Economia

El libro Economia Financiera: Un Enfoque Bancario

El libro  Economia Financiera: Un Enfoque Bancario

En la primera parte de su libro Economía Financiera: Un enfoque bancario, subtitulada: La Política Económica y el Mercado Financiero, el intendente de Bancos, licenciado Daris Javier Cuevas, sostiene que la globalización de los mercados financieros y la innovación financiera han provocado la aparición de nuevos instrumentos en el mercado financiero, lo que obliga a una reorientación de la política económica en cada país y, por tanto, crea un desafío permanente a las autoridades económicas correspondientes, y además, conlleva a que se actúe con mucha cautela al  ejecutar las estrategias económicas.

 Igualmente, el autor sostiene que el desarrollo de las finanzas internacionales, en lo adelante, será el factor determinante para la dinámica cambiaria y financiera de las economías. Eso se acentúa más con la desregulación y desarrollo tecnológico,  que  es la base sobre la cual se sustentan en la  actualidad los mercados financieros pues todo esto ha modificado su MODUS OPERANDI,  y establece que a los gobiernos, a través de los respectivos bancos centrales,  se les dificulte el control de la oferta monetaria.

Cuevas establece una relación estrecha entre la estabilidad del sistema financiero y el crecimiento económico. Pondera que en los períodos en que la economía dominicana registra una expansión apreciable es donde la banca nacional exhibe mejores indicadores y que las operaciones  de préstamos y depósitos se incrementan y hacen que la penetración financiera sea muy pronunciada como es el caso del año 1999, donde  alcanzó un 54.3 por ciento.

En tal sentido, destaca que el crecimiento económico tiene un impacto muy importante en el negocio bancario, ya que en tiempos de desaceleración de la economía peligra la estabilidad financiera y puede llevar a las entidades de intermediación al colapso.

La Segunda Parte, el autor la dedica al Sistema Monetario Internacional, donde resalta que la salida del EURO como moneda de circulación en el Mercado Europeo y en el mundo, fue el acontecimiento Monetario más trascendente de finales del siglo XX y principio del siglo XXI, ya que esta divisa entró desde el inicio en abierta competencia con el Dólar Norteamericano lo que ha transformado las relaciones financieras y comerciales de los países Europeos, por la fortaleza del nuevo signo en el mercado financiero mundial.

Por otro lado, el autor de la obra Economía Financiera: Un Enfoque Bancario señala que la Unión Monetaria de Europa es un modelo sujeto a ser a ser imitado por muchas regiones, pero que en el caso de  América Latina se confunde y se piensa en la  “Dolarización”, cuyo proceso es distinto. No obstante vaticina que en los próximos 10 años esta  región estará obligada a definir el tipo de moneda que desea, ya que el nivel de pobreza que prevalece no soporta la volatilidad en la tasa de cambio y   la diversidad de signos monetarios débiles con tendencia a la devaluación, “que a la larga son los mejores aliados a la expansión de la pobreza, y Latinoamérica no puede darse el lujo de seguir agregando más pobres a los ya existentes”.

 Subraya que la desregulación financiera ha permitido un notable incremento de la movilidad internacional de  capitales, y por ende, una mejor aplicación de los recursos a escala mundial, así como mayor diversificación  de riesgo y un estimulo al crecimiento de las economías de los mercados emergentes. Sin embargo, puntualiza que la desregulación y la liberalización financiera de los sistemas financieros nacionales  incrementan la competencia en los mercados locales y han promovido las recientes crisis bancarias, como son los casos de México y Argentina,  que son las únicas que pueden considerarse propias de la globalización.

Establece que el proceso de globalización financiera es muy significativo, lo cual es mas notorio a través de la modificación que registra el mercado financiero tanto en el tamaño de los activos de las entidades financieras, distribución del mercado, como en la consolidación bancaria a través de las mega fusiones en Estados Unidos y los mercados emergentes. En tal sentido resalta la penetración de los bancos extranjeros en América Latina, donde el Citibank ha llegado a alcanzar activos por 28 mil millones de dólares en 26 países, y el Banco de Boston 14 mil millones de dólares en seis países, en tanto que el Banco Santander está establecido en Argentina, Perú, Venezuela, Chile, México y Colombia, con tendencia a la expansión.

