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Casa Abierta apoya decisión MIP limita hasta las 12:00 de la medianoche, el horario para el expendio de bebidas alcohólicas en la provincia Santo Domingo

Juan Radhamés De la Rosa Hidalgo

El Ministerio de Interior y Policía – MIP, ha decidido limitar hasta las 12:00 de la medianoche, el horario para el expendio de bebidas alcohólicas en la provincia Santo Domingo. Desde Casa Abierta apoyamos decididamente esta resolución del MIP.

Sin embargo, esta medida ha generado opiniones diversas y airadas protestas de propietarios de negocios que viven de la venta de esta droga llamada alcohol. Argumentan los afectados que esta medida les va llevar a la quiebra, por lo que dicen sentir  preocupación por los empleos que afirman  van a perderse. Sin embargo, resulta extraño  que no se interesen en rebatir los contundentes argumentos que motivan la decisión.

Dice el MIP, que se persigue “frenar la delincuencia”. Señala la resolución MIP 0072, que “la venta de alcohol en lugares y horarios inadecuados aumenta la posibilidad de situaciones que ponen en peligro la salud y la vida”.

Cuando en nuestra sociedad se habla de drogas dejamos de lado el alcohol, a pesar de que es la droga más consumida, y por lo tanto la que mayores consecuencias negativas genera. El consumo de alcohol, además, está presente en altos porcentajes en los usos de las demás drogas.

La disponibilidad de la sustancia es uno de los factores asociados a su consumo, por lo que establecer límites forma parte de la responsabilidad de las autoridades.

Pero, se debe ir más allá de los horarios. Es necesario que estos negocios se ajusten a la ley, pues la venta y consumo de alcohol se realiza sin restricciones algunas. Por muy poco tiempo se aplicó la normativa que ordena el consumo de sustancias en lugares cerrados y con debido control del nivel de ruidos que estos negocios generan.

Hoy, la música estruendosa, en altas horas de la noche, los heridos y muertos en las frecuentes riñas: peleas a botellazos, con armas blancas y de fuego, las aceras y vías públicas colapsadas…, generan un estado de intranquilidad inaceptable para los vecinos de comunidades en las que la ley no se aplica. Estos negocios, que funcionan sin ningún control, deben cumplir las normas vigentes,  y las autoridades tienen el deber de aplicar estas normas.

La medida del MIP, por supuesto es impopular entre dueños de negocios que se dedican al expendio de esta droga.  Parece que entienden que el ser legal les otorga el derecho a quienes consumen, y a los que viven de estos negocios, para agredir a toda la sociedad. La accesibilidad de esa droga llamada alcohol es casi total, sin importar la población, la hora, el lugar.

Nuestros niños, niñas, y adolescentes crecen aprendiendo a ver el uso de alcohol como algo normal,  debido, en parte a la pobre regulación, pero también a una cultura consumista que la propia sociedad inculca desde temprana edad. Por muchos años hemos reclamado a las autoridades, y a la sociedad en general, prestar mayor atención a esta droga llamada alcohol. He aquí una tarea que todos debemos asumir, pues no es solo asunto de las autoridades.

Señor ministro Jesús Vásquez, la tranquilidad ciudadana es el principal mandato de su misión.   Señor director general de la Policía Nacional, mayor general Eduardo Alberto Then, solo haga cumplir la ley. Estos negocios que funcionan sin ningún control deben ceñirse a las normas. Las personas necesitan vivir y descansar sin el frecuente estrés psicosocial que estos negocios están generando. El interés general tiene primacía sobre intereses particulares.

Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo.

Psicólogo.

Director ejecutivo Casa Abierta.

14 de Noviembre 2022

Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo

juanraddames@gmail.com