Intermon Oxfam advierte sobre “nueva era de escasez”
La agencia de cooperación y la Universidad Intec lanzan estudio “De la pobreza al poder”, una mirada a lo aprendido en los últimos 10 años en unos 40 países y una reflexión sobre el futuro del desarrollo
Santo Domingo. El incesante incremento de los precios de los alimentos y de los carburantes está llevando a una nueva era de escasez, establece Duncan Green en su libro “De la pobreza al poder”, puesto a circular por Intermon Oxfam y la universidad INTEC este jueves en un nutrido acto en el que se dieron cita académicos, representantes de organizaciones e instituciones de la sociedad civil, estudiantes de las áreas sociales y dirigentes de organizaciones de sectores populares.
El libro fue presentado por Luz María Abreu, directora en el país de Intermon Oxfam, quien destacó la importancia del texto para comprender la situación en que se encuentran los sectores más vulnerables, las causas de la inequidad social y económica, así como los retos y desafíos a que están abocados los gobiernos en materia de políticas públicas para estrechar la brecha entre ricos y pobres.
En la apertura del acto el Dr. Miguel J. Escala, rector del Intec, agradeció a Intermon Oxfam la oportunidad de la realización conjunta del evento y destacó la importancia de los aportes del contenido del libro a la discusión nacional en momentos en que el país debate sobre políticas de reducción de la pobreza y proyecto de desarrollo.
En la actividad participaron también como comentaristas los economistas David Álvarez y Fabricio Gómez Mazara, quienes coincidieron en valorar los significativos aportes del documento para una mejor radiografía de la pobreza en el mundo y las políticas específicas para avanzar en su superación.
De la pobreza al poder está prologado por Armatya Sen, premio Nóbel de Economía, y ha sido lanzado por Oxfam Internacional en el marco de sus aportes para mejorar la situación de los sectores más afectados por la crisis económica, financiera y alimentaria que afecta a una buena parte de los países del mundo.
“A menos que actuemos rápidamente, la brecha entre los ‘que tienen’ y los ‘que no tienen’ crecerá sin control, exacerbando las desigualdades existentes y condenando a millones de personas más a la pobreza”, afirma Duncan Green en su libro.
El autor indica que los ingresos de las 500 personas más ricas del planeta son superiores a los ingresos de los 416 millones de personas más pobres, y señala que en el planeta hay recursos para todos, pero terriblemente mal repartidos.
“La economía global produce cada año cerca de 9,550 millones de dólares en bienes y servicios per cápita, 25 veces más de los 365 dólares anuales que definen la pobreza extrema en la que viven 1,000 millones de personas. O lo que es lo mismo, 1,000 millones de seres humanos subsisten a diario con un 4% de la riqueza global”, expone Green.
El libro de Oxfam Internacional puesto a circular este jueves en uno de los salones de la universidad INTEC, Santo Domingo es una mirada a lo aprendido de la experiencia trabajando con sectores empobrecidos en más de 100 países durante los últimos diez años y constituye una reflexión audaz acerca de cómo afrontar las próximas décadas de lucha contra la pobreza. “De la pobreza al poder. Cómo pueden cambiar el mundo ciudadanos activos y Estados eficaces” es el informe estrella que esta organización lanza cada 10 años.
El libro desafía la creencia de que el desarrollo de los países más pobres depende únicamente del comportamiento de los países más ricos, y busca demostrar que el desarrollo sólo ocurre de abajo hacia arriba, es decir, con sociedades y ciudadanos activos y con Estados eficientes que garanticen la seguridad y el cumplimiento de la ley, y que sean capaces de promover un crecimiento económico que beneficie a todos.
“Durante demasiado tiempo los expertos han cruzado los dedos esperando que el crecimiento económico por sí solo fuera suficiente para acabar con la pobreza. Pero se ha ignorado conscientemente que las desigualdades impiden que el crecimiento se traduzca en menor pobreza”, dice el informe.
Redistribución profunda
Asimismo, señala que Ahora está más claro que nunca que la única forma de acabar con las flagrantes desigualdades que han condenado a la miseria a más de 1,000 millones de personas es a través de una redistribución profunda de poder, bienes y oportunidades, afirma Gonzalo Fanjul, director de investigaciones de Intermón Oxfam (Oxfam Internacional en España).
Dos ejemplos: el mundo nunca vivió una etapa de desarrollo tecnológico, científico y económico como la de finales del siglo XX; sin embargo y a pesar de algunos avances, no fue capaz de acabar con la pobreza. A pesar de que las exportaciones de América Latina se incrementaran de los 96,000 millones de dólares en 1981 hasta los 752,000 millones en 2007, el número de pobres (entendido como aquellos viviendo con menos de dos dólares al día) se incrementó de los 136 millones a los 209 millones entre 1980 y 2005.
El libro está lleno de ejemplos de lo que ha funcionado y de lo que ha fallado en relación a la lucha contra la pobreza y cita múltiples ejemplos de cómo la movilización de la sociedad, unida a Estados democráticos y desarrollistas, han conseguido cotas de desarrollo importantes.
Hace 50 años, Corea del Sur era más pobre que Sudán. Hoy es líder industrial. Otros ejemplos exitosos son Taiwán, Botswana, Sri Lanka, un país considerado de ingresos medio bajos, tiene una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo.
De la pobreza al poder se puede considerar un manifiesto para atajar el tema de la pobreza en el siglo XXI. Supone una voz de alarma, pero también una visión lúcida de lo que tenemos que hacer y cómo hacerlo. El reto está claro: si fallamos, las generaciones futuras no nos perdonarán; si tenemos éxito, nos preguntarán por qué hemos tardado tanto, afirma Ariane Arpa, directora general de Intermón Oxfam.
Datos alarmantes
Si no se toman medidas urgentes, en 2025 habrá 150 millones de refugiados debido al calentamiento global provocado por el cambio climático.
Las desigualdades son importantes también dentro de los propios países. Un niño nacido dentro del 20% de los hogares más pobres de Gana o Senegal tiene dos o tres veces más posibilidades de morir antes de los cinco años que otro nacido dentro del 20% de los hogares más ricos. Los brasileños de raza negra tienen el doble de posibilidades que los blancos de morir de forma violenta y tan sólo un tercio de las posibilidades de ir a la universidad.
Hay recursos para todos. Según datos de las Naciones Unidas se necesitarían 300,000 millones de dólares anuales para asegurar que todos los habitantes del planeta ingresaran más de un dólar al día (la línea de la pobreza extrema). Esta cifra representa un tercio del gasto militar global anual.
Tan sólo el 1% de las medicinas que salieron al mercado entre 1975 y 1996 estaban destinadas a tratar enfermedades tropicales. Diez años más tarde, y a pesar de algunos esfuerzos filantrópicos, la disparidad se mantiene: sólo el 10% de la investigación mundial en salud (con un presupuesto de entre 50,000 y 60,000 millones de dólares) se destinó a enfermedades que afectan al 90% de la población mundial.
Por cada persona que muere por un ataque terrorista, 25 mujeres mueren durante el parto, 60 personas pierden la vida en accidentes de tráfico y 175 niños mueren de hambre.
2008-12-11 22:22:41