Los presidentes Bolivia, Argentina y Uruguay rechazaron el intento de golpe de Estado por parte de sectores de la oposición y de los organismos de defensa y seguridad de esa nación Suramérica al presidente de Ecuador, Rafael Correa.
En tanto, la presidenta Cristina Fernández rechazó «de manera categórica» la tentativa de golpe de Estado que «fuerzas militares y policiales» desarrollan en contra del presidente de Ecuador, Rafael Correa Delgado.
La postura presidencial fue conocida poco después a través de un comunicado oficial en el que se consigna que «el Gobierno de la República Argentina rechaza de manera categórica la sublevación de fuerzas militares y policiales que ponen en riesgo las instituciones democráticas en Ecuador.»
«La República Argentina condena estas acciones desestabilizadoras y respalda al gobierno constitucional del presidente Rafael Correa», agrega el texto que más adelante sostiene: «América Latina no acepta más ataques a la democracia ni intentos de burlar la voluntad popular que se manifiesta en las urnas.»
En ese contexto, las autoridades de este país aseguran que estarán «al frente de la defensa de la democracia y los derechos humanos conjuntamente con los países hermanos de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) y Mercosur (Mercado Común del Sur).
Presidente uruguayo expresa respaldo a Rafael Correa
Mientras que, El presidente de Uruguay, José Mujica, transmitió su apoyo al gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, que sufre una insurrección policial, informó el vicecanciller de Ecuador, Kintto Lucas.
«Acabo de hablar con el presidente Mujica que nos dio todo su respaldo», informó Lucas al portal periodístico «Montevideo».
Lucas señaló desde Quito que su gobierno tenía «indicios de que había gente que se estaba moviendo pero no nos imaginamos que se iba a dar ahora», expresó en alusión a una revuelta de fuerzas policiales.
«Utilizaron la excusa de una ley», indicó el funcionario.
Explicó que «se ha levantado la policía» y hubo «la toma de un cuartel y la ocupación de algún otro. Hay todo un azuzamiento de algunos sectores vinculados con (el ex presidente) Lucio Gutiérrez».
«Están queriendo generar las condiciones para que se consolide un Golpe de Estado, si bien ahora la gente está movilizada apoyando al gobierno, también hay en algunas ciudades disturbios, al no haber policías en las calles», comentó Lucas.
Asimismo, el gobierno de Bolivia expresó su enérgica condena contra la «conspiración política» a la administración del presidente Rafael Correa y ratificó su respaldo a la democracia de Ecuador, país que desde hace unas horas enfrenta las protestas de grupos policiacos y militares.
«Esta vergonzosa conspiración, alentada por políticos que no gozan del apoyo del pueblo, tiene una clara intención de culminar en un golpe de Estado que irrumpa el proceso revolucionario que vive Ecuador», señaló la carta suscrita por el presidente boliviano, Evo Morales.
El mandatario expresó en su carta, dirigida a su colega ecuatoriano, que los sucesos vividos durante la jornada en ese país suponen un «intento de golpe de Estado» por parte de la oposición.
Tras ello, precisó que la sublevación de los policías y militares es «una conspiración que se ha venido preparando desde hace tiempo».
En su misiva, Morales Ayma afirmó que los hechos en Ecuador son un nuevo intento por evitar con la violencia, como ocurrió en Honduras, el imparable crecimiento del cambio revolucionario en América Latina y los países que integran la Unasur y la ALBA.
«Bolivia rechaza estos afanes golpistas en el Ecuador y ratifica su total respaldo a la democracia, al pueblo y la presidente Correa», razón por la cual el mandatario manifestó que la disposición de su gobierno para apoyar de cualquier manera el proceso revolucionario que vive la nación ecuatoriana.
Por su parte, el vicepresidente Alvaro García Linera, en breve contacto con la prensa, dijo que el mandatario Morales está preocupado por la situación en Ecuador.
Según García, la Unasur, Mercosur, CAN, OEA y otros organismos internacionales deben pronunciarse mediante su respaldo a la democracia ecuatoriana y el rechazo a los afanes desestabilizadores que buscan derrocar a un gobierno emanado del pueblo.
De esta manera, se manifestó el gobierno de Bolivia a la crisis en Ecuador donde los policías amotinados tomaron la Asamblea Nacional y obligaron a cerrar el aeropuerto internacional de Quito.
A este grupo, se le sumaron al menos 120 militares, aunque el jefe de las Fuerzas Armadas expresó su apoyo al presidente.
El origen de las protestas en el país andino es la medida del gobierno de suspender condecoraciones y beneficios salariales al personal policial.
Ante esta situación crítica, el gobierno ecuatoriano decretó el estado de excepción en todo el territorio nacional y delegó a las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país.
2010-09-30 20:32:26
