PUNTO Y COMA
Por Santos Aquino Rubio
Los Roles de Audiencias, una Debilidad Insuperable
La fijación de las audiencias en los tribunales de la República, siguen siendo uno de los grandes dilemas de la judicatura y el más grande dolor de cabe para los abogados y los demás actores judiciales.
Aunque debemos reconocer que se ha avanzado mucho en los últimos tiempos tanto en la economía del proceso como en la aplicación de normas destinadas a hacer cada vez más llevadores los litigios, sobre todo en la materia penal, todavía no ha sido posible superar el problema de los horarios de audiencia.
Los tribunales, simples o colegiados, todavía exhiben la debilidad de convocar a las partes para las 9:00 de la mañana, sin importar que el rol del día contenga 10 o 20 causas. Todos deben estar ahí desde esa hora, sin importar cuando se constituya el tribunal, el estado de salud, las obligaciones o los inconvenientes que tengan las partes.
Peor aún, hay ocasiones en que a las 12:00 del día no han subido los jueces, por la razón que sea y los actores judiciales están en la obligación de esperar, ya sea que alguno de los magistrados esté conociendo aspectos administrativos, estén en otras actividades relativas a su cargo, por enfermedad o por la falta de uno de los integrantes del tribunal.
Todo pasa y nada se hace porque tanto los abogados como las partes enfrentadas obtengan a tiempo la información y de esa manera, poder aprovechar el tiempo en otras gestiones tanto del caso del momento como de otros contenidos en su carpeta de desempeño profesional.
Esta situación se torna más difícil, incómoda y hasta desconsiderada, cuando el tribunal, luego de varias horas de espera, simplemente aplaza administrativamente las vistas, lo que se convierte en un día perdido para las partes.
Si la Suprema Corte de Justicia y las autoridades correspondientes buscaran un mecanismo que evite esa pérdida innecesaria de tiempo, se haría un gran servicio a la sociedad, al Sistema Judicial, a los abogados y a las partes. Ojala este comentario llegue a las instancias competentes con la sana intención con que lo hemos producido, para beneficio de todos.
El autor es abogado y periodista.
2007-01-22 17:48:39
