Afirman los campesinos mexicanos obtienen uno de los peores ingresos de América Latina, por lo que la pobreza alcanza a ocho de cada 10 personas
SAN LUIS POTOSÍ.- Los campesinos mexicanos obtienen uno de los peores ingresos de América Latina, por lo que la pobreza alcanza a ocho de cada 10 personas que viven en el campo, señaló el investigador Alfredo Macías Vázquez.
El también catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (Uaslp), dijo que esta situación se presenta a pesar de que México ocupa uno de los primeros lugares en ingreso per cápita en América Latina.
Asimismo, dijo, el país invierte la mayor cantidad de recursos públicos en el sector agropecuario que cualquier otra nación del continente.
Mencionó que en el país, “ocho de cada 10 familias que viven en zonas rurales tienen al menos a uno de sus integrantes viviendo fuera de la comunidad”.
Asimismo, subrayó, en los últimos 20 años, 77% de la disminución de la pobreza rural, con respecto a la urbana, se debe a la migración.
Consideró que la baja participación agropecuaria en el Producto Interno Bruto (PIB) no permite que bajen al campo los efectos sobre el ingreso del crecimiento económico, y que la tasa del PIB agropecuario sea sensiblemente inferior a la del PIB nacional.
Mencionó que en el contexto de la apertura comercial y del proceso de globalización, y de las políticas de subsidios agrarios en los países desarrollados, los pequeños productores rurales han experimentado pérdidas económicas.
Precisó que dicha situación es incentivada además porque las políticas públicas de promoción de las exportaciones favorecen sobre todo a los grandes productores y han aumentado la competencia en el mercado interno.
El catedrático universitario mencionó que en el norte del país se desarrollan sistemas productivos modernos con altos niveles de inversión y difusión de tecnologías, mientras que en el sur los productores son normalmente tradicionales.
“Son los que más han perdido -productores del sur- por la caída de los precios agrícolas sobre el mercado nacional, provocando inestabilidad en el consumo, por el efecto empobrecedor del riesgo”, expresó.
Consideró que la clave para contrarrestar la marginación no está sólo en descubrir las potencialidades ocultas y ponerlas en manos de los productores marginados, sino en revertir los mecanismos de exclusión, considerando la posibilidad de un desarrollo sustentable.
El investigador aseguró que “el campo real mexicano se caracteriza por la existencia de mercados imperfectos y segmentados, por la persistencia de transacciones informales, de redes sociales y sanciones tradicionales, y por la desigualdad y la inequidad”.
2006-04-27 10:05:03
