El Río Nigua
En la edición del 22 de septiembre del diario «El Caribe», en la página 6, aparece publicada una columna de autoría del Sr. Octavio Mata Vargas. El título que encabeza ésta es «Agresión al país». Inicia hablando de manera general sobre la situación del medio-ambiente, y su relación con la vida de los dominicanos y dominicanas. Luego menciona la agresión contra la naturaleza que representa la extracción abusiva de materiales de nuestros ríos.
«Un caso grave de esta práctica es el río Nigua, detrás del poblado de Pica, frente a La Toma de San Cristóbal. Allí se ve trabajando constantemente a los llamados ‘hombres hormigas’ o paleros, extrayendo del río entre 40 y 50 camiones diarios de tales materiales».
Entiendo que todos los que vivimos en San Cristóbal debemos sentirnos alarmados por la valiente denuncia del Sr. Mata. Nuestras autoridades deben tomar inmediata acción para detener este saqueo atroz. Cada día que pasa el río, San Cristóbal y cada uno de nosotros somos despojados de 40 a 50 camiones de precioso material que ha tomado millones de años en formarse y depositarse en el lecho del Nigua.
Este desmán, gracias al cual se están más que enriqueciendo unos pocos bolsillos criminales, ocasionará que en las próximas crecidas, las aguas desmadradas del río arrastrarán consigo propiedades, tierras de cultivos, casas, las escuálidas pertenencias de los que están forzados a vivir en sus orillas y eventualmente la vida de nuestra comunidad.
Si alguien tiene oportunidad de observar las columnas que sostienen el puente sobre la Sánchez, podrá notar cómo el lecho del río ha descendido varios metros, descubriendo incluso la estructura de metal. Esto gracias a la erosión. Si continúa, el gobierno tendrá la necesidad de invertir recursos destinabes a otras cosas para la construccion de otro puente.
El nuevo secretario de Medio Ambiente, Dr. Jaime David Fernández ha manifestado preocupación por la situación de nuestros recursos naturales. Es ésta una oportunidad para corregir un acto de iniquidad inenarrable. Los responsables mayores de este crimen deben ser identificados y sometidos a la justicia. No los infelices paleros ni los choferes de los camiones, si no los que ven sus ya desmedidas riquezas incrementarse a expensas de la vida de nuestra comunidad.
Alcemos nuestra voz, exijamos justicia.
Saludos,
Luciano Frías
Pastoral Social
2008-09-24 01:47:10