El licenciado Cuevas señala, empero,  que estos mismos países desde hace tres décadas se han convertido en fuertes receptores de grandes capitales, promotores de reformas económico-financieras, y han promovido la  liberalización financiera, lo que explica el nivel de profundización financiera que se registra en la región en la actualidad.

En la Tercera Parte, analiza las ventajas y desventajas que representa la dolarización para un país. Entiende que no es la mejor opción para superar la etapa de subdesarrollo y de malestar económico ancestral. Puntualiza que las naciones que la han asumido no han superado su situación de pobreza y de perturbaciones inflacionarias. Que esa medida solo conduce a la desactivación del riesgo cambiario y expone a los países que la implementan a los vaivenes del shock externo y las crisis y contracción del capital financiero.

Con mucha profundidad, el autor analiza la Evolución y Reforma de la Banca Dominicana en la Parte Cuatro. Ahí puntualiza que la situación económica por la que atravesó la economía nacional desde 1844 hasta finales del siglo XIX motivó que la banca dominicana iniciara en la primera década del siglo XX, estimulada por la presencia de  bancos de capital extranjero. Pero hubo que esperar hasta los primeros años de la década de los sesenta para que el capital nacional se desarrollara en  el sector bancario. Aunque ya el Estado se hacia presente en la banca con la creación  de los bancos de Reservas y Agrícola desde finales de los años treinta. Sin embargo, curiosamente no se ha verificado ninguna vocación estatal por expandirse en el Sector Bancario y que este rol ha sido conducido por el sector privado local ya que la banca extranjera  ha sido muy tímida en el país.

Por otro lado, el autor de la obra economía financiera: un enfoque bancario señala que las crisis bancarias que se han registrado en el sector financiero durante las décadas de los ochenta, y noventa, hasta los primeros tres años del siglo XXI, tuvieron su origen, sobre todo, en que la Ley general de Bancos Número 708 fue muy débil ante la expansión del sector y su apertura, en vista de que el alcance de este estatuto fue concebido en 1965 para un sistema financiero muy diferente a los tiempos en que se produjeron las crisis  y que esta legislación permaneció 37 años sin modificación alguna, situación muy negativa para la promoción de un sistema saludable porque hizo que la supervisión bancaria se desarrollara con grandes debilidades.

A todo esto, el nivel de dependencia que durante ese tiempo caracterizó la Superintendencia de Bancos, dependiente de la antigua Secretaria de Finanzas, hacía que la supervisión bancaria fuera tímida y muy débil.

La ultima y Quinta Parte, Daris  Javier Cuevas la dedica a la Banca y la Supervisión Bancaria, que expresa, se justifica en la realidad de que los bancos son el epicentro del sistema de pagos, que reciben depósitos del público y asignan recursos financieros a los entes económicos.

Destaca que al supervisor bancario le corresponde evitar que los problemas de una entidad financiera impacten en la integridad del sistema de pagos y se genere una situación de carácter sistémico. Al mismo tiempo, la supervisión a los bancos procura que el supervisor esté edificado del riesgo que la entidad en cuestión tiene en el mercado donde opera y cuales son los niveles de cumplimiento  de las normativas vigentes que está llevando a cabo. Por tanto el supervisor tiene pleno conocimiento de los riesgos bancarios que asumen las entidades.

Enfatiza lo saludable que resulta para el sistema bancario que los organismos de supervisión adopten los principios de Basilea ya que estos establecen que los supervisores bancarios son prioritarios en la existencia de prácticas y procedimientos adecuados para evaluar la calidad de los activos y la suficiencia de las provisiones y reservas.

Entiende que los desafíos que enfrenta la supervisión bancaria son contribuir a mejorar la gestión de riesgo y los requerimientos mínimos de capital para enfrentar eso riesgos. Y por tanto, Basilea I y Basilea II son las herramientas fundamentales de que disponen los organismos de supervisión para promover las mejores prácticas bancarias.

Finalmente, valora como positivo que se haya reorientado la supervisión bancaria, al pasar de una Supervisión Basada en Cumplimiento a una Supervisión Bancaria Basada en Riesgo y la implementación de la supervisión consolidada. Herramientas que fomentarán una banca sana y llena de credibilidad, por  tanto competitiva en un mercado financiero cada vez más exigente.

2007-02-21 09:32:30