El transporte público es una empresa millonaria
SANTO DOMINGO.- Las empresas de transporte de pasajeros integradas en los sindicatos, federaciones y confederaciones tienen ingresos entre 3 y RD$5 millones cada día, por la cuota que cobran a los vehículos que prestan este servicio en la ciudad Santo Domingo.
Este pago es adicional a la inscripción del vehículo en uno de estos grupos. Inscribir un vehículo en uno de los “sindicatos” para el transporte de pasajeros en Santo Domingo cuesta entre 5,000 y RD$200,000, dependiendo de si es un automóvil, microbús o autobús, así como si se trata de una ruta “caliente” o de muchos pasajeros, o fría, o de pocos usuarios. Luego por cada vehículo se pagan entre 30 y RD$400 por día, según informaciones recogidas entre conductores.
Cada una de las rutas es “entregada en concesión” por la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) a las empresas de transporte agrupadas en los sindicatos de choferes, federaciones o confederaciones.
Aunque es la OTTT la que concede la operación de las rutas, los sindicatos luego las subdividen y limitan el trayecto que recorre cada pasajero. Con esto, aunque aparentan acatar el precio del pasaje fijado oficialmente, realmente establecen otros valores más altos para el transporte por cada ruta. Así, el usuario se ve obligado a pagar más de un pasaje para hacer una de estas rutas.
Aunque ha sido difícil conseguir detalles precisos sobre la vida económica dentro de estos grupos, algunos datos han permitido establecer la operación económica que representan. El dominio de cada sindicato obedece a un control férreo establecido con músculos, machetes, punzones, cuchillos, pistolas, palos, piedras y tubos en mano.
Con este poder se adueñan de una esquina en cualquier parte de la ciudad, determinan una “ruta” y les cobran miles de pesos a chóferes que desean integrarse a trabajar en uno de esos sindicatos.
Rentabilidad
Los dueños de los sindicatos, para hacer atractivo el negocio, hablan con frecuencia de altas ganancias. Con este anuncio de alta rentabilidad se atrae a gente que puede adquirir un automóvil, microbús, minibús o autobús.
Los propietarios de automóviles que se deciden a participar en este negocio deben pagar entre 5,000 y RD$10,000 en rutas “frías” o hasta 30,000 en las de mayor cantidad de pasajeros. Los buses deben pagar entre 150,000 y RD$200,000 para adquirir el derecho a transitar en las rutas.
Especulación
Con cierta frecuencia los dueños o concesionarios de las rutas “cierran” la inscripción para nuevos vehículos operar en determinadas rutas, alegando que “están sobrecargadas”. Entonces, comienza un mercado especulativo en el que las concesiones ya otorgadas se venden a altos precios, en lo que se podría estimar es una subasta improvisada y en la que también ganan dinero los sindicatos.
También surge otro forcejeo con los que se deciden a trabajar en determinadas rutas “sin estar inscritos” en los sindicatos. A estos los sindicalizados los llaman “piratas”.
Es en estas circunstancias cuando se producen frecuentes agresiones y peleas con los llamados “carros piratas”. Quienes han sido autorizados por la OTTT reciben el apoyo de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y logran excluir a los “piratas” del negocio, muchos de los cuales son apresados y multados por ilegales.
El pasajero
En esta situación el pasajero tiene pocas opciones y debe aceptar, sin chistar, las condiciones, buenas o malas, que les imponen los transportistas. En los minibuses o autobuses son obligados a sentarse donde diga el “buscón” y no donde elijan o quieran. Muchos de los que se niegan a aceptar esta “disposición” son sacados a la fuerza de los vehículos.
También le ponen precio al pasaje, por encima de lo que digan las autoridades de la OTTT, la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) y otras instancias oficiales. En ocasiones cambian el precio del pasaje por sólo unas horas aprovechando la gran demanda que puedan presentar circunstancias o momentos especiales en el día.
Concesiones
En la OTTT se estima que existen 30,000 vehículos en manos de 110 operadores de rutas en todo el territorio. De acuerdo con las previsiones oficiales, tienen que someterse a “renovaciones” de estudios de factibilidad de las rutas, permisos y servicios. Pero este registro es sólo para el transporte interurbano, donde está la competencia de la OTTT.
