La integración de las empresas aéreas US Airways y Delta, cambiaría panorama de la industria
Nueva York.- La oferta por 8.000 millones de dólares hecha por US Airways para adquirir a su rival Delta no sólo implica la posible creación de una de las mayores aerolíneas del mundo, sino todo un cambio en la industria.
La propuesta para comprar a Delta, la tercera mayor aerolínea de Estados Unidos, se materializaría una vez que esta compañía salga del proceso de bancarrota en el que se encuentra, algo que previsiblemente ocurrirá a mediados del 2007.
Si la intención de US Airways prospera, la nueva empresa adoptará el nombre de Delta y llegará a más de 350 destinos en cinco continentes.
La nueva compañía sería la mayor del mundo de acuerdo con las millas viajadas por pasajero, una de las medidas de rentabilidad y tamaño más usadas en la industria, pese a que seguiría por debajo de American Airlines en número de aeronaves y capacidad, y quedaría en línea con United, la segunda más grande de Estados Unidos.
US Airways, la séptima compañía aérea de EEUU, calcula que la fusión podría generar ahorros de cerca de 1.650 millones de dólares anuales, y para financiar la compra de su rival de mayor tamaño cuenta ya con una línea de crédito de 7.200 millones de dólares de Citigroup.
La oferta sorprendió hoy a Wall Street, que no esperaban que US Airways, que salió de su propia bancarrota hace un año tras fusionarse con America West, se lanzara por la compra de Delta, una empresa que se ha empeñado en mantenerse independiente en su proceso de bancarrota.
De hecho, el 17 de octubre pasado el presidente ejecutivo de Delta, Gerald Grinstein, envió una carta al presidente de US Airways en que le hacía ver que para el directorio de Delta la compra no era la mejor solución y que ésa era también la opinión de los acreedores de la compañía.
Sin embargo, analistas como John Corridore, de Standard & Poor’s, creen que la oferta es una muy buena propuesta y que finalmente los acreedores de Delta la aceptarán, lo que los haría propietarios del 45 por ciento de la nueva compañía.
El experto señaló en una entrevista con el canal de televisión CNBC que la oferta también podría desatar una serie de operaciones similares que involucren a los mayores operadores de la industria.
Para los analistas es claro que tras las pérdidas de más de 40.000 millones de dólares que experimentó la industria entre los años 2001 y 2005, las aerolíneas han llevado a cabo radicales reestructuraciones que han traído consigo un retorno de la rentabilidad, aviones más llenos y menores costos operativos.
En este sentido las fusiones se consideran un camino para seguir reduciendo la capacidad, lo que implica vuelos más llenos y la posibilidad de subir los precios de los billetes aéreos, todo lo que es altamente beneficioso para las compañías.
US Airways explicó que su intención es seguir operando las mismas rutas que actualmente cubren ellos y Delta, pero con un 10 por ciento menos de aeronaves, lo que se traduce en enormes reducciones de costos.
Por el momento, la mayor duda respecto de la oferta es la actitud que podrían tomar las autoridades, que deberán analizar la fusión y sus posibles consecuencias en los consumidores.
Pese a este riesgo, las perspectivas de que otras empresas lancen ofertas de fusión provocaba la fuerte subidas de las acciones del sector, entre ellas American, que ganaba un 4,3 por ciento a 32 dólares; United, que subía un 7,49 por ciento a 39,45 dólares, y Continental, que ascendía un 9,41 por ciento a 41,97 dólares.
Por su parte, los títulos de US Airways ganaban un 13,14 por ciento a 57,62 dólares.
Aunque Delta negocia acciones, lo hace en una bolsa alternativa dedicada exclusivamente a empresas en bancarrota, cuyos títulos suelen estar sujetos a severas restricciones judiciales, al ser por lo general activos reclamados por parte de los acreedores, y de allí que no se considere importante su variación.
2006-11-17 00:24:38