Economia

El discurso pronunciado por el secretario de Hacienda y gobernador por la República Dominicana ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la tercera sesión plenaria de

El discurso pronunciado por el  secretario de Hacienda y gobernador por la República Dominicana ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),  en la tercera sesión plenaria de la cuadragésima octava reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del BID y la vigésima segunda reunión anual de la Asamblea de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), el martes, 20 de marzo de 2007, en ciudad de Guatemala, Guatemala.

En nombre del Gobierno de la República Dominicana, que preside el Dr. Leonel Fernández, deseo expresar mi saludo al pueblo y Gobierno de Guatemala en la Cuadragésima Octava Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo y la Vigésima Segunda Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII). Esta es la tercera vez que la Asamblea de Gobernadores del BID sesiona en la tierra de la eterna primavera.  Guatemala fue país anfitrión en los años 1969 y 1977 y en esta ocasión nos recibe con la tradicional hospitalidad de un país hermano y, ahora también, como socio comercial con nuestra reciente entrada al DR-CAFTA, verificada el 1 de marzo del presente año.  A tiempo de agradecer la fina hospitalidad y cortesía de trato del pueblo de Guatemala, en especial de su Presidente, Oscar Berger, deseo transmitir nuestras felicitaciones por la excelente organización de este evento.



Haremos breve recuento sobre cómo la economía dominicana ha logrado sostener su nivel de crecimiento vertiginoso luego de haber salido de la crisis más profunda y significativa de los últimos 50 años.  A partir del año 2005, el país elaboró un comprensivo programa macroeconómico, acordado con el FMI bajo el marco de un acuerdo stand-by que este mes finalizaba.  Si bien este acuerdo culminaba este mes y ya los niveles de confianza en el programa macroeconómico se han consolidado, el gobierno dominicano solicitó al FMI la extensión del acuerdo hasta enero de 2008, año de elecciones presidenciales.  Si bien este programa ha implicado un fuerte ajuste para la economía dominicana, especialmente en las finanzas públicas, ha permitido la recuperación del sector privado.  Esta recuperación ha sido potenciada por la aprobación del conjunto de reformas institucionales más profundas de las últimas décadas y podría acelerarse con la entrada del país al DR-CAFTA.  En conclusión, la Republica Dominicana ha logrado, en menos de 3 años, salir de la crisis económica con una combinación exitosa de estabilidad macroeconómica y fortalecimiento institucional. 



Durante el año 2006, se mantuvo la estabilidad de precios.  Siguiendo con su tendencia decreciente desde 2004, la inflación fue de apenas 5%, y estimamos que este año se mantendrá al mismo nivel.  En un contexto de precios estables, la actividad económica creció considerablemente, principalmente las construcciones en los centros urbanos y turísticos.  El crecimiento del PIB real para el año 2006 fue de más de 10 por ciento, lo cual redujo la tasa de desempleo en casi 4 puntos porcentuales; para 2007, proyectamos que el crecimiento sea de alrededor de 6 por ciento, más cercano a nuestro crecimiento de largo plazo, lo cual continuará fortaleciendo el mercado de trabajo.  En el 2006, la demanda agregada continuó fortaleciéndose estimulada por los flujos externos de ingresos.  La inversión extranjera directa superó los mil millones de dólares por segundo año consecutivo mientras que los ingresos por turismo y remesas familiares alcanzaron alrededor de 20% del PIB.  Esto nos ha permitido absorber el choque petrolero y mantener el ritmo de crecimiento de la economía.   De manera que esperamos que estos niveles de entradas de capitales se incrementen con la entrada del país al DR-CAFTA. 



La política monetaria se ha mantenido prudente, lo cual ha permitido una reducción de las tasas de interés nominales, a partir de un mejoramiento de las expectativas inflacionarias.  Las menores tasas han redundado en un menor déficit cuasi-fiscal que ha pasado del 4% del PIB en 2004, después de la crisis financiera, a un 2.5% en 2006, y estimamos que se reduzca aún más en 2007. Con el objetivo de resolver el impacto que la crisis financiera tuvo en el patrimonio del Banco Central, el gobierno está elaborando una Ley Marco para alcanzar la recapitalización del mismo en un período de diez años. El presupuesto de este año contempla transferencias al Banco Central del 0.5% del PIB, las cuales irán incrementándose progresivamente en los años subsiguientes. 



