Por Manuel Hernández Villeta
El embarazo de adolescentes es uno de los principales problemas que tiene la sociedad dominicana de hoy. Cercena el presente, y cierra las puertas al futuro. Cuando se produce un embarazo en una niña, se da un golpe mortal a la sociedad.
Por desgracia, todavía vemos como un hecho individual, particular y de una sóla familia cuando una quinceañera sale embarazada. No se toma en cuenta que la vida está a punto de terminarse para esa jovencita, pero también se cierran las puertas a un mejor futuro del hijo a nacer.
El primer golpe lo recibe la adolescente cuando sale embarazada, sin tener la seguridad de manutención de ella y su hijo. La mayorìa de las veces sus familiares más cercanos son los responsables de su alimentación.
Con un niño a cuestas, sin dejar de ser niña, no se puede integrar a la producción y en la mayorìa de las ocasiones le es imposible seguir los estudios. A la adolescente embarazada se le expulsa de los colegios y su matrícula es congelada en las escuelas públicas.
La madre soltera adulta es una realidad en la sociedad dominicana, muchas mujeres logran levantar su familia sin padres, pero en la mayoría se doblegan ante tan pesada carga y caen en una marcada reducción de sus niveles de vida.
Si hay violencia en la sociedad dominicana, hay que ir a la búsqueda de las cargas explosivas que la impulsan. Tiene que darse una política de Estado en torno a controlar el embarazo entre adolescentes.
Siguiendo un amplio protocolo científico, hay que buscar la forma de prevenir los nacimientos entre adolescentes. Hay que llevar la educación sexual a las escuelas, y a los cabezas de familia se le deben exigir responsabilidades.
Más hijos sin padres, hijos de las calles y el abandono, postran a la sociedad dominicana y le impiden dar un salto adelante. Las adolescentes embarazadas y los hijos sin padres es un problema de toda la sociedad, darle la espalda, es prender la mecha de un volcán que al explosionar provocará terribles consecuencias.
2014-08-12 12:04:32