RUTAS
El Sindicato de Transporte de Minibuses de Villa Altagracia (Sichova) por citar un ejemplo, cobra RD$150,000 de inscripción a cada vehículo. El conductor además tiene que pagar un “control” diario de 300, RD$30 por el peaje en la autopista y un promedio de RD$1,000 de combustible. Los pasajeros pagan RD$30 por asiento en las guaguas “calientes”, que hacen paradas frecuentes, y RD$40 en el “expreso”.
El sindicato impone que cada minibús debe salir de la terminal cada 15 minutos y tiene un tiempo medio establecido para estar en la sede del sindicato en Villa Altagracia. Sólo puede dar dos y tres viajes al día.
Otro ejemplo son los grupos que controlan la ruta de Los Farallones y Los Mameyes, en la zona oriental, hasta la avenida Duarte. Cobran por inscribir un automóvil RD$30,000 y pagan un control diario de 30 pesos.
Para inscribirse en la ruta 29A un microbús de 12 pasajeros debe pagar RD$30,000 y un control de RD$30 diarios.
Una ruta que lleva pasajeros a Las Caobas desde la avenida 27 de Febrero a esquina Luperón, debe comprar una inscripción de RD$40,000 y hasta 50,000. El chofer debe pagar un “control” de 15 pesos diarios.
A los microbuses de Sitrapumipe que transportan pasajeros desde Pedro Brand hasta la avenida Duarte a esquina París, se les cobra una inscripción de RD$50,000, pero aquí se le permite al “comprador” pagar “a plazos”. Empero, debe cubrir otros costos, como gastos legales, seguro médico, y otros 5 empleados que ganan RD$400 diarios.
Una vez comienza a operar debe pagar entre 40 y RD$50 al “control” diario.
En la ruta de los Girasoles, que se origina en la calle José Martí a esquina 27 de Febrero, el sindicato cobra a los interesados RD$50,000 por inscripción y deben pagar RD$170 pesos al “control”.
Poder omnímodo
En estos sindicatos no hay elecciones, como explican los conductores, el secretario general o presidente es el mismo desde su fundación y aumenta su “poder” constantemente.
Uno de estos sindicatos tiene 22 buses pequeños inscritos. Cada minubús debe pagar entre 40 y RD$50 diariamente por trabajar en la ruta entre el kilómetro 28 de la autopista Duarte, donde se origina, hasta la avenida Duarte a esquina París.
Están afiliados a un seguro médico que les proporciona el Consejo Nacional del Transporte (Conatra), que es una federación de estos sindicatos, y por el que la entidad paga RD$60,000 mensuales para tener derecho a recibir servicios en 100 clínicas de todo el país.
Los dueños
Un propietario de uno de los minibuses accedió a ofrecer detalles, pero pidió el anonimato. Asegura que su “negocio” no es rentable, aunque sí lo es para la federación.
Cobra RD$1,300 por el alquiler del vehículo que al mes serían RD$ 39,000, pero tiene que pagar RD$1,000 para mantenimiento, la reposición de neumáticos de ocho lonas cuesta entre RD$2,400 y RD$2,700, cada una de las seis que usan los minibuses.
Dijo que en una oportunidad se le fundió el motor y debió reponerlo con RD$61,000. Otros gastos son RD$1,500 del seguro de ley y 5,000 por otro seguro que cobra Conatra, 50 pesos de revista y RD$2,300 de placa.
Algunos conductores señalan que “es un sumo sacrificio, tomando en cuenta que el pasaje es de sólo RD$13”. Pero alegan que no tienen otras oportunidades y por eso persisten en este trabajo.
El dinero
Esos fondos van a parar a los “sindicatos”. Nadie conoce las cuentas finales, de acuerdo con la indagatoria que hicieron reporteros. “Sólo hay que pagarlos y ya, porque ellos venden el derecho que les dio la OTTT. Lo venden como mejor se pueda”, explicó.
MILLONARIOS
En una ocasión, respondiendo preguntas de periodistas, el director de la OTTT, Germán Peña Guadalupe dijo que la oficina cobra RD$500 por un “estudio de factibilidad” para autorizar una ruta y que los operadores obtenían millones de pesos por la explotación.
Nadie, según choferes sindicalizados, sabe qué hacen los “dirigentes o propietarios” de los grupos con los recursos que reciben anualmente por el sistema de inscripción de unidades, las cuotas diarias y otros “arbitrios” que impone la organización.
2007-04-03 14:19:36