Justicia y Derecho

Chávez pide revisar convenio con el Vaticano

THE ASSOCIATED PRESS

CARACAS — El presidente Hugo Chávez pidió el miércoles «revisar» el convenio que tiene el gobierno venezolano con el Vaticano, que le da prioridad a la Iglesia católica sobre el resto de las iglesias, y afirmó que el Papa «no es ningún embajador de Cristo en la tierra».

En un nuevo capítulo de los roces que mantiene Chávez desde hace una semana con las autoridades de la Iglesia católica, el mandatario instó a su canciller Nicolás Maduro, en un acto en un hotel capitalino, a que «revise con un equipo de expertos…el convenio que tiene el Estado venezolano con el Vaticano»

«Vamos a estudiar cual es el convenio… con el Estado Vaticano lo cual le da a la Iglesia católica aquí un privilegio sobre otras iglesias. Resulta que ésto es un estado seglar…», agregó el gobernante.

Chávez sostuvo que luego de la revisión del convenio «habrá que dirigirse al Estado del Vaticano» porque «la sangre llegó al río» ante el comunicado que emitieron a inicios de semana los obispos venezolanos en el que expresaron preocupación por el establecimiento en el país de un «Estado socialista» de corte cubano.

«Bájense de esa nube, cavernícolas», dijo Chávez dirigiéndose a los obispos a los que señaló de tratar de abrogarse el «papel de Estado que no les corresponde» por denunciar que son violatorias de la Constitución las leyes que ha impulsado recientemente el gobierno y la Asamblea Nacional para establecer en el país modelo socialista.

«Se debe exhortar a los obispos a que se quiten la sotana, detrás de la cual se esconden cobardemente para tratar de manipular a un pueblo que ya no les cree para nada y salgan a la batalla», acotó.

El gobernante aseguró que los obispos están aliados con los opositores, y advirtió que «nosotros lo vamos a barrer el 26 de septiembre» en las elecciones de diputados.

Chávez también se refirió al Papa afirmando que lo reconocía como «jefe de Estado», pero dijo que «no es ningún embajador de Cristo en la tierra como ellos dicen, por el amor de Dios. Qué cosa es ésa: ‘embajador de Cristo’. Cristo no necesita embajador, Cristo está en el pueblo y los que luchamos por la justicia y la liberación de los humildes».

El gobernante fustigó con dureza al cardenal Jorge Urosa Savino señalando que es «cien veces peor que aquél (el fallecido cardenal Ignacio Velasco). Este es de la extrema derecha fascista, del Opus Dei, y del opus no se qué, del opus seréis, es un oligarca».

Chávez acusó a Velasco, quien murió en el 2003, de apoyar el fallido golpe de abril del 2002.

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) expresó el pasado lunes en un comunicado preocupación por el «clima de violencia y corrupción que reina en muchas esferas de la vida del país», e indicó que «la polarización ideológico-política de diversos actores no contribuye a la creación de un ambiente favorable» de cara a los comicios legislativos.

Los obispos afirmaron que «el pueblo desea vivir en democracia, en estado de derecho, con participación real de todos, en un clima de justicia social y libertad. Así lo decidió en el referendo del 2 de diciembre de 2007. Por eso es absolutamente inaceptable la imposición de un ‘Estado socialista’ que se inspira en el régimen comunista cubano y se ha venido concretando a través de leyes y hechos que desconocen la voluntad popular y la Constitución».

Las tensiones entre el gobierno y las autoridades eclesiásticas se agitaron a raíz de una declaración que emitió a finales del mes pasado Urosa Savino en la que manifestó inquietud porque el país estaba avanzando hacia un «Estado socialista» de corte «marxista-comunista».

Desde que asumió su cargo en 1999, Chávez ha mantenido tirantes relaciones con las autoridades locales de la Iglesia católica a las que ha acusado darle la espalda a los pobres y ponerse del lado de la «oligarquía», a la que considera empeñada en derrocarlo.

La CEV ha emitido en los últimos años duros mensajes contra Chávez al que le ha exigido el respeto a los valores democráticos, el combate a la corrupción, y la liberación de algunos opositores que son considerados «presos políticos».

De acuerdo a las principales encuestadoras locales, la cúpula eclesiástica tiene una alta credibilidad en el país, donde más de la mitad de sus 28 millones de habitantes profesa la religión católica.

2010-07-14 23:19:31