EL TIRO RAPIDO
En extremo interesante y conteniendo valiosas advertencias el artículo de nuestro talentoso colega y destacado historiador Miguel Guerrero, publicado en su columna del periódico El Caribe y reproducido en su edición de hoy así como en los restantes matutinos de este día.
En su inteligente enfoque, Guerrero llama la atención sobre el hecho de que en todo este tiempo, el Banco Central ha logrado mantener a flote la estabilidad macroeconómica, aún en los años de la fuerte crisis financiera que afectó prácticamente las economías de casi todos los países del mundo.
Con atinadas medidas, la economía dominicana ha podido sobrevivir a todas las pruebas a que se ha visto sometida: el crecimiento, de año en año, ha sido sostenido y por lo general, por encima del promedio de la región y del continente; la inflación se ha mantenido represada a nivel bajo y la prima del dólar ha respondido a las tendencias del mercado con un ritmo moderado de reajuste. Las escasas ocasiones en que han asomado amagos de alzas bruscas, que el Banco ha atribuido a intentos de especulación, ha acudido con sus reservas al inmediato rescate de la misma devolviéndola a su comportamiento normal.
No solo eso. La administración del Banco ha resistido presiones y reclamos para dejar deslizar la prima del dólar con el argumento de contribuir al incremento de las exportaciones, ignorando los efectos inflacionarios que provocarían en el costo de la vida, mucho más acusados para ese 40 por ciento o más de la población que todavía subsiste en estado de pobreza y que tornaría más precarias sus penosas condiciones de vida.
Es oportuno recordar que tal fue uno de los más graves errores de la política económica en que se incurrió durante el gobierno de Hipólito Mejía y uno de los factores que seguramente más influyó en que viera fracasado su proyecto reeleccionista.
Esto así, cuando al liberar la prima, la tasa se desbordó y la divisa más que duplicó su cotización en relación con el peso, situándose el cambio en 55×1, bajo los efectos de una grosera especulación que el propio mandatario llegó a revelar produjo beneficios a los cambistas por más de 15 mil millones de pesos.
El resultado no fue solo el alza notable en el costo de la vida, sino que empresas que se habían endeudado en dólares aprovechando los intereses mucho más atractivos que ofrecía la banca extranjera, principalmente norteamericana, se vieron en graves dificultades. Algunas, inclusive de mucho renombre, estuvieron a punto de quebrar.
En esa ocasión, la oportuna intervención de Vicini que acudió en su auxilio, permitió apuntalar y salvar a varias del inevitable naufragio, hasta que pudieron superar la crisis y volver a operar con normalidad, a partir del cambio de gobierno, cuando la dirección del Banco Central pasó a manos del Gobernador Valdez Albizu y se logró el cuasi milagro de frenar y revertir la tendencia alcista hasta situar la prima en un nivel razonable y de reajustes moderados como se ha conservado hasta el presente.
Ahora que estamos a las puertas de la que se avizora como una caldeada e intensa campaña política es una experiencia pasada que debemos recordar y una realidad presente que no se debe ignorar. La estabilidad macroeconómica es un hecho cierto, como lo son el manejo acertado de la tasa de cambio, el crecimiento sostenido de la economía y el control de la inflación mantenida siempre en un dígito bajo, logros que deben quedar a salvo de la política partidaria y de cuales sean los resultados electorales.
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2015-11-24 10:44:13
