Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, el 13 de noviembre de 1844, el general Pedro Santana fue juramentado Presidente de la República Dominicana. Había sido el principal jefe militar en la lucha contra las invasiones de Haití.
Tras el acto designó su Consejo de Ministros. Como gobernadores nombró a militares que se distinguieron en la lucha contra las invasiones haitianas.
La primera administración del Presidente Santana fue muy difícil y se vio agravada por la invasión haitiana de 1845. Su régimen fue incapaz de dar solución a los problemas económicos de la República Dominicana, por lo que perdió apoyo en la población.
Autoritario y represivo
En su primer Gobierno, persiguió a los trinitarios que siguieron las ideas del patricio Juan Pablo Duarte. El 27 de febrero de 1845, primer aniversario de la fundación de la República, fusiló a María Trinidad Sánchez y a un grupo de trinitarios acusados de conspirar para derrocar su Gobierno. En 1847, ordenó el fusilamiento de los hermanos Gabino y José Joaquín Puello.
También enfrentó a la Iglesia Católica, que se opuso a la ley que promulgó el 7 de junio de 1845, en virtud de la cual ratificó la política haitiana iniciada en 1824, durante el Gobierno de la Ocupación, para dejar sin efecto para siempre los censos, capellanías, capitales y rentas eclesiásticas que afectaban los bienes rurales situados en la antigua parte española, desde 1844, dejando los bienes y propiedades exentos de todo gravamen o hipoteca.
De esa manera, la Iglesia Católica no lograría recuperar sus propiedades antiguas, ni tampoco podía cobrar los intereses que ella creía acumulados por las hipotecas, censos y capellanías que fueron eliminados por el Gobierno de Haití, en el año 1824.
El Presidente Pedro Santana también afrontó dificultades militares cuando los habitantes de la sección Santa María de San Cristóbal, se negaron a formar parte del Ejército del Sur que debía trasladarse a la frontera para defender la soberanía contra las agresiones del Ejército de Haití.
Un militar
Santana se había destacado por sus cualidades de estratega y por su arrojo, en la lucha por la consolidación de la Independencia Nacional, proclamada el 27 de febrero de 1844.
Nació en la comunidad fronteriza de Hincha, el 29 de junio de 1801, hijo de Pedro Santana y Petronila Familia. Ese espacio de la frontera fue del territorio dominicano. Hoy es parte de la República Haití.
Su padre fue un militar del Ejército Español de la Reconquista y cuando la Batalla de Palo Hincado era Capitán.
Santana contrajo matrimonio en dos oportunidades: el primero con Micaela Antonia Rivera, una viuda rica de El Seibo y luego con Ana Zorrilla. Su primer matrimonio lo convirtió en un hombre de influencia en el Este.
En su niñez vivió en el Cibao. En 1843, se enroló en el movimiento de Los trinitarios, que lideraba Juan Pablo Duarte, porque su hermano Ramón Santana declinó la posición que le ofreció el patricio. Ramón Santana, le recomendó a su hermano.
Duarte conoció a los hermanos Santana en un recorrido por el Este en busca de apoyo para crear la República Dominicana.
Santana también está entre los firmantes del manifiesto dado a conocer el 16 de enero de 1844.
En todas las batallas que comandó contra los haitianos invasores del territorio nacional, el Ejército dominicano salió victorioso.
No creía en las ideas liberales
Santana fue un hombre autoritario que no creía en las ideas liberales que enarbolaron los trinitarios liderados por Juan Pablo Duarte que seguían su pensamiento. Eso explica por qué la primera Constitución de la República Dominicana estableció poderes extraordinarios al Presidente de la República.
Cuando leyó con sus asesores el primer proyecto de la Constitución de la República, se negó a aceptar ser elegido Presidente con una Carta Magna, como la presentada. Consideraba que el poder político de la República Dominicana tiene que ser militar y no civil, porque el estado de guerra con Haití, lo demandaba.
Versiones dan cuenta de qué al ver la reacción de rechazo de Santana, el Congreso Constituyente de San Cristóbal, se mostró reticente a aceptar las exigencias del jefe militar y político.
La situación originó un conflicto entre la Asamblea Constituyente y la Junta Central Gubernativa, el cual quedó solucionado cuando por iniciativa de Tomás Bobadilla y Briones, se agregó a la Constitución de San Cristóbal, del 6 de noviembre de 1844, el artículo 210, que dispone: “Durante la guerra actual y mientras no esté firmada la paz, el Presidente de la República puede libremente organizar el Ejército y armada, movilizar las guardias de la Nación; pudiendo, en consecuencia, dar todas las órdenes, providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a responsabilidad alguna”.
De esa manera, el país quedó con una Constitución que consagraba la dictadura política e invalidaba las disposiciones democráticas establecidas en la primera Carta Magna, votada el 6 de noviembre de 1844.
Al lograr la Constitución que deseaba, el general Santana aceptó ser escogido Presidente de la República, por dos períodos consecutivos de 4 años. Fue juramentado el 13 de noviembre de 1844.
Otras dificultades
Afrontó dificultades cuando los habitantes de la sección Santa María de San Cristóbal, se negaron a formar parte del Ejército del Sur que debía marchar a la frontera para defender la soberanía contra los haitianos.
La rebelión de Santa María, la encabezaron negros de origen haitiano y el Gobierno la reprimió de manera enérgica.
