Paíno Abreu aboga por condiciones para que la banca invierta en el campo
El administrador del Bagrícola plantea que la competitividad requiere inversiones
El administrador del Banco Agrícola, ingeniero Paíno Abreu Collado, planteó la necesidad del establecimiento de un marco legislativo que permita crear las condiciones para que la banca de servicio múltiple vuelque sus recursos financieros al campo, con el objetivo de que los productores puedan invertir en nuevas tecnologías para alcanzar la competitividad en los mercados locales e internacionales.
Al exponer ante miembros y dirigentes del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) en la sede de esa agrupación, sobre la reforma del Banco Agrícola, Abreu Collado expresó que el problema que plantea para las instituciones financieras el descalce de plazos, se constituye en uno de los principales motivos para limitar el crédito hacia la agropecuaria.
A su juicio, hay que saber que las captaciones de recursos financieros del público por parte de la banca de servicio múltiple son, en su gran mayoría, de corto plazo, por lo que les resulta difícil intermediar dichos fondos hacia la actividad agropecuaria.
Dijo que el financiamiento de inversiones de desarrollo requiere de plazos más amplios y el crédito a la producción agropecuaria exige ajustar las formas de pago a la generación de ingresos, por ser estos dependientes de los ciclos de producción.
El administrador del Banco Agrícola entiende que faltan recursos necesarios para ser orientados a las áreas que tienen potencialidad de competir. Agregó que, sin embargo, hay un problema estructural en nuestro sistema financiero que impide orientar los recursos de largo plazo que son necesarios al sector agropecuario y forestal.
EL CRÉDITO
El administrador del Banco Agrícola consideró que ese obstáculo se ha constituido en el nudo gordiano del crédito agrícola, pecuario, forestal y agroindustrial, y planteó que es necesario la creación de un sistema para el fomento y financiamiento de la producción, procesamiento y comercialización agropecuaria, incluyendo un banco de segundo piso que canalice recursos para financiamiento del desarrollo agropecuario y rural.
Abreu Collado dijo que el sistema contempla también la creación de varios fondos para apoyar el seguro agropecuario y forestal, para complementar garantías o avales financieros y para cubrir contingencias a los productores que no califican para el seguro.
Explicó que los esquemas de financiamiento de los bancos de desarrollo en América Latina, especialmente los dirigidos al sector agropecuario, no presentan una plataforma uniforme, y observó que algunos países cuentan con un sistema integrado de financiamiento a la zona rural, constituido por una combinación de banca de segundo piso y de primer piso especializados.
Manifestó que muchas naciones tienen bancos de desarrollo de segundo piso especializados o multisectoriales, en tanto que otros tienen entidades agrícolas especializados o bancos públicos multisectoriales con una apreciable cartera rural.
Comentó que tradicionalmente el crédito de las entidades de intermediación financiera hacia la actividad agropecuaria ha sido muy bajo, y precisó que en los últimos años la tendencia ha sido decreciente, ya que para el 2003 destinaban el 2.3 por ciento de su cartera total hacia el sector agropecuario, mientras que para el 2007 se redujo a un 2.06 por ciento.
El administrador del Banco Agrícola estimó que ese comportamiento responde a las características de riesgo y rentabilidad de la actividad agropecuaria, especialmente por el bajo nivel de desarrollo y tecnificación de los medios de producción del sector rural.
LIMITANTES
Paíno Abreu Collado citó que entre las limitaciones en el sector están la gran cantidad de negocios pequeños y dipersos, grado de informalidad alto, respaldo patrimonial no adecuado, debilidad de las garantías, limitada rentabilidad en algunas actividades y factores de riesgos exógenos.
Afirmó que el Banco Agrícola es la principal fuente de crédito del campo en el sistema financiero, y prácticamente la única que destina sus recursos a la producción avícola y ganadera, y lo demuestra su participación el año pasado con un 48.66 por ciento de la cartera dirigida al sector.
Indicó que la participación se hace más significativa al considerar que la cartera agropecuaria de la banca privada está compuesta, principalmente, por préstamos destinados a comercialización y pignoración de cosechas, fundamentalmente de arroz y habichuelas, los cuales a pesar del elevado monto que requieren no implican riesgos significativos por tratarse de un programa cuyos costos financieros y de almacenamiento son cubiertos por el Estado.
2008-10-02 19:22:32
