Experto exhorta a imitar política de explotación de la tierra aplicado en Taiwán
SANTO DOMINGO.-Un experto en legislación de tierra exhortó a las autoridades dominicanas a imitar los programas de desarrollo aplicado en Taiwán, basados en una apropiada política de explotación de la tierra, que involucró “una gran determinación del Gobierno” y la cooperación de los campesinos y los terratenientes.
El doctor Zacarías Payano afirmó que la riqueza de Taiwán se debe, no a un milagro como persistentemente se señala, sino “al uso correcto de la tierra”.
Payano hizo sus señalamientos en la conferencia que sobre el tema dictó en la Cámara de Comercio y Cultura Dominico-China de Taiwán, con la presencia del embajador taiwanés Eduardo Cheng, el presidente de la Cámara Gion Guey, y Wang,presidente de la colonia china en el país, la magistrado Eunice Vásquez, juez de la Corte de Apelación Civil del Distrito Nacional, entre otras personalidades, empresarios y diplomáticos.
Según el experto, las medidas del gobierno de Taiwán contemplaron que los impuestos que debían pagar los propietarios de la tierra los compelían a que tuvieran que cultivarla de manera obligatoria o cederla a otra persona.
En tal sentido, si la tierra es urbana no cultivada, “el cobro es de 40 a 60% del valor real de la propiedad, valores que son dados por una comisión del Estado de acuerdo con una serie de referencias preestablecidas”.
Precisó que si los terrenos en zonas urbanas no están en uso, se les cobra un impuesto de dos a cinco veces el valor del impuesto normal de la tierra, lo que induce a la población a mantener sembrados los alrededores de sus viviendas.
“Al lado de cada edificio que existe se cultiva arroz o vegetales, sin que nunca esté yermo, lo que ha hecho que el cultivo aumente cada vez más en la población”, subrayó Payano.
Sostuvo que en la aplicación de estos programas ha habido una gran determinación del Gobierno, con una apropiada preparación y planificación de cada uno de los proyectos, gracias a la cooperación de los campesinos y los terratenientes.
Payano destacó que los taiwaneses demostraron que cuando se quiere se puede, que las imposibilidades solo están en las mentes de las personas, que en el diccionario solo el éxito esta primero que el trabajo y que la diferencia para ganar “nos la da la buena actitud”.
“Al padre de la patria Chian Kai-shek, quien dijo que la tierra es para quien la cultiva, se debe el desarrollo agropecuario que ha tenido ese gran país en las últimas cinco décadas”, expresó.
Dijo que el desarrollo taiwainés se logró “después de adoptar una política de reforma agraria que le facilitó convertir la agropecuaria en el sector fundamental para el avance que exhibe en la actualidad, es un paradigma para todo el mundo”.
Explicó que el plan consistió en la distribución de la tierra, basado en la ideología del fundador de la Republica de China, en 1912, doctor Sun Ya-sen, estableciendo que los campesinos trabajadores debían beneficiarse del esfuerzo de su trabajo, y por un elevado rendimiento de la producción.
“El respeto (del plan) por parte del Gobierno fue importante, tanto de los terratenientes como de los arrendatarios, aplicando métodos pacíficos y escalonados para convertir en realidad la implementación de una auténtica reforma agraria”, enfatizó.
Payano dijo que esa política se logró una mejoría sustancial del nivel de vida de los campesinos y una regularización del sistema de arrendamiento, lo que permitió, a su vez, un aumento de la producción agrícola, estabilizando el orden social de los campesinos.
Señaló, asimismo, que al producirse una rebaja en el arrendamiento de la tierra en 1949, los campesinos comenzaron a comprárselas a los terratenientes, por medio de créditos gubernamentales.
El especialista significó que los beneficios obtenidos por los campesinos “trajeron como consecuencia que en el año 1989, más de 80 mil hectáreas habían sido compradas por los antiguos arrendatarios a los terratenientes, originando que los campesinos al ser dueños hicieran mayores inversiones y aumentaran la producción agrícola”.
Indicó que frente al éxito alcanzado por la reducción de los arrendamientos, el Gobierno de Taiwán promulgó una ley que autorizaba a las autoridades de turno a vender las tierras propiedad del Estado a los campesinos.
Precisó que la ley contemplaba también la compra obligatoria a los terratenientes por parte del Estado, de toda la tierra en arrendamiento y con vocación agrícola, para vendérsela a los campesinos.
Como los campesinos no tenían recursos para comprar los terrenos, la amortización se hacia con un 70% en especies, en 20 cuotas cada seis meses en un periodo de 10 años, a una tasa de 4% anual y el 30% restante en acciones de cuatro empresas productivas propiedad del Estado.
Las empresas eran las corporaciones de Papel, Industrial y Forestal, Industrial Minera y de Cemento de Taiwán, las que varios años después el Gobierno vendió a los terratenientes de donde proviene el desarrollo industrial de esa nación, refirió Payano.
2006-12-03 21:10:03
