Moscú, 14 mar (PL) Las acciones de Rusia en relación con los acontecimientos en Ucrania y Crimea tienen un carácter forzado por las circunstancias, tras el golpe de Estado anticonstitucional en ese país y la violencia fascista, reafirmó hoy el politólogo Serguei Mijeev.
Rusia se vio obligada a intervenir en defensa no solo de sus connacionales, sino de los propios ucranianos, ante el hecho de que los neonazis de las regiones del occidente del país quieren imponer su voluntad al resto, sostuvo Mijeev en entrevista con Prensa Latina.
Tal realidad, llamó la atención el experto, es la que observamos en Crimea y en otras regiones del este ucraniano, donde sus pobladores no quieren vivir bajo el mandato de las nuevas autoridades.
Ilustró su comentario con el más reciente enfrentamiento ayer en la ciudad de Donetsk, que dejó el saldo de al menos un muerto y decenas de heridos, según diversas fuentes.
La gente de las regiones del este y sur de Ucrania rehúsa reconocer al nuevo gobierno, y a pesar de ello, se intenta por la vía de la violencia obligarlos, y Rusia no puede permanecer indiferente, indicó Mijeev en una evaluación de las acciones por parte de Moscú.
Occidente de hecho, contrastó el politólogo ruso, apoya a los radicales y fascistas de Kiev, y de no ser así, repito, y de no haber ocurrido un golpe de Estado, Rusia no hubiese apelado a esos pasos.
Recordó Mijeev que Moscú sostuvo hasta el último momento contactos con Washington y Bruselas, en el entendido de un posible acuerdo en el tema.
Agregó que el propio presidente Vladimir Putin creyó en la posibilidad de un consenso con los norteamericanos y europeos.
Creímos en que se firmaría un pacto de caballeros, sin embargo, las nuevas autoridades y sus socios occidentales violaron ese acuerdo y obligaron a Rusia a intervenir por el destino y la seguridad de sus connacionales en Ucrania, aseveró el investigador.
Precisamente en cuanto a una normalización de la situación ucraniana, la posición rusa parte de que se retome la avenencia firmada el pasado 21 de febrero por el defenestrado presidente Víktor Yanukóvich y la oposición, lo cual supone un retorno a la senda constitucional.
De otro lado, Moscú rehúsa a negociar con las autoridades ilegítimas de Kiev, como sugieren algunos gobiernos europeos, en el entendido de ver a Rusia como parte del conflicto, que Occidente fraguó de conjunto con la elite política opositora ucraniana.
La Cancillería, por su parte, deja en claro que Rusia tiene plena conciencia de su responsabilidad por la vida de sus connacionales y ciudadanos de Ucrania y se reserva el derecho de protegerlos.
En un comunicado divulgado este viernes, el ministerio de Exteriores condenó la violencia de las agrupaciones ultranacionalistas que atacaron a manifestantes pacíficos en Donetsk y exigió a las autoridades de Kiev cumplir con el publicitado desarme de los combatientes.
2014-03-14 19:14:14
