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Unesco inscribe alfarería chilena de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca en Lista de Salvaguardia Urgente

diariodominicano.com

   SANTIAGO, 29 nov (Xinhua) -- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) inscribió hoy martes a la alfarería chilena de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca en la Lista de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Inmaterial.
   La agencia de las Naciones Unidas, con oficina en Santiago de Chile, informó en redes sociales la decisión realizada en el encuentro del Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que se celebra en Rabat, Marruecos.
   La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, Julieta Brodsky, aseveró en redes sociales que el anuncio de la Unesco es un "hermoso hito" para el país sudamericano.
   "Se reconoció recién como patrimonio cultural inmaterial a nivel mundial, la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, práctica cultural de mujeres de distintas generaciones que han resguardado y transmitido su saber por más de 200 años en la historia de Chile", indicó.
   La funcionaria chilena agregó que, junto con este reconocimiento, se expresa el compromiso irrestricto del Estado de Chile de implementar las acciones que sean necesarias para respaldar la labor de estas comunidades en pos de la salvaguardia de "este increíble patrimonio inmaterial".
   En marzo de 2021, el Gobierno chileno de entonces envío el expediente para postular a las alfareras de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca a la Lista de Salvaguardia Urgente de la Unesco.
   En esa ocasión, la alfarera Nayadet Núñez aseveró que esta tradición está en peligro de desaparecer por diversos factores.
   "Vemos el sacrificio de nuestras familias y a los más jóvenes desmotivados de continuar con esta tradición. Esta postulación abre una nueva luz de esperanza, buscando alianzas, unificando esfuerzos, preservando y protegiendo esta tradición", agregó.
   La alfarería de Quinchamalí y de Santa Cruz de Cuca, originaria de la región chilena de Ñuble, al sur de la capital, se transmite de forma intergeneracional y constituye una impronta identitaria muy profunda en esta zona, según información del Gobierno chileno.
   Asimismo, es un proceso manual y una artesanía heredera de una tradición indígena, con atributos hispánicos que se sincretizan en un repertorio de piezas de carácter ornamental y utilitario que recrean los elementos más significativos de la ruralidad e imaginario campesino.