Economia

FMI espera el fin del “boon” de la construcción hotelera en el Caribe

FMI espera el fin del “boon” de la construcción hotelera en el Caribe

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que  América Latina se resentirá también de los menores flujos de remesas y el fin del «boom» de la construcción hotelera en el Caribe.

La desaceleración de la locomotora económica estadounidense se dejará sentir en América Latina, que crecerá un 4,3 por ciento en el 2008, por debajo del 5 por ciento esperado para este año y el 5,5 del 2006, según el FMI.



Además del menor empuje de Estados Unidos, que pasará factura sobre todo a México y América Central.



El Fondo Monetario Internacional (FMI) llama también la atención, en su informe semestral «Perspectivas Económicas Mundiales», sobre el enfriamiento económico esperado en países productores de materias primas como Argentina, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela, que no lograrán mantener las elevadas tasas de crecimiento del 2006, debido a problemas por el lado de la oferta.



Así, Venezuela pasará de un crecimiento del 10,3 por ciento en 2006 al 6 por ciento en 2008, mientras que Argentina lo hará del 8,5 al 5,5.



Entre los factores que pueden empeorar la tendencia generalizada al enfriamiento, figura la posibilidad de que la turbulencia en los mercados financieros globales tenga un impacto mayor en la región.



El Fondo destaca, de todos modos, que hasta ahora ese contagio ha sido relativamente benigno, debido al fortalecimiento de las políticas macroeconómicas y a unas cuentas públicas más saneadas que han mantenido a flote la confianza de los inversores.



Aun así no es momento de echar las campanas al vuelo, ya que un debilitamiento mayor de lo esperado en EEUU reduciría la demanda de las exportaciones latinoamericanas.



México y América Central serían los más perjudicados, si ese escenario se materializa, debido a sus estrechos vínculos comerciales con Estados Unidos.



América del Sur también se vería afectada negativamente por una caída en los precios de los alimentos, los metales o la energía, que podría producirse si la demanda global se desacelera, señala el FMI.



El organismo multilateral llama también la atención sobre la apreciación de los activos y la expansión del crédito, fruto del aumento en los flujos de capitales.



Alerta, en ese sentido, de que podrían ser necesarias medidas para frenar la demanda doméstica y dar respuesta de ese modo a los temores de calentamiento económico.



El FMI cree, de hecho, que la gestión de los flujos foráneos de capital es «un desafío macroeconómico clave» para los políticos latinoamericanos.



Las previsiones apuntan que la región seguirá recibiendo considerables flujos de capitales, aunque no cabe descartar, según el FMI, una mayor volatilidad en ese frente.



El Fondo también destaca la existencia de unos tipos de cambio más flexibles que en el pasado, así como la apreciación significativa de las divisas en distintos países como resultado del dinero procedente del exterior.



En esa situación están Brasil, Colombia, Paraguay y Perú.



Entre las notables excepciones está Argentina, donde el peso ha fluctuado en una banda estrecha, debido a las intervenciones del banco central, así como Venezuela, donde el tipo de cambio ha permanecido invariable durante los dos últimos años, y la inflación ha aumentado hasta alrededor del 20 por ciento.



La región vive, por lo demás, momentos de superávit fiscal o pequeños déficit, destaca el Fondo.



La institución recuerda, de todos modos, que el gasto público se ha acelerado en algunos países, debido a los mayores ingresos fiscales fruto de un robusto crecimiento y un repunte en las exportaciones, lo que aumenta la posibilidad de calentamiento.



Especialmente preocupante sería la situación en Argentina, que ha adoptado políticas de estímulo fiscal, una coyuntura similar a la que se vive en Venezuela.



La actual expansión es la más prolongada desde los 60, lo que ha reducido la vulnerabilidad externa de la región, señala el Fondo, que anima a los gobernantes a aprovechar la actual bonanza para abordar reformas que impulsen el crecimiento de la inversión y la productividad.



Entre los obstáculos que frenan el desempeño económico están, según el FMI, la ineficiencia del sector público, las pobres infraestructuras y los elevados niveles de desigualdad en los ingresos.

2007-10-18 14:32:55