José Gell, politólogo.
Vladimir Putin continúa incluyendo a América Latina en sus pretensiones geopolíticas. Sí, señor.
En ese sentido, su ofrecimiento de armas y entrenamiento militar a países latinoamericanos que acojan su oferta, debe alarmar a EE.UU.
La expansión de Rusia en América Latina también significa la expansión de su punto de.vista sobre el orden político, el cual se caracteriza por la negación del modelo.democrático.
Algunos se equivocan cuando ven en Putin a un aliado de izquierda. Es que al dictador ruso no le interesa el pasado ideológico de su nación, sino la superioridad geopolítica perdida.
Ello explica las buenas relaciones que éste ha cultivado con un gobernante de extrema derecha como Jair Bolsonaro en Brasil. Por tanto, Rusia aliada a China representa el antagonista de EE.UU, pura y simplemente.
Por un lado, en Rusia predomina un capitalismo subdesarrollado y, por.el otro lado, en China prevalece un modelo económico que no es capitalismo propiamente dicho, pero tampoco es socialismo.
En consecuencia, este bloque de países son adversarios de EE.UU. en el orden político, no en el orden económico (sistema social).
Al respecto, ya Venezuela se ha beneficiado en esta perspectiva de sus relaciones con Rusia, y Nicaragua recibirá el apoyo anunciado por Putin.
Lamentablemente, estamos retornando a la época de la Guerra Fría, en un mundo desideologizado y sin «el sueño» de la sociedad justa, sin desigualdades, prometida por el socialismo desaparecido. Sí señor!!!