Por el lado fiscal, el sector público no financiero presentó un déficit global de 1.0% del PIB el año pasado, principalmente por las fuertes transferencias al sector eléctrico dominicano.  En este contexto, saludamos la iniciativa del BID de apoyar el desarrollo de energías renovables y tecnologías de eficiencia energética.  Para este año, se estima un superávit de 0.5% del PIB en el sector público no financiero, en el marco de una reforma profunda de la administración financiera del Estado dominicano y de una reducción de aranceles por la entrada del DR-CAFTA. Este manejo prudente de la política fiscal pone de manifiesto el compromiso del gobierno dominicano con la consolidación de la estabilidad económica que hemos disfrutado en los últimos años.



La creación de la Secretaría de Estado de Hacienda, en diciembre de 2006, con el objetivo de concentrar los ingresos, los gastos y el financiamiento del Estado, se encuentra en el centro del proceso de reformas institucionales que el gobierno dominicano ha venido implementando.  La planificación plurianual del presupuesto, la centralización del endeudamiento público, la unificación de las cuentas del Tesoro, la transparencia de las compras del sector público, así como la modernización del sistema de control interno representan parte de las nuevas acciones del gobierno dominicano para fortalecer el marco institucional. 

En este arduo proceso de fortalecimiento institucional, el Banco nos ha apoyado activamente, destacándose importantes préstamos, asistencias técnicas y operaciones de la Corporación Interamericana de Inversiones, así como del FOMIN.  El país está profundamente agradecido por este apoyo.



La cooperación del Banco a República Dominicana se ha dirigido, principalmente, a la reforma de la administración financiera del Estado, a la formación de las bases para una regulación y supervisión bancaria más efectiva; al desarrollo del mercado doméstico de la deuda pública; al mejoramiento de la gestión del gasto social a través de la focalización de éste; a la modernización de la jurisdicción de tierras y a los programas de reforma y capacitación laboral.



En la región, la importancia del Banco es crucial sobretodo en el rol de soporte de las iniciativas de apoyo al fortalecimiento institucional de nuestros países.  La experiencia dominicana ha sido sumamente exitosa.



En ese contexto, durante el año 2006, hemos asistido a diversas reuniones con los demás países miembros del DR-CAFTA con el objetivo de lograr la armonización tributaria de la región. En ese sentido, en nuestra calidad de Presidente del Comité de Secretarios de Finanzas y Ministros de Hacienda de Centroamérica, Panamá y Republica Dominicana, quiero saludar el apoyo financiero del Banco a estas importantes iniciativas de coordinación regional.  En esta misma semana estaremos reunidos en este país para continuar con estos trabajos.



En la última década, la Republica Dominicana redujo significativamente sus barreras al comercio internacional.  La más reciente iniciativa lo constituye la entrada en vigencia del DR-CAFTA el cual presenta retos importantes en términos de competitividad de nuestro sector empresarial.  Esperamos seguir contando con el apoyo del Banco en el proceso de transición para alinear nuestra estructura productiva en el mediano y largo plazo con nuestras ventajas competitivas.



Una reciente iniciativa del Banco que queremos resaltar se refiere a la inclusión de nuestro vecino Haití en el programa de Alivio de la Deuda.  En adición, queremos manifestar nuestro apoyo a la creación de la Facilidad de Financiamiento de Oportunidades para la Mayoría (Facilidad OM) y a la adopción de la política sobre desastres naturales.



Finalmente, deseo felicitar al Presidente del Banco, señor Luis Alberto Moreno, por la claridad de sus directrices y expresarle nuestro total apoyo en relación con el “realineamiento” del Banco dentro de las expectativas de América Latina y el Caribe. 



No quiero terminar esta breve exposición sin dejar constancia de nuestro pesar con el pueblo y el gobierno de México por el fallecimiento de ese ilustre y eminente hombre público Don Antonio Ortiz Mena.

2007-03-21 12:37:52