Opiniones

A Pleno Sol Jugamos con candela

Por Manuel Hernández Villeta

¿ Por qué un menor de edad, en vez de ir a la escuela, se encuentra consumiendo y vendiendo drogas, y siendo arriete de la delincuencia?. ¿Será cerrada la puerta por donde los adolescentes se meten a delincuentes antes de ser mayores de edad?. ¿ Mayores penas evitarán y meterán miedo para que se detenga la violencia?.

Soy partidario de que se apliquen mayores penas a los menores de 18 años que cometan acciones violatorias de la ley, en crímenes mayores, y que en menores violaciones, se les aplique la sanción correspondiente, y todo el peso de la ley si reinciden cuando salgan en libertad.

Creo que con una mayor sanción se hará pagar a todo el que cometa un acto criminal, para cuya planificación actuó una mente retorcida, que no se puede considerar la de un joven con actuaciones normales.

Pero una cosa es sancionar el delito ya cometido, cuando al responsable se le tiene que aplicar todo el brazo y puño de la ley, de acuerdo al acto en que ha incurrido. Entre los 16 y 18 años, se le debería poner penas de adulto.

Con las leyes modificadas en torno a los menores, sobre todo en su último tramo de los 16 a los 18 años, se actúa correctamente, porque al que ya cometió el delito se le está diciendo que deberá pagar por el mismo, y no que se va a ocultar detrás de doce o 18 meses que le faltan para ser mayor.

Pero sería ponernos una venda en los ojos y pasar como idiotas, si consideramos que esa mayor penalización va a detener los delitos. No, la misma no se puede interpretar como una acción preventiva, sino una accion para el día después.

Aquí jugamos con candela cuando sólo se piensa en la sanción, sin ver cual es la realidad de los antros de miseria y abandono social donde se cuece el delito. Si buscamos las estadísticas de los sometidos a la justicia por actos de violencia y pandillaje, veremos que casi todos vienen de los barrios marginados.

Ya aumentamos las penas, ya tendremos carne nueva en las cárceles, pero ahora nos debemos preguntar, si somos objetivos, ¿donde quedan los jovenes que todavía no han cometido un delito?. ¿Dónde se encuentran, y que se está haciendo para que ellos no caigan en el delito?.

Con la entrada de estas nuevas penas, también hay que pensar los cientos de miles de adolescentes que no van a la escuela, que no tienen trabajo, que por sus condiciones de falta de preparación intelectual, reducto de residencia, forma de ser y vivir, no encuentran como vender su mano de obra.

Estamos guardando la basura debajo de la cama, para pensar que la sociedad está limpia. No, hay que aplicar la prevención, antes de que se tuerza el camino y se caiga en las garras de la delincuencia.

Los diputados que hicieron esta ley, también deben pensar en las medidas salvadoras que pueden aplicar a la sociedad, para beneficio de la parte sana de la juventud, y que con las puertas cerradas, solo encuentra una mejor vida en la delincuencia.

Jugamos con candela, y queremos apagar el fogón con escupitajo de gasolina.

2013-07-25 04:16:41