La incorporación de Natalia Mármol al Consejo Administrativo de la Corporación Estatal de Radio y Televisión (CERTV) es un reconocimiento al liderazgo que ha alcanzado en la lucha social desde antes que protagonizara junto a otras/os jóvenes la ocupación de la escuela República de Argentina y se extiende, con más protagonismo, hasta hoy por la inclusión de las tres causales en el Código Penal Dominicano.
Para muchos y muchas, esa designación es “un gancho” del Gobierno para “cooptarla”, para anularla en su activismo, mientras que para otros y otras es una vía para ella “buscársela”. Ni una cosa ni la otra, y aquí sí cabe aquello de “todo lo contrario».
A quienes forman parte del primer grupo puedo decirles que hasta ahora el presidente Abinader tiene sus mayores éxitos administrativos-políticos al designar un Ministerio Público independiente, y aunque las reiteradas decisiones de ese órgano avalan esa independencia, todavía hay dudas de que así sea.
Los que así piensan, que en este caso asumen que Natalia tranzará su postura ante las tres causales, olvidan que en el Gobierno muchas funcionarias y funcionarios apoyan abiertamente esa necesaria conquista de la mujer dominicana, y en Milagros Ortiz Bosch está la voz más alta y afinada en ese coro.
Mencionar a doña Milagros en este caso da la clave en este “mambo raro” en el que quieren poner a bailar a Natalia, quien con su accionar y juventud aporta nuevas herramientas a la lucha que desde siempre ha llevado la directora de Ética Gubernamental; y paso a responder a los del segundo grupo que tergiversan la responsabilidad de la activista social en el consejo de la CERTV.
Por lazos familiares, Natalia pudo en los gobiernos peledeístas ser nombrada en cualquier cargo, pero ni el pariente más militante del partido morado osó siquiera sugerirle esa posibilidad, y cuando algún extraño pensó que podría “intercambiar” con ella su militancia por una posición en el tren gubernamental, simplemente “se guayó”.
Natalia no “se la va a buscar” en la CERTV, donde el cargo- por demás- es honorífico, y en esa empresa los recursos que hay son la disposición de hacerla potable con un nuevo paradigma televisivo en el que la inclusión, la solidaridad, la dignidad, el respeto y la alegría sintonicen con la construcción del necesario y nuevo país que se gesta.
Resultado del colorido y diverso contenido que con tantos afanes, creatividad y esfuerzos hace su padre por y con el folclore nacional, y del prolongado, transparente y ético ejercicio profesional de su mamá, Natalia Mármol Candelario – periodista ella también- llega a la CERTV para asumir en la práctica la responsabilidad social que marca su vida de activista y empujar a esa corporación televisiva por los canales donde se transmitan los esfuerzos de su batallador director Nelson Marte y de la nueva participación de quienes tienen que y qué aportar.
