De la LMD al Banco Central
Por Guillermo Caram
El Gobierno acaba de cercenar la LMD dirigida por el candidato del PRSC bajo el argumento de su desnaturalización. De ser ésta la razón, el gobierno, y quienes la han apoyado, han sentado un precedente que los compromete frente a otras entidades igual o mas desnaturalizadas; si es que quiere ganarse el apoyo y respeto que necesita para el éxito de estos correctivos.
El Banco Central pudiera constituir un ejemplo donde debiera aplicarse una medicina similar.
Concebido como banco de bancos y rector de intermediarios financieros, el gobierno sigue emitiendo señales de institucionalizar un rol de parte competidora de las entidades que regula.
En lugar de fomentar una economía sustentada en la disciplina del ahorro y la inversión real, fomenta, con su mal ejemplo y alto riesgo, la indisciplina del endeudamiento que ya se encamina hacia los 200 000 millones de pesos solo para mantener una estabilidad envanecedora del gobierno.
En lugar de aplicar la ley que obliga a pagar con su propio peculio a los responsables de conceder financiamientos inadecuados dentro de la pasada crisis bancaria, endosa el proteccionismo que el gobierno les ha brindado. En lugar de inscribirse en la estabilidad por vía de normas crediticias que dirijan el crédito a la producción nacional, impone normas que estimulan el consumo de bienes importados. En lugar de ser el faro de transparencia compatible con el respeto que se espera del BC, mediante el suministro de cifras reales; acude a subterfugios y metodologías barnizadoras de realidades. En lugar de ser un templo de irradiación de la verdad, calla ante informaciones aviesas sobre el caso BANINTER y se contradice al rechazar un trato justo y equitativo a sus ex funcionarios.
Si el gobierno quiere corregir la desnaturalización de organismos, debe demostrar que en lo de la LMD no actuó inspirado en represalias – ¿o temores juzgando por su misma vara? – y actuar ante otras desnaturalizaciones como la del BC.
Luego tendrá que corregir la SEA destinada a producir en lugar de la comercialización que compete a INESPRE; las instituciones de orden y seguridad cuyos miembros están protagonizando actos de delincuencia; las del sector eléctrico cuyos funcionarios nos llenan de poemas y fórmulas pero siguen los apagones y la energía cara.
Para así no tener que llegar a sus propias entrañas, a la cima de un gobierno que no gobierna.
2007-07-22 23:54:00
