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Abel y la sangría del PLD (¿)

SONDEO:

Por LUIS ENCARNACION PIMENTEL

Cual sea la decisión política final del exsenador Julio César Valentín y acompañantes, la sola renuncia en este momento, es otra señal clara de que la escogencia de Abel Martínez como candidato del PLD no frenaría el desmoronamiento de la organización y el traslado masivo de dirigentes y militantes morados, principalmente hacia el proyecto presidencial del doctor Leonel Fernández. Quiérase o no, en esto funciona el golpe de efecto y habla la realidad. Lo de la cara fresca del alcalde de Santiago y de que se podría ver como una “renovación” es una utopía, pues se advierte que cae en brazos del “danilato” y que le sería muy difícil zafarse de una cúpula partidaria desacreditada y muy cuestionada por hechas y hechos de carácter ético-moral que le costaron el poder (¿).

La misma selección de Francisco Javier García como jefe de campaña – que siempre lo ha sido y pareciera que  para él no aplica la tesis prestada de la llamada “psicología de la fatiga” – resulta  una trampa para el éxito y eventual crecimiento de Abel, pues además de llevarle al público la idea de que sería “más de lo mismo”, también  comprueba que el hombre repite los  mismos argumentos y estilo usados para vender a Gonzalo Castillo, el llamado “penco” invento de Danilo, que el entonces coordinador definió como “un fenómeno político”. Ahora a Abel lo define igual, y le agrega que es el que tiene “mayor cantidad de potencialidad para desarrollar propuestas”, y al preguntarle ¿si por encima de Leonel Fernández?, respondió que:” por encima de todo el mundo”.

 Se entiende quiso decir de Leonel y de Luis, pues es gran realidad, no sofisma, que en estas dos últimas figuras políticas del país están – y deberán estarlo- cifrados el mayor peso específico, la polarización y las posibilidades de éxito en el venidero proceso. El PLD, con quien sea, no es opción, no tiene posibilidad. ¿Cómo se rompería el cuasi empate Luis-Leonel?  Al primero, le puede ayudar el estar en el poder, pero afectarle que le atribuyan un” perdón” al equipo anterior, y el que la inflación y la delincuencia no cedan con los esfuerzos que hace el gobierno. El segundo, podría capitalizar un casi seguro desgaste y disgusto por estos temas, así como el desmoronamiento evidente del PLD. Esto último, siempre y cuando se nutra y siga creciendo con gente que llegue de la base y de otros sectores sociales, pero sin el mínimo asomo de un “entendimiento” con sus principales verdugos de la cúpula que le llevaron a salir de la organización, y muchos de los cuales tienen cuentas pendientes con la justicia. 

  Y al candidato Abel, pacte o no en el trayecto, le quedaría hacer camino y consolidar un liderazgo con miras a un futuro más allá del 2024. Activo con el tema migratorio, muy bien, pero no puede ser monotemático. No maneja los grandes temas, como el económico, ni hay profundidad en el discurso.  Mientras, a la FP y al propio PRM-gobierno que afinen la puntería y miren bien a la hora de contemplar alianzas, porque hay “juntas” y sumas que restan (¿). Ya sea por un: “dime con quien andas” …O porque ruede la palabra empeñada (¿). UNA EXCUSA: a Carlos Cepeda, presidente provincial del PLD -HM-, al no ser quien renunció al partido, como dije, sino Omar Rafael Vásquez Portorreal, con copia a él y que, por memorizar y no releer carta al escribir, deