Washington.-Los norteamericanos están votando hoy para renovar parte del Congreso con la perspectiva de que se producirá un fuerte avance de los republicanos, lo que complicaría la agenda política del presidente Barack Obama en la segunda parte de su mandato.
En las elecciones legislativas de hoy, se renueva la totalidad de la Cámara de Representantes, de 435 escaños, 37 de los 100 asientos del Senado, y los puestos de Gobernador en 37 estados, entre otros puestos de la administración estatal y local.
Los republicanos parten con una intención de voto del 55 por ciento, frente al 40 por ciento de los demócratas, según la última encuesta de Gallup publicada el lunes.
Las elecciones se producen en un ‘caldeado’ ambiente político, generado en parte por la pujanza del Tea Party, una red de organizaciones ultraconservadoras que ha movilizado a las bases republicanas con sus críticas al excesivo gasto público y el intervencionismo gubernamental.
La verdadera influencia del Tea Party se medirá en las urnas, a través de los resultados que obtengan los candidatos que ha respaldado, 129 en la Cámara de Representantes y 9 en el senado.
A este factor se une el propio desánimo que ha generado entre los votantes demócratas la incapacidad del Gobierno de Obama para impulsar el crecimiento económico, atenuar el desempleo -que está en el 9,6 por ciento de la población activa- y para sacar adelante algunas de sus promesas electorales.
En esta situación, los expertos aventuran una fuerte afluencia de los votantes a las urnas. Según Michael McDonald, experto de la George Mason University, la participación podría llegar a los 90millones de personas, el 41 por ciento del total del censo electoral.
Esta cifra sería récord para unas elecciones legislativas, pues superaría al anterior máximo de 86 millones de votantes alcanzado en 2006. En porcentaje también marcaría un récord, pues sobrepasaría al 41,1 por ciento de participación que se obtuvo en las legislativas del año 1994.
En general, las elecciones legislativas atraen a votar a un 30 por ciento menos votantes que en unas presidenciales. En las elecciones del 2008, en las que se eligió a Barack Obama, la participación fue de 133 millones de personas.
Las encuestas revelan para hoy un fuerte avance de los republicanos, que podrían lograr los 39 escaños que necesitan paraobtener la mayoría en la Cámara de Representantes, aunque parece difícil que sumen los 10 escaños que requeriría ganar la mayoría del Senado.
De ser así, sería la primera vez en los últimos 80 años en los que el Senado de EEUU no cambia de liderazgo al mismo tiempo que la Cámara de Representantes.
Además, se plantearía un panorama muy complicado para el Gobierno de Barack Obama, que necesita de la connivencia de las dos cámaraspara sacar adelante su programa político, especialmente en proyectos complicados como la reforma de la legislación migratoria.
Los demócratas ya han adelantado que, en un escenario de mayoría republicana en una de las cámaras, tratarán de tener una actitud más conciliadora y negociadora con la oposición.
Pero a tenor de las declaraciones que ha realizado el congresista por Ohio John Boehner, el candidato a suceder a Nancy Pelosi en la presidencia de la Cámara de Representantes si los republicanos ganan la mayoría, la hostilidad hacia los demócratas no se desvanecerá tras la campaña.
Boehner ya ha adelantado que quiere mejorar el funcionamiento de la Cámara Baja y no negociar con la Casa Blanca y los demócratas ninguna de las prioridades de la agenda política de los republicanos, que piensan defender hasta el final.
Algún candidato republicano ha llegado a sugerir la posibilidad de que los republicanos vayan a abolir la reforma de salud, el gran triunfo de Obama en la primera mitad de su mandato.
Boehner no quiso aclarar si estos son los planes. Según apuntó, «no es el momento de comprometernos a nada, pero sí diré que no podremos en compromiso nuestros principios».
2010-11-02 20:41:22