Por Manuel Hernández Villeta
El bi-partidismo no es una propuesta seria y objetiva de cara a la sociedad dominicana. Por el contrario, fijar la vida política a intermedio de dos partidos, sería estrangular las libertades públicas nacionales.
El pluralismo político debe ser la esencia de la sociedad dominicana de hoy. No solo dos grupos partidarios pueden tener la razón y el derecho a gobernar. Todos pueden levantar su voz y aspirar, y al soberano le toca derrotar y premiar.
El punto negro de la Ley de Partidos políticos es que se encuentra redactada con su conciencia central en que florezcan solo dos partidos en la República Dominicana. Los demás, o no tendrían participación jurídica, o sencillamente serían aliados eternos de los grandes.
Si un ciudadano después de la mayoría de edad y en pleno disfrute de sus derechos cívicos tiene derecho a elegir y ser elegido, a nivel del conglomerado social nadie puede poner narigones a las ideas y preferencias.
Hay que fomentar los movimientos comunitarios, municipales, ecologistas, pro-defensa de los derechos humanos, de mejores condiciones de vida, y hasta religiosos, con derecho a una participación electoral.
En un gabinete de aire frío nadie le puede quitar el derecho a los grupos minoritarios de expresarse libremente, sin ser a través de un par de partidos, que a lo mejor no le representan, ni están interesados en sus derechos.
Lo que fracasa en los partidos, no es la inexistencia de una ley que aportaría poco, sino la irresponsabilidad de las dirigencias que han visto devenir a estos grupos sociales en mecanismos para hacer ricos y dar saltos sociales a sus dirigentes, sin preocuparse del aporte social que les toca desempeñar.
No son los partidos los que han fracasado, sino el mismo sistema que en un momento dado los prohijó para legitimar elecciones, y ahora les quiere dar el puntapiés, para seguir líneas que son propias de naciones desarrolladas de europa, o los Estados Unidos.
Los dominicanos no desean rejuego entre dos, sino florecimiento de ideas, en instantes en que las ideologías fracasaron y están durmiendo. Ni vendas ni bozales, el momento es de abrir las puertas y ventanas, y escuchar todas las voces, para hacer la mejor selección.
Los partidos representan sectores y grupos sociales que necesitan tener vida, la corrupción es una muestra macabra de sus distorsiones, pero no su razón de ser. Si hay corruptos o corruptores en la vida política, el camino es sancionarlos, pero no por ello quitarle al pueblo una vía para dar a conocer sus dolores y sus alegrías.
No hay condicioens para establecer el bi-partidismo en la República Dominicana.
2014-11-20 01:41:11