PUNTO Y COMA
Por Santos Aquino Rubio
NEY ARIAS LORA: UNA SENSIBLE PERDIDA
La sociedad dominicana ha perdido a uno de sus más ilustres hijos con la partida sin regreso del insigne ciudadano Ney Arias Lora, médico, padre, amigo y, sobre todo, un ser humano grandemente preocupado por la suerte de los demás.
Con la muerte física, porque vivirá por siempre, de este hombre de bien, político sin demagogia y profesional que supo siempre el valor de su ejercicio, la importancia del juramento hipocrático y el significado del denominado Código de Maimonide.
Su ejercicio, como cirujano estuvo al servicio de los distintos estamentos sociales, el mismo trato dispensaba al más humilde de los dominicanos que el más rico. Muchos buscaron y hallaron en él a un protector que atendía sus requerimientos sin pensar en sus recursos económicos. Muchos salvaron la vida gracias a su acción solidaria.
Como político, siempre conciliador y comprensivo, médicos y otros profesionales recibieron su apoyo y encontraron en él al maestro, al amigo, e incluso, una cantidad considerable se mantuvo en torno a las simpatías hacia el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), por su intermedio.
Como presidente en funciones de la organización fundada por Joaquín Balaguer, 1986-94, estableció un estilo diferente de manejo político, tanto con la alta dirigencia como con los más humildes militantes y simpatizantes.
Con su partida, el amigo, el padre, el hijo, el insigne ciudadano, no sólo deja solos, tristes y abatidos a su viuda, doña Elizabeth, a sus hijos Diana y Ricky, sino también a su anciana madre y a su hermana Maggy, sino también a los que como afectos le querremos siempre.
Su entrega como padre de la neurocirugía en el país, su enseña como maestro, como amigo y político sobrio, nos servirá de ejemplo, hoy, mañana y siempre. Doctor Ney Arias Lora, usted se ha ido físicamente, pero estará por siempre entre nosotros.
El autor es periodista y abogado.
2007-01-14 19:50:02
