Mi Voz, Portada

Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan: Shakira y su polémico nuevo tema

Por Paula Cury Melo

En la República Dominicana—por no decir toda Latinoamérica—existe una costumbre, propia del conservadurismo tóxico que por años ha dictado el comportamiento social, de “poner lo malo debajo de la alfombra.”

Expresiones como “ay, pero que no se enteren” o “Mija, no digas eso delante de otros para que no te juzguen” son constantes. Si eres una persona que tiene tatuajes, piercings, pelo de color, o cualquier otro atributo que te haga resaltar como diferente ante el estatus quo elitista, religioso y conservador, sabrás como se siente que te digan “mejor quítate eso” o “tápate el tatuaje con las mangas” cada vez que vas a salir en público, especialmente cuando se trata de reunirse con “personas importantes.”

¿Será que esa costumbre está tan plasmada en nuestro inconsciente colectivo, que aun cuando pensamos que somos los más open mind, no nos damos cuenta?

El día de ayer, 11 de enero de 2023, la reina del pop latino Shakira—sí, aun después de todos estos años ha logrado mantener con dignidad, esfuerzo y trabajo su carrera—lanzó un tema musical junto al productor argentino cuyo nombre artístico es Bizarrap, a quien muchos consideran un prodigio por tener una carrera musical tan exitosa con tan solo 24 años de edad. Esta canción es la tercera de una trilogía de temas que claramente están dedicados a su expareja, el futbolista Gerard Piqué, luego de que ambos se separaran tras la presunta infidelidad de su exmarido con una joven 20 años más joven que Shakira llamada Clara Chía. (Créanme, para entender la magnitud de esta tiraera, como dicen los boricuas, estos datos son importantes al momento de escuchar la canción).

En este tema, titulado BZRP Sessions #53, Shakira hace múltiples alusiones a su propia historia con Piqué, la infidelidad de este con Clara, y su proceso de dolor, duelo, aceptación y superación. Es, sin duda, un himno para todas las mujeres que alguna vez han conocido el dolor detrás de un engaño en una relación amorosa. La frase estrella de la canción: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan” es un hito feminista, pues aquellos tiempos donde la mujer dependía emocional y económicamente de un hombre, ocupándose únicamente de los hijos y los deberes del hogar, han quedado obsoletos en el mundo occidental. Las críticas sexistas de que las mujeres son las que lloran, las que se victimizan, las “histéricas” e “hipersensibles”, han sido desenmascaradas por un discurso de empoderamiento femenino: las mujeres no somos víctimas, ni dependemos de nadie. Tenemos nuestro futuro en nuestras manos. Y en el caso de Shakira, luego de sentirse humillada ante la infidelidad pública de su exmarido, le está dando vuelta a la tortilla al tomar el control de la narrativa desde su música.

Otras frases emblemáticas de la canción incluyen: “Entendí que no es mi culpa que te critiquen, yo solo hago música, perdona que te sal—(pausa dramática)—pique”, y por supuesto, “Tiene nombre de persona buena, clara—mente, no es como suena.” ¿Es realmente necesario explicar estas líneas? Como dicen los tantos memes que rondan por el internet: “Con la silla, dale con la silla!”

La gran mayoría de las personas han reaccionado con emoción ante el hecho de que Shakira no tiene miedo a expresarse, a hablar de su vida privada en público en vez de esconderse, y especialmente, de lograr verter en su arte musical todas esas sensaciones que naturalmente forman parte de su proceso, luego de una ruptura dolorosa tras 12 años de relación con el padre de sus dos hijos.

Y hablando de hijos, he aquí la otra cara de la moneda: una gran parte de la gente ha reaccionado negativamente ante la canción. Sabemos que en un mundo con tantos habitantes, donde cada cabeza es indudablemente un mundo, es inevitable que algo o alguien le guste absolutamente a todos y todas—ni siquiera Dios. Es perfectamente normal que cada persona tenga su propia interpretación, opinión y gusto musical. Sin embargo, hay unos comentarios con los que me he topado en la virtualidad que no puedo dejar pasar sin opinar también sobre ellos, y son los siguientes:

“Qué dirán los hijos sobre esto?”, “Shakira no pensó en sus hijos”, “El psicólogo de los hijos de Shakira tendrá la vida resuelta”, y así sucesivamente.

A ver. (Respira, Paula, respira)

Primero que nada—Milan y Sasha, los hijos de Shakira y Piqué, tienen no a uno, sino a dos padres que son figuras públicas. Independientemente de lo que ocurra con sus padres, estos niños tienen que aprender a desarrollar una insensibilidad a las críticas durante toda su vida, pues así como escucharán elogios sobre ellos, escucharán también comentarios negativos—esto se debe, nuevamente, a que es imposible complacer a todo el mundo, y así como ambos tienen su gran fanaticada, tienen un gran grupo de personas que por cualquier razón, los desprecian. Es cierto que un acontecimiento tan importante como una separación o un divorcio, afecta emocionalmente a los descendientes de esa relación amorosa, porque esa separación implica no solo la pérdida de la unión de los padres, sino también la pérdida de ciertas costumbres, dinámicas familiares, y más. Definitivamente, esto suele ser un episodio traumático para muchos hijos de padres divorciados. El hecho de que todo eso acontezca bajo el escrutinio del ojo público, probablemente hace que el proceso sea todavía más difícil.

A pesar de esto, recordemos un hecho—Shakira antes que ser madre, es mujer, y es artista. Los artistas no sabemos expresarnos de otro modo que no sea a través de nuestro arte. Y en el caso de Shakira, la separación del padre de sus hijos no es un acontecimiento que vaya a tomarse a la ligera—sin duda, representará uno de los momentos claves y más retadores de su vida. Por lo tanto, es inevitable y perfectamente entendible, incluso esperado, que recurra a la música para transmitir sus emociones y sanar sus heridas.

Para los que dicen que Shakira debe pensar en sus hijos primero—uno, no, no es cierto, hasta en los aviones exigen que te coloques la mascarilla primero antes de ayudar a los niños o compañeros—y dos, en la canción con Bizarrap, ella nunca utiliza palabras denigrantes hacia él, ni menciona nombres de manera explícita. El hecho está ahí, Piqué le fue infiel. Si los niños no lo saben, se enterarán tarde o temprano, porque la prensa ya lo ha cubierto desde antes de Shakira lanzar cualquier tema. Lo que ella sí hace es plasmar sus sentimientos—incluyendo, por supuesto, la impotencia y la rabia. Y es que ella está en todo su derecho—antes que artista, incluso, es una persona, y es la única que tiene pleno conocimiento y conciencia de su propio proceso y emociones a raíz de ese episodio traumático. Además, si a señalar vamos, ¿Piqué pensó en sus hijos primero cuando decidió engañar a su esposa con una joven, incluso dentro de la casa que ambos compartían? Y no solo eso; ¿Acaso para querer a nuestros padres, necesitamos que sean perfectos? En Latinoamérica, donde las infidelidades son, lamentablemente, el pan de cada día, ¿Cuántos hijos e hijas hay de padres separados o juntos que tienen conciencia sobre el hecho de que uno de ellos fue infiel? Como humanos, no somos perfectos. Eso no nos hace menos merecedores de amor, especialmente cuando se trata de vínculos tan complejos como los que tenemos con nuestros familiares.

En conclusión, Shakira no dijo absolutamente nada que no se haya sabido antes. Simplemente decidió alzar su propia voz, e hizo lo que mejor sabe hacer, lo que la hace Shakira: ser artista.