Autor: Heriberto Santos
La delincuencia es un problema nacional, los homicidios son el pan nuestro de cada día, pero de acuerdo a sus intereses cada clase social mira el tema de la delincuencia de manera diferente, a los empresariales se les termina la paciencia cuando la delincuencia les impide que vendan sus mercancías y por lo tanto se les disminuye su tasa de ganancia y tienen que invertir más dinero en seguridad privada y pagar extorsiones.
El último caso lamentable fue el asesinato de la joven ejecutiva bancaria de 33 años, que llegando a su vivienda fue ultimada por dos delincuentes de apenas 15 y 21 años.
En nuestro país datos de la realidad es la precariedad socio-económica en la que vive la mayor parte de la población, los elevados niveles delincuencia, vulnerabilidad medioambiental, la situación de abandono de niños y jóvenes, las dificultades de todo tipo para que los sectores sociales pobres puedan acceder a niveles mínimos de salud, vivienda y educación.
Es necesario señalar que se necesita resolver la principal pandemia del país que es la pobreza, es recomendable trabajar en la generación de empleos para los desempleados, y garantizar salarios que estén de acuerdo con el costo de la vida que ayuden a disminuir la pobreza y en esa medida atacar el problema de la delincuencia.
Dice un adagio ?No te cuides de los días nublados, cuídate de los días tranquilos porque entonces algo traen? tiene razón. Los días posteriores a la toma de posesión del presidente actual lo han ratificado. Aquella aparente calma, crítica inofensiva y hasta halagadora aceptación, se esta transformó en constante reclamo de los distintos sectores ¿cuándo cumplirá lo prometido? ¿Por qué no quita o pone a este u otro funcionario? ¿Por qué no sigue tal plan económico? ¿Qué ha hecho con tal o cual obra??, para mencionar sólo unas cuántas interrogantes diarias. Es decir, sólo un año de gobierno y miles de reclamos por incumplimiento de promesas, y además, sugerencias sobre cómo se debe gobernar.
Este gobierno no hace nada al respecto para tratar de parar la delincuencia y se ha convertido en un aparato ineficiente en muchos aspectos, tantos que en algunos casos, parecen novelas de suspenso mencionar nombre por nombre y cargo por cargo. Con su gran poder van tratando de desviar las realidades y sin importarles el sufrimiento de un pueblo que el único delito que cometieron fue nacer pobres. Al pueblo lo pueden engañar, pero las cuentas con Dios, están pendientes, y es mejor que rectifiquen antes que sea demasiado tarde.
heri162001@gmail.com
2009-08-13 20:43:08
