POR EFE
PANAMA CITY, FLORIDA
El presidente Barack Obama defendió el sábado en la Florida el turismo y la producción local, que han sido fuertemente golpeados por el derrame de petróleo en el Golfo de México.
«Quiero subrayar que como resultado de los esfuerzos de limpieza, las playas de toda la costa del Golfo están limpias, son seguras y están totalmente abiertas al público», dijo Obama junto a su esposa, Michelle, y su hija menor, Sasha, con quienes pasa unas breves vacaciones en Panama City.
«Esta es una de las razones por las que Michelle, Sasha y yo estamos aquí», aseguró el mandatario, que invitó a todo el mundo a conocer la zona porque «es un lugar precioso para visitar».
En esta ocasión sólo les acompañó Sasha, que lucía un vestido blanco con un fajín rojo, ya que su hermana, Malia, está en un campamento de verano, pero a la cita tampoco faltó la mascota presidencial, el perro de aguas portugués «Bo».
Obama inició así una breve estancia de dos días, y su quinto viaje a la Florida desde que se inició el desastre, que incluye una reunión con empresarios locales para hablar sobre el impacto del vertido en la zona, a los que aseguró que no descansará hasta que todos los daños sean reparados.
Obama dijo saber que los residentes se han visto frustrados por la lentitud en el pago de reclamaciones por parte de un fondo de $20,000 millones de BP para los damnificados, y se comprometió a resolverlo.
«Toda demora, ya sea por parte de BP o por quienes manejan el nuevo fondo, es inaceptable, y seguiré presionando para acelerar esas reclamaciones», afirmó.
Aunque ya no salga petróleo del pozo, «no estaré satisfecho hasta que el medioambiente sea reparado, no importa cuánto tiempo nos lleve».
El derrame de millones de barriles de petróleo de la empresa BP en el Golfo de México, a raíz de una explosión en la plataforma Deepwater Horizon el pasado 22 de abril, produjo el cierre de numerosas playas y puso freno a la producción pesquera en grandes partes de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida.
Sin embargo, desde finales de julio, 67,339 kilómetros cuadrados han sido reabiertos para la pesca y otros 12,949 serán reabiertos la próxima semana.
Como gesto, el pasado domingo se sirvieron camarones de la zona durante en una barbacoa celebrada en la Casa Blanca para celebrar el cumpleaños número 49 del mandatario.
No obstante, Obama aseguró que el gobierno seguirá realizando las pruebas necesarias para asegurarse de que tanto las aguas como la pesca son seguras y se comprometió a seguir trabajando «hasta el final» para paliar los daños «sin importar cuánto nos lleve».
«Vamos a estar aquí no sólo hasta que el pozo esté totalmente sellado y el crudo totalmente limpio, sino hasta que se hayan recuperado de todo el daño causado. Este es mi compromiso», subrayó.
El derrame, apuntó, no sólo ha sido el mayor de la historia de Estados Unidos, sino el más complejo tecnológicamente, por la dificultad que ha tenido sellar el pozo, labor en la que se ha empleado a los mejores científicos del mundo.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó el viernes que este viaje era ??una oportunidad para destacar que esta importante región del país sigue bien y abierta a los negocios».
Desde que se produjo el accidente, Obama ha pedido a la opinión pública que no dé la espalda al turismo en el Golfo de México, e incluso ha insistido en la seguridad del consumo de mariscos provenientes de sus aguas.
Obama regresará a Florida el próximo miércoles para apoyar al legislador Kendrick Meek, que busca la nominación demócrata por ese estado al Senado frente a su principal rival, el multimillonario Jeff Greene, en las primarias del 24 de agosto.
Estas no serán las únicas vacaciones de la familia Obama que, a partir del próximo 16 de agosto, pasará diez días en Martha’s Vineyard, una isla exclusiva en las costas de Massachusetts.
2010-08-15 03:45:58