Economia

Palabras de Campos De Moya en entrega premio GAB

Esta actividad es un reconocimiento al ejercicio del periodismo económico. Por esto, queremos iniciarla formalmente haciendo un reconocimiento a uno de los más emblemáticos periodistas de República Dominicana, quien falleciera esta semana: don Rafael Molina Morillo. Como decía Winston Churchill: «el precio de la grandeza es la responsabilidad». Y don Rafael fue un hombre extraordinariamente responsable con su tiempo, con nuestra sociedad. Por él, pongámonos de pie y rindamos un minuto de silencio. (Campos de Moya y don Pepín Corripio en el momento que expresaron su agrado por el reconocimiento a don Mario Rivadulla)

En el mundo de los negocios los retos son constantes. A veces provienen de competidores nacionales y extranjeros, otras veces de elementos del contexto. Ser empresario es, por lo tanto, una vocación de retos y cambios permanentes.

Sin embargo, a mi modo de ver es el periodismo la profesión que mayores retos tiene en este mundo que cambia vertiginosamente.

Un mundo en donde la imagen intenta hacerse dueña de nuestros ojos y nuestro cerebro, queriendo influir y determinar un estilo de vida, de propaganda que busca o pretende decirnos qué pensar y qué no pensar, sobre cargado por el auge de la internet y especialmente de las redes sociales.

Un mundo donde no sólo estamos conectados, sino más bien hiper-conectados por el crecimiento constante de innovaciones tecnológicas. Una sociedad en donde alguien que va por la calle se encuentra frente a un acontecimiento y con la cámara de su celular captura el acontecimiento, como foto o video, con audio incluido y con mucha más calidad que nuestras cámaras de hace diez, quince o veinte años.

Un mundo en el que parecería que podremos ir prescindiendo del oficio de periodista y que cualquiera puede ser un reportero. En República Dominicana, además, sufrimos del mal de creernos capaces de externar supuestos sesudos análisis en casi cualquier área de la vida económica, cultural y social (aunque gozamos más en los deportes, la política y la economía).

En este mundo, me pregunto qué sentido tiene el periodismo. No puedo hablar desde el corazón del ejercicio de la labor de comunicación, pero hablo desde un sector ?el industrial- y una sociedad que les necesita hoy más que nunca. ¿Cuál es su rol cuando aparenta existir sobreinformación? ¿Cuáles condiciones parecen necesarias cuando la novedad que hacen publica mañana ya no es novedad porque las redes ?con aciertos y distorsiones- se les adelantan?

A mi modo de ver, una primera clave de respuesta tiene que ver con que el periodista es capaz de mirar y de escuchar el mundo del que les he hablado ?incluyendo los acontecimientos- de un modo distinto a nosotros. Ustedes, amigos de la prensa, tienen ese ojo que no tenemos los entrenados en su oficio: ven más allá de las palabras y los hechos, son capaces de la narrativa que el ciudadano con el celular no es capaz. Tienen por arma la sospecha, la pregunta, la duda, la capacidad de contextualizar lo que para quien toma una imagen o un video es simplemente una imagen o un video. Ustedes ven más, ven más lejos, oyen más, oyen mejor.

Es por eso que siempre leeremos los medios impresos y digitales y veremos las producciones audiovisuales, sea por televisión o por la propia red. No nos dan un fragmento pequeño de la realidad, sino que nos amplían un poco el horizonte. Sin embargo, no olviden que la sociedad y sus diversos actores también están pendientes de las redes. Sabemos que no las obvian, las toman en cuenta, pero están llamados a romper la inmediatez que muchas veces vemos en ellas.

Una segunda clave la vivimos cotidianamente en la AIRD. La información económica requiere de dominio de términos técnicos y de visión global. En un oficio en el cual la rapidez y la precisión se asemejan al rayo láser, los mejores periodistas no improvisan. Sin embargo, su preparación no es la del día en que escriben o elaboran un reportaje, sino que es continúa, permanente. Nosotros y el país se han beneficiado del ejercicio del periodismo económico de un modo responsable. A todos los que así lo hacen, gracias!

En la AIRD somos respetuosos de su ejercicio. Tratamos de facilitar su trabajo. Tratamos de mantener pautas de relacionamiento con ustedes fundamentados en la franqueza, la transparencia y la accesibilidad. Apreciamos la profesionalidad, la pluralidad. Buscamos ser una fuente confiable para los medios de comunicación, como lo hemos expresado en nuestro Código de Ética Industrial. George Arzeno Brugal, a quien dedicamos este reconocimiento que hacemos año tras año, expresa que el empresario no sólo trabaja por los intereses de su empresa, sino también por los intereses de la colectividad. En esa meta contamos con ustedes.

Esta octava entrega del Premio al Periodismo Industrial George Arzeno Brugal se hace a dos jóvenes talentos del periodismo que se destacaron durante el 2016 tanto en el diarismo como en periodismo de investigación. Además, hacemos un reconocimiento a un decano del periodismo en República Dominicana, así como un reconocimiento in memorian a una excelente foto reportera que nos dejó el año pasado.

A todos nuestros amigos una palabra que refleja lo que sentimos por ustedes: gracias.

6 de Marzo de 2017.

2017-04-07 02:16:41