nación.

Me refiero a la aprobación de la ley de partidos políticos, y a la reforma de la ley electoral, fundamentales ambas para revestir de garantías nuestra democracia.

Un pacto por la seguridad ciudadana, para la tranquilidad y el sosiego de la familia dominicana.

Un pacto fiscal integral, que estimule la competitividad económica.

Un pacto eléctrico, que garantice el suministro confiable de energía para todos los dominicanos, y que elimine el insostenible déficit energético, que tanto daño hace a nuestra economía.

En lo concerniente a la inclusión social, hemos presentado las siguientes doce propuestas:

UNO. Aplicar políticas públicas para alcanzar un aumento anual efectivo de empleos formales y de calidad en el sector privado.

DOS. Establecer una escala por ley para incrementar significativamente el porcentaje del Producto Interno Bruto a ser aplicado al presupuesto del sector salud.

TRES. Asignar un porcentaje adecuado del presupuesto de educación a la capacitación de los maestros y demás servidores del sistema educativo, para mejorar la calidad de la enseñanza.

CUATRO. Aplicar políticas efectivas para aumentar el número de viviendas, en beneficio de la clase media y de los sectores más pobres en todo el territorio nacional, y reducir así el deficit habitacional, contemplando las siguientes medidas:

Construir 5,000 viviendas y soluciones habitacionales en el Distrito Nacional y en la provincia de Santo Domingo; construir 3,000 viviendas en la provincia de Santiago; y construir de 400 a 800 viviendas en cada una de las otras 29 provincias, conforme a su población.

Adicionalmente, impulsaremos la creación de un fondo social para la construcción de viviendas de bajo costo, al igual que un programa masivo de titulación de propiedades.

Con estas medidas serán beneficiadas miles de familias en todo el país.

CINCO. Hacer las gestiones necesarias para asegurar el suministro nacional de electricidad, tomando en cuenta el desarrollo de energías alternativas.

SEIS. Aplicar políticas que modernicen el transporte público, y dar los pasos necesarios para construir un ferrocarril de pasajeros y carga, desde el Puerto de Haina hasta Puerto Plata, pasando por las principales ciudades. Una obra susceptible de ser concesionada sin ningún costo para el Estado dominicano.

SIETE. Dinamizar el campo dominicano, ampliando el financiamiento para los proyectos agropecuarios, y la ejecución de políticas eficaces de extensión y distribución de semillas mejoradas.

OCHO. Ampliar a todo el territorio nacional la cobertura del programa de emergencias 9.1.1.

NUEVE. Aplicar una adecuada política de desarrollo turístico, para alcanzar la meta de 10 millones de turistas cada año, mediante el fortalecimiento de los polos turísticos existentes, y el desarrollo de nuevos destinos ecológicamente sustentables, tales como Bahía de las Águilas, Los Corbanitos, la zona de Bayahibe hasta Palmilla y la provincia de Montecristi.

DIEZ. Fortalecer las leyes y los mecanismos que garanticen total transparencia en el gasto público, para eliminar la corrupción en todas sus manifestaciones, y garantizar la seguridad jurídica en el país.

ONCE. Promover la alianza pública privada para el desarrollo de grandes proyectos que beneficien al país, utilizando la fortaleza y voluntad del estado, junto con las capacidades técnicas y económicas del sector privado.

DOCE. Exigir el debido respeto a la soberanía nacional, poniendo en primer lugar la dignidad y la defensa de nuestro país, y ejecutar un amplio programa económico y social de seguridad y desarrollo fronterizo.

Con la aplicación de estas propuestas, sentaremos las bases para hacer de nuestro país una sociedad más justa e incluyente, compuesta por ciudadanos independientes del estado, ciudadanos propietarios y empoderados de sus bienes, y de sus derechos individuales.

Atención especial nos merecen los temas relativos a la familia, a la mujer y a la niñez. Tenemos la obligación de fomentar una cultura de respeto a la seguridad, integridad física, y dignidad de nuestras mujeres.

Lo más provechoso para el presente y el futuro de la nación, y del Partido Revolucionario Dominicano, es promover el gobierno compartido de unidad nacional que hoy nos proponemos.

Todos sabemos que nuestra aspiración era que ese Gobierno Compartido de Unidad Nacional fuera encabezado por el Partido Revolucionario Dominicano. Ante todo, por el compromiso histórico de nuestro partido de producir los cambios para satisfacer las grandes necesidades de nuestro pueblo, y también para honrar la memoria de nuestro líder, que soñó con la transformación de la sociedad dominicana.

La posposición de mis aspiraciones presidenciales se corresponde con los principios que fundamentaron aquella propuesta de apoyo de Peña Gómez al profesor Bosch en el año de 1990, y constituye otra muestra de que, cuando la necesidad histórica así lo demanda, ponemos los intereses del pueblo dominicano por encima de cualquier interés particular o apetencia personal, por muy atractiva que sea.

En la vida hay momentos cruciales en los cuales los seres humanos nos jugamos nuestro destino. Este es uno de esos momentos para nuestro partido, y también para mí. Estoy seguro de que estamos haciendo lo que tenemos que hacer, lo que debemos hacer, en beneficio del porvenir luminoso de todos los dominicanos.

Este acuerdo también ofrece la oportunidad de que nuestros compañeros perredeistas pongan al servicio del país su vocación de trabajo en el ejercicio de sus próximas responsabilidades en lo congresual, lo municipal y lo gubernamental.

La implementación de este Acuerdo de Gobierno Compartido de Unidad Nacional, se hará de manera pública y con total transparencia, como ha sido siempre nuestro proceder.

Pueblo Dominicano, hoy afirmo que este acuerdo abre la puerta hacia el futuro para construir la República Dominicana segura, soberana, próspera e incluyente que todos queremos ver.

Convoco a cada uno de mis compañeras y compañeros, y a todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, a asumir con pasión la gran oportunidad que tenemos por delante, y a promover con entusiasmo este Acuerdo de Gobierno Compartido de Unidad Nacional.

Anuncio que desde este momento me pongo al frente, y asumo la dirección de la campaña electoral del PRD.

Voy a recorrer el país para apoyar a nuestra alianza y también a todas las candidaturas del PRD en todos los niveles.

A votar blanco, en la casilla número 1, marcando el jacho del Partido Revolucionario Dominicano.

¡Que viva la República Dominicana!

¡Que viva el Partido Revolucionario Dominicano!

¡Que viva la memoria histórica del Dr. José Francisco Peña Gómez!

¡Que Dios bendiga a nuestro pueblo!

2015-06-15 23:20:46