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El pacto por la soberanía

diariodominicano.com

Por Santos Aquino Rubio

Santo Domingo, R. D., 14 marzo, 2023.- La mayoría de los políticos dominicanos, los grupos que defienden intereses foráneos y las llamadas fuerzas vivas, pocas veces unifican esfuerzos para defender los intereses nacionales y, menos aún, para proteger la soberanía del país donde nacen, viven, se alimentan y tienen todo a su alcance.


Esta vez no ha sido la excepción, el llamado hecho por el presidente Luis Abinader en su comparecencia ante la Asamblea Nacional en el 179 aniversario de la gesta libertaria y la posterior convocatoria para materializar la propuesta, no tuvo acogida total, porque algunos de esos grupos no mostraron interés en la causa patria.


Sin importar las rayadas calificaciones contra quienes tienen una visión clara del peligro que corremos los dominicanos y la seria amenaza de nuestros vecinos en toda la extensión de la palabra, de esos grupos disidentes, reiteramos que es necesario reforzar, fortalecer y apoyar sin intrigas partidarias y sin intereses espurios, este llamado sensato del gobernante, único valiente que se ha atrevido a hacerlo sin mirar los efectos políticos negativos que pueda acarrearle.


Es tiempo de que los políticos del patio dejen de andar como palomas sin rumbo solo en busca del alpiste y comiencen a trabajar en favor del país y de los ciudadanos que han elevado su imagen y seguido su propuesta partidaria o grupal, incluyendo a los dominicanos que encabezan ONG, cuya esencia es extranjerista.


Han sido poco exitosos los llamados del presiente Abinader y de otros gobernantes sensatos de la región, para que las grandes potencias den la cara al problema haitiano y la respuesta ha sido la indiferencia o la propuesta de campos de refugiados de este lado de la frontera con propósito fusionista.


No ha sido suficiente con la ocupación, supuestamente pacífica de gran parte del territorio, los miles de millones gastados por el Estado en parturientas y enfermos haitianos, amén de la arrabalización de gran parte de los espacios públicos.


El llamado está hecho y ahora depende de esos políticos y fuerzas sociales para que se convierta en realidad este compromiso de nación. Es tiempo de volver a ser verdaderos dominicanos sin lujuria social ni partidaria.