“(…) la verdad es que la importancia del hombre no depende del alto valor de las cosas que use sino de la categoría de las cosas que hace. El hombre es importante por lo que hace, no por lo que parece ser.”
Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, Juan Bosch falleció el 1 de noviembre de 2001. Tras la muerte física vive su legado. Es un referente que trasciende las fronteras de República Dominicana. Un referente para los que quieren aprender de la ciencia política. “Hagamos que el Partido se supere ampliando la mente política de nuestros hombres, mejorando sus condiciones de tal manera que podamos hacer un líder de cada uno de ellos, un líder capaz de producir ideas políticas y también capaz de ponerlas en práctica dentro de un método de trabajo partidista, no personal”.
Dedicó su vida al servicio de lo que fue en él un ideal permanente: una sociedad en la que la desigualdad social y la pobreza no constituyan una barrera que impida el desarrollo humano. Su sensibilidad social y amor por la libertad lo llevó a la política, actividad que calificó como el patricio Juan Pablo Duarte: “la ciencia más pura después de la filosofía” y en su opinión un instrumento para servir a la patria.
Bosch nació el 30 de junio de 1909, en La Vega, hijo de José Bosch Subiráts y Angela Gaviño Costales. Se destacó como novelista, cuentista y político. Fue reconocido como maestro de la narrativa por escritores latinoamericanos, incluido el premio nobel de literatura Gabriel García Márquez.
Nació en días difíciles. Menos de 10 años antes se había producido el asesinato del dictador Ulises –Lilís- Heureaux, el 26 de julio de 1899, en la ciudad de Moca. Y el 19 de noviembre de 1911, había sido asesinado el presidente Ramón –Mon- Cáceres.
En 1907 el Gobierno dominicano había suscrito la Convención de 1907, en virtud de la cual las aduanas de la República Dominicana pasaron al control del Gobierno de Estados Unidos. Eran los días de las luchas intestinas y de la pobreza extrema en los campos y ciudades dominicanas.
Por su rechazo a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, tuvo que vivir durante más de 23 años exiliado en varios países latinoamericanos y del Caribe.
En la Habana, Cuba, encabezó al grupo de exiliados que fundaron el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el año 1939. Tras regresar al país el 20 de octubre 1961, se convirtió en el líder del PRD y fue su primer candidato presidencial.
Las elecciones organizadas por el Consejo de Estado, presidido por el licenciado Rafael F. Bonelly, terminaron con la victoria del Partido Revolucionario Dominicano, que obtuvo 619 mil 491 para las candidaturas de Bosch y González Tamayo y para los candidatos congresuales y municipales, 592 mil 88.
Unión Cívica Nacional, que llevó como candidato presidencial a su líder, el doctor Viriato Fiallo, el principal adversario de Bosch, logró 317 mil 327 para las candidaturas nacionales y para las congresuales y municipales 315 mil 371.
El más votado
Bosch y Armando González Tamayo, ganaron con el 59.53 por ciento de los votos echados en las urnas, el porcentaje más alto que ha logrado un binomio en la historia electoral de la República Dominicana. No obstante, los enemigos de Bosch desencadenaron un plan conspirativo para acabar con la expresión de la voluntad popular.
Los grupos conservadores que acusaban a Bosch de comunista, se aliaron y con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, del presidente Jhonn F Kennedy, derrocaron su Gobierno el 25 de septiembre de 1963, lo que produjo como consecuencia en República Dominicana, un régimen intolerante, la guerrilla de 1963 y la guerra de abril de 1965.
Bosch y González Tamayo se impusieron a los obstáculos. En «Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana», el profesor Bosch anota:
«A medida que avanzaba el mes de noviembre y se sentía físicamente el crecimiento del PRD, comenzaron a aparecer los trucos que habían sido elaborados por los cívicos a través de su órgano de Gobierno, que era el Consejo de Estado. La Junta Central Electoral dijo que no habría votos de colores, y cuando los abogados perredeístas revisaron la Ley Electoral se hallaron con el artículo más curioso que jamás había habido en ley alguna, un párrafo que decía más o menos lo siguiente: ‘los votos serán de colores, un color para cada partido, pero la Junta Central Electoral puede disponer que sean todos de un mismo color’. Mandar algo y autorizar lo contrario en un mismo artículo es un auténtico ‘créalo o no lo crea’ en la historia de la legislación universal».
Bosch recordó que la situación hizo crisis porque el alto mando militar le advirtió al Consejo de Estado que si no había elecciones el 20 de diciembre, tomarían el poder el 27 de febrero de 1963, tal como lo dice la Constitución.
Bosch anota que el Consejo de Estado se plegó a la voluntad de los militares. El Presidente de la Junta Central Electoral, fue llamado al Palacio Nacional y al día siguiente se dio la noticia de que habría votos de colores, aunque cuatro partidos tendrían el voto blanco, lo que en opinión del candidato presidencial del PRD, tenía el propósito de afectarlo.
Desde antes de la toma de posesión, los enemigos de Juan Bosch y el PRD comenzaron a agruparse hasta lograr un frente que unió a políticos, empresarios y militares, terratenientes, con el beneplácito del Gobierno estadounidense del presidente Kennedy, pues Bosch era acusado de comunista.
Los empresarios formaron el Consejo Nacional de Hombres de Empresa, con el objetivo de contribuir a derrocar al Gobierno constitucional.
Su primer presidente, el licenciado José Ernesto García Aybar, en una entrevista que concedió al historiador Frank Moya Pons, cuyos detalles revela en su obra Empresarios en Conflictos, le confesó que la organización fue creada para «tumbar» el Gobierno de Juan Bosch.
El Presidente Bosch y el Vicepresidente González Tamayo, tomaron posesión el 27 de febrero de 1963.
El acto reunió a personalidades del mundo democrático, entre los que se encontraron el Presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, el vicepresidente de Estados Unidos, Lindon B. Johnson y el Presidente del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín.
La influencia de Eugenio María de Hostos
Cuando regresó del exilio, Bosch, era un hombre marcado por el pensamiento hostosiano:
«Si mi vida llegara a ser tan importante que se justificara algún día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo: Nació en La Vega, República Dominicana, el 30 de junio de 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven, y como las mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás».
En el discurso que pronunció luego de recibir la banda presidencial, expresó su pensamiento democrático y su meta de alcanzar un estado de justicia social en la República Dominicana. Una novedad en una sociedad marcada por el autoritarismo, que quisieron continuar los que tomaron el poder político y militar al caer la dictadura de Trujillo.
Se trataba de gente que con sus actos demostró que su problema no era la dictadura, sino su imposibilidad de disfrutar de los privilegios de los beneficiarios de la tiranía. El Presidente Bosch, con su mensaje democrático, los inquietó y con el pretexto de que era comunista desataron sus planes golpistas.
Entre sus primeras frases en la toma de posesión Bosch dejó claro que en una sociedad democrática no pueden existir privilegios para élites de la sociedad.
Dijo a los nuevos miembros del Congreso Nacional que de ellos el pueblo dominicano espera que contribuyan a que logremos un espacio en el conjunto de naciones democráticas avanzadas.
En su discurso de toma de posesión el 27 de febrero de 1963, el Presidente Bosch consideró que los dominicanos y dominicanas debemos hacer un uso inteligente de los recursos políticos e invitó a emular a los padres fundadores de la República.
Contrario al plan de sus adversarios políticos, Juan Bosch, deseaba la paz política en la República Dominicana. Pensaba había llegado la hora de olvidar los odios.
Sustentaba el criterio de que un gobernante democrático tiene que tener el oído atento para escuchar la verdad. Cifró la confianza en el porvenir y dijo que los dominicanos debemos unirnos a los que trabajan y piensan en el porvenir.
No obstante, sus palabras en lugar de provocar la reflexión de sus adversarios políticos, los estimuló para continuar su campaña contra el Gobierno e insistieron en acusarlo de comunista.
La reforma constitucional para la democracia
El Presidente Bosch y el Congreso Nacional, lograron reformar la Constitución de la República de la Era de Trujillo. Tras su promulgación de nuevo el país logró una Carta Magna que consagraba las libertades públicas y derechos sociales.
La Constitución de 1963, hizo recordar la primera Constitución Democrática que se dio el país como fruto de la revolución liberal del 7 de julio de 1857, la cual fue votada en Moca, en 1858.
La acusación de comunista contra el Gobierno Constitucional, se reforzaría cuando el Presidente Bosch se negó a aceptar las presiones para que deportara a un grupo de dominicanos que eran acusados de comunistas.
En ese momento la acusación era lo peor porque la «Guerra Fría» estaba al rojo vivo, en razón de que Estados Unidos temía que surgiera otra Cuba en el Caribe.
En el libro «Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana», apunta:
«Los tutumpotes cívicos habían perdido la batalla de los trucos legales; entonces se dedicaron con toda el alma a echar las bases políticas del golpe de Estado que lograron dar, al fin, el 25 de septiembre de 1963».
De los militares anota: «En noviembre de 1962, los jefes militares querían seguridad, y la podían obtener haciéndose pasar por defensores de la Constitución; en septiembre de 1963, querían ventajas que un Gobierno constitucional no podía darles, y en ese caso la Constitución era un estorbo.
Golpistas siguen adelante
Respecto al rol de la Iglesia Católica, Bosch destaca: El padre Láutico García admitió que yo no era comunista, pero los sacerdotes que habían tomado la vanguardia en la ofensiva contra el PRD no cejaron un paso». Siguieron sus posiciones hasta después de la caída del Gobierno.
El golpe de Estado fue antecedido por una huelga general que organizaron los empresarios durante los días 20 y 21 de septiembre de 1963. Y por un deterioro de las relaciones domínico-haitianas.
Todo comenzó cuando el Presidente Bosch recibió la información de que en el país existía un campo de entrenamiento de enemigos del dictador Francois Duvaliere, sin el conocimiento del Presidente dominicano, porque el Gobierno estadounidense deseaba derrocar al dictador haitiano porque pensaba era comunista.
Bosch dijo en una entrevista el 21 de abril de 1977, que el Gobierno de John F. Kennedy pensaba que Francois Duvaliere, se había convertido en un comunista porque recibió en Puerto Príncipe a un funcionario del Gobierno polaco.
Por ello, trazó un plan contra Duvaliere, llamado Papá Doc, el cual sería dirigido por un enemigo suyo el ex general León Cantave, quien había huido de Haití.
Bosch se enteró por una información que publicó El Caribe, de que Cantave, tocaba el territorio nacional y que sus hombres se entrenarían en algún lugar de la República Dominicana.
Bosch entiende que ese hecho y la investigación que ordenó, llevaron al Gobierno de Estados Unidos, a apoyar el golpe de Estado contra su Gobierno el 25 de septiembre de 1963.
Golpistas forman triunvirato
Tras el atentado a la Constitución de la República, el 25 de septiembre de 1963, los golpistas formaron un triunvirato presidido por el licenciado Emilio de los Santos, quien renunció al conocer la noticia del fusilamiento del doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo y un grupo de sus compañeros de la guerrilla del Movimiento Revolucionario 14 de junio, en noviembre de 1963.
A partir de ese acontecimiento, en el país se recrudeció la intolerancia política y muchos dominicanos fueron perseguidos por sus ideas políticas y otros deportados.
En 1963 la acusación contra los que no apoyaban el Gobierno de facto era la de agentes del comunismo. El Golpe de Estado tuvo como consecuencia la guerrilla de 1963, liderada por Manolo Tavárez Justo, quien fue fusilado junto a sus compañeros en Las Manaclas; y la Guerra de Abril de 1965, en la que murieron miles de dominicanos y provocó la segunda intervención militar de Estados Unidos en el siglo XX contra la República Dominicana.
La «Guerra de Abril de 1965″ terminó el 3 de septiembre de 1965», con la juramentación del Presidente Provisional Héctor García-Godoy. Terminó terminó el período de los dos gobiernos que surgieron en Mayo de 1965, y tomó posesión como Presidente Provisional, Héctor García-Godoy Cáceres.
La selección de Héctor García-Godoy Cáceres, un diplomático de carrera nativo de Estancia Nueva, Moca, fue el fruto de intensas negociaciones entre las partes en conflicto con la participación de la representación de Estados Unidos, ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Durante el período Mayo-Septiembre, el país tuvo dos gobiernos: El Gobierno «Constitucionalista», presidido por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder de las fuerzas que luchaban por el retorno a la Constitucionalidad interrumpida por el golpe de Estado contra el Presidente Bosch, el 25 de septiembre de 1963; y el «Gobierno de Reconstrucción Nacional», encabezado por el general Antonio Imbert Barreras, quien lideraba a los sectores militares y civiles que se unieron para derrocar el Gobierno de Bosch.
El «Gobierno Constitucionalista» luchaba por el retorno de Bosch al poder sin elecciones, porque su Gobierno fue derrocado a los siete meses.
En cambio, el régimen de facto encabezado por Imbert Barreras, se destacaba por su lucha contra el comunismo.
Para dar paso al Presidente provisional de García-Godoy, los presidentes Caamaño e Imbert Barreras, presentaron renuncia.
García-Godoy fue juramentado para que ejecutara el acuerdo convenido por las partes en conflicto, según el cual debía celebrar elecciones generales el día 1 de junio de 1966.
En las negociaciones los constitucionalistas lograron con la OEA la redacción de un «Acto Institucional» basado en la Constitución de 1963 y suscribieron el «Acta de Reconciliación», el 3 de septiembre de 1965.
El golpe de Estado de 1963, frustró el primer Gobierno democrático que se dio el país tras la caída de Trujillo. Y echó por el suelo una agenda que incluía acciones para superar las deficiencias de los servicios de electricidad, agua potable y ampliar los servicios de salud y educación.
Maestro de la Política dominicana
Bosch se mantuvo como líder del PRD hasta el año 1973, cuando abandonó esa organización y fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el cual ganó las elecciones presidenciales del 30 de junio de 1996, con el binomio Leonel Fernández-Jaime David Fernández Mirabal.
De igual modo, triunfó en primera vuelta en los comicios del 16 de mayo de 2004 y 16 de mayo de 2008, con el binomio Leonel Fernández-Rafael Alburquerque. Y en las elecciones generales de Mayo de 2012, con el binomio Danilo Medina-Margarita Cedeño de Fernández.
Tras la reforma constitucional de 1994, que estableció que para alcanzar la presidencia de la República, en primera vuelta el ganador debe obtener 50% y más, los candidatos del PLD son los únicos que lo han logrado.
En 2000, el candidato presidencial del PRD, Hipólito Mejía fue declarado ganador de los comicios con menos del 50% de los votos por la Junta Central Electoral, en vista del retiro de los candidatos del PRSC, Joaquín Balaguer y Danilo Medina, del PLD.
Maestro de la política
Bosch considerado un educador de la política, fue honrado por el Congreso Nacional, como Maestro de la Política Dominicana.
El fallecimiento de Juan Bosch, el 1 de noviembre de 2001, fue una pérdida para República Dominicana. Queda su legado. Entre sus más de 50 obras se destacan Cuentos Escritos Antes del Exilio, Cuentos Escritos Después del Exilio y las novelas La Mañosa y El Oro y la Paz. Son partes del legado de Juan Bosch, humanista y maestro de la política.
“(…) la verdad es que la importancia del hombre no depende del alto valor de las cosas que use sino de la categoría de las cosas que hace. El hombre es importante por lo que hace, no por lo que parece ser.”
Juan Bosch