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Estanflación y deuda pública, la tormenta perfecta para la crisis

Por Amaury José Guzmán

La tarea económica de cuantificar los posibles contextos socioeconómicos para así intentar entender a fondo las profundidades del conglomerado de las acciones humanas dentro de una sociedad, no suele ser tarea fácil, por el simple hecho de que las variables que estudia en cuestión se trata, más bien, de vidas humanas.


La inflación y el desempleo, al ser observados por la generalidad como simples números en algún reporte del Banco Central, frecuentemente su impacto pasa desapercibido por la población; sin embargo, la disminución o el aumento de estas cifras contiene dentro de ellas implícitamente el desarrollo o fracaso de miles de personas dentro de la sociedad. Por esto y otras razones los politicos intentan suavizar las realidades socioeconómicos en procura de no provocar alarma sobre las expectativas de los agentes económicos.


Hoy en día vivimos en tiempos de incertidumbre general. A nivel económico nos estamos acercando a un panorama confuso para muchos, preocupante para pocos y posiblemente traumático para los
hacedores de políticas. Me refiero a esto porque se están dando las condiciones necesarias para que se produzca el fenómeno conocido como “Estanflación”, que no es más que altos niveles de inflación transitoria con un alto desempleo estructural. Esto en papel puede sonar confuso, inentendible, para la
mayoría, y para esa misma mayoría podría resultar devastador.


La Estanflación por sí sola provoca el deterioro isofacto del bienestar general de la sociedad, dado que tenemos personas que pierden su ingreso por la falta de empleo, concatenado con un alto costo de la
vida producido por el aumento significativo de los preciosde la canasta básica.


Este fenómeno económico suele darse exclusivamente cuando existen “shocks” por el lado de la oferta conjuntamente con un ambiente inflacionario y una reducción del crecimiento del PIB, es decir, en palabras llanas, falta de productividad y un acervado nivel de liquidez.


Si bien el gobierno podría hacer frente a esta situación a través de distintos mecanismo, cabe destacar que elevar la tasa de política monetaria para reducir los niveles de inflación no es una opción viable dado el contexto financiera actual, de alto enduedamiento, tanto a nivel público como a nivel privado.
Elevar la tasa podría afectar la estructura de precios relativos de los activosfinancieros en los cuales descansan aseguradas las riquezas de los ahorrantes que han depositado su productividad en los mismos para protegerse de la inflación.


Debido al contexto internacional generado por la pandemia del COVID-19, la falta de oferta conjuntamente con los paquetes de estímulos monetarios han sido la regularidad en las economías del mundo. Esta falta de oferta ha imperado específicamente en el sector de envíos y logística afectando las
cadenas de valor que dan cabida al comercio mundial.
En este tiempo, las economías de escala y el uso de las ventajas comparativas son el pan nuestro de cada día de los países para generar riquezas, por tanto los mismos han interconectado sus economías al comercio mundial como nunca antes.


Este cambio en la estructura de costes de la logística internacional afectará de manera contundente los precios de las materia primas, afectando las cadenas de valor y consecuentemente elevando los precios de los productos finales, si a esto le sumamos la falta de ingreso por parte del desempleo estructural vivido por la inactividad económica de cara a la pandemia. Suena como la formula secreta para la imposibilidad del pago de los servicios de deuda o de bienes de capita

Como en la economía un pasivo de un agente viene siendo el activo de otro, este impago provocará un efecto dominó en la estructura de activos que conjuntamente con la inflación podría desestabilizar, sin miedo a equivocarme el modus operandi del sector financiero y a su vez la canalización de recursos de la sociedad.


Las autoridades en su disposición de suavizar las condiciones económicas podrían ejercer cambios en su política fiscal o monetaria. No obstante el Banco Central tendría dificultades para ejercer su hegemonía dentro de la economía dado que al elevar el nivel del liquidez doméstico, ya seaa través de la disminución del encaje legal, podría sobrecalentar la economía y generar mayor inflacion;y si utiliza susmecanismo de transferencia de política monetaria, ya sea con el canal de tipo de cambio o la TPM
(Tasa de política monetaria) podría provocar el problema anteriormente mencionado en la estructura de activos, por tanto el mismo se podría ver de “manos atadas” en una situación tan compleja.


Concluyendo, en mi opinión, las autoridades deben de manera rápida analizar los posibles escenarios de Estanflación para así estimar puntualmente las proyecciones en estas variables tan importantes, con el fin de prever a través de su política fiscal el desenfrenado horizonte económico, debido a que del lado de la política monetaria no creo que haya mucho que hacer.


Cabe resaltar que cada % de disminución en la tasa de desempleo hace alusión a miles de personas perdiendo sus ingresos y cada aumento porcentual en la inflación desencadena crisis financieras en los hogares del individuo promedio, así que estas simples cifras en los reportes del Banco Central deben ser tomadas con la mayor seriedad posible.
(Amaury José Guzmán es economista).de