Naciones Unidas, 24 abr (PL) Siria realizó hoy una nueva extracción de agentes peligrosos por el puerto de Latakia, con lo cual el proceso de desmantelamiento de armas químicas llegó al 92,5 por ciento de ejecución.
La Misión Conjunta de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y Naciones Unidas informó la nueva operación, que acerca al país levantino al cumplimiento de sus compromisos, a partir de la resolución del Consejo de Seguridad que fijó el 30 de junio como límite para completar la eliminación.
«Damos la bienvenida al progreso significativo de las últimas semanas», señaló en un comunicado la experta holandesa Sigrid Kaag, coordinadora del grupo OPAQ/ONU a cargo de la supervisión del desmantelamiento.
Con la salida de nuevas sustancias químicas, Damasco extrajo casi la totalidad de los agentes más peligrosos, fase que sigue a las realizadas a finales de 2013, cuando destruyó instalaciones, vectores y otros componentes, lo cual también mereció el reconocimiento de la Misión Conjunta.
Kaag instó a las autoridades de la nación árabe a concluir el proceso, que incluyó además la descontaminación y el cierre de locales.
A principios de año, condiciones logísticas y el accionar de extremistas afectaron el programa de extracción, lo que provocó amenazas de represalias por Estados Unidos, alegando el posible incumplimiento del límite del 30 de junio fijado a finales de septiembre por el Consejo de Seguridad.
El tema de las armas químicas estuvo en 2013 a punto de desatar una intervención militar de Washington en Siria, pero una iniciativa de Rusia -luego apoyada por la Casa Blanca- y la decisión de Damasco de adherirse a la Convención sobre esos artefactos impidieron la cruzada.
Estados Unidos acusó al gobierno de Bashar al Assad de gasear a civiles, pese a no presentar pruebas de sus denuncias, que tampoco fueron corroboradas por el equipo de científicos designado por la ONU para investigar el posible uso de agentes químicos en el conflicto interno.
Los expertos confirmaron algunos ataques químicos o sospechas de los mismos, pero sin responsabilizar a las partes en conflicto, el Gobierno y grupos armados y financiados desde el exterior para derrocar a al Assad, en sintonía con la política del cambio de régimen aplicada por el país norteño y sus aliados occidentales y árabes.
Entonces, Moscú advirtió que el empleo de esos artefactos fue una provocación de los extremistas, destinada a abrirle el camino a la intervención del Pentágono.
2014-04-24 17:55:16
