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DOTEL MATOS: MAESTRO DE LA CRIMINOLOGÍA

POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

Héctor Dotel Matos es uno de los juristas dominicanos que más ha leído con plenitud con conciencia, lo cual le ha permitido ser un extraordinario ensayista.

En esta ocasión haré breves comentarios sobre su más reciente libro de criminología, que cubre desde lo que él define sabiamente como “unidad social mínima” hasta la “sociedad global.”

Manual básico de criminología

El libro titulado Manual básico de criminología, publicado en abril de este año, está dividido en 6 partes que son en sí un amplio arcoíris de conceptos que hacen parte intrínseca de esa ciencia social.

En dicha obra su autor, un maestro consumado del Derecho, analiza de manera cabal cada arista del conjunto de elementos que han llevado a través de los siglos a millones de individuos a colocarse en el socavón de la ilicitud.

La criminología, como una ciencia aplicada a temas específicos de las sociedades humanas, estudia la amplia gama de crímenes y delitos, el carácter y la personalidad de aquellos que se mueven al margen de las leyes penales, y también traza las pautas para reprimirlos de acuerdo con el tinglado legal establecido.

Como se ve, dominar dicha ciencia no es tan fácil como si se tratara, por ejemplo, de masticar un buñuelo empapado en miel.

Manual básico de criminología es una obra madura que convierte al profesor Dotel Matos en un referente para entender las coordenadas que llevan al conocimiento de las causas, los efectos y las trágicas consecuencias de la delincuencia.

Cada párrafo de esa obra contiene no sólo agudas reflexiones, sino un vocabulario de literatura jurídica del más alto nivel. Es el fruto sazonado de un jurista excepcional que lleva cincuenta años enseñando criminología dentro y fuera de las aulas.

Su brillantez al tratar temas difíciles es seductora, a pesar de que al ejercer como doctrinario jurídico él aparca las musas que rodean el estro y el numen de su condición de poeta y penetra con potencia dialéctica en las interioridades del Derecho.

La exégesis que hace el talentoso sanjuanero Héctor Dotel Matos sobre  la vasta producción ensayística del criminólogo y juez argentino Eugenio Raúl Zaffaroni permite afirmar que la obra comentada es una pieza mayor de la doctrina jurídica dominicana.

 El aporte sustantivo que hace Dotel Matos a la criminología trasciende el escenario dominicano, puesto que usa herramientas modernas para escudriñar en todas las vertientes que confluyen en esa ciencia.

 Sus opiniones distan mucho de aquel concepto de reciprocidad que en la mitología griega se le atribuía a Radamanto, “creador” del severísimo código de leyes de la isla de Creta. En la fábula oral de los griegos fue hace cinco mil años uno de los tres jueces del infierno. A él se le atribuía como especialidad juzgar a las almas de los orientales.

A ese Radamanto se le atribuía decir como consigna de justicia que: “Si el hombre sufriera lo que hizo, habría verdadera justicia.” Era en sí lo del “ojo por ojo y diente por diente.” Se afincaba en gran medida en lo narrado en el libro bíblico del Antiguo Testamento conocido como Éxodo. El sabio Aristóteles fue de los primeros en rechazar tal pensamiento.

Tal vez por ello mucho tiempo después el poeta romano Virgilio, en el VI libro de su imperecedera obra Eneida, ubicó a Radamanto como el juez de las sombras.

Al abordar la criminología preventiva el profesor Dotel Matos, contrario a aquella visión fuera de lógica del mencionado magistrado mitológico, la define como “la rama de la criminología aplicada que tiene por objeto la determinación de los medios más eficaces para asegurar la prevención del crimen…”(P.495)

Con el arsenal de sus conocimientos ahonda, en la obra comentada, en el avance que en los últimos cien años ha tenido esa ciencia interdisciplinaria.

Cuando penetra el escalpelo de su investigación en las teorías criminológicas, y desmenuza las escuelas clásica y positiva, ese ilustre  doctrinario dominicano se coloca parejo con el jurista italiano Nicolas Framarino Dei Malatesta, quien arroja mucha luz en su obra de dos volúmenes titulada Lógica de las Pruebas en Materia Criminal. 

En la que tal vez sea la primera obra dominicana sobre criminología, publicada en el 1940, el gran escritor y agudo jurista petromacorisano Freddy Prestol Castillo sostenía, afincado en la creencia de aquel tiempo, que “…lo típico es que el matonismo criollo acendra principalmente en el mestizo de nuestro campo…Hay una suerte de pacifismo connatural en el hombre de la costa…” (Distribución geográfica del Crimen.Pp.32 y 38.)

Dotel Matos demuestra que la amplia gama delincuencial que azota al país rompe aquella vieja y limitada visión.

En la quinta parte de Manual básico de criminología el Dr. Dotel Matos hace una exégesis amplia de esa ciencia, y su vinculación con aspectos particulares de la medicina. Reseña, además, opiniones de especialistas sobre la relación de enfermedades mentales con la conducta de ciertos tipos de criminales.

Sus reflexiones en ese sentido pueden empalmarse con la clásica obra titulada Aquellos enfermos que nos gobernaron, autoría del periodista e historiador Pierre Accoce-Capar y el científico de la medicina Pierre Rentchnick, quienes analizaron el accionar criminal de personajes como Hitler, partiendo de su histeria; Mussolini y su neurosífilis, Stalin y sus dolores en el cráneo, etc.

Se puede afirmar, sin salir del carril de la verdad, que las historias relatadas en la novela titulada Los renglones torcidos de Dios, del escritor Torcuato Luca de Tena Brunet, quedan reflejadas en esta obra doteliana.

En las tragedias de Sófocles los crímenes de sangre fueron vinculados sólo con cuestiones antropológicas. Sin embargo, en la más reciente obra del eminente doctrinario dominicano Héctor Dotel Matos se comprueba que la criminología cubre una constelación de estudios en pleno desarrollo.

Teófilo Lappot

teofilolappot@hotmail.com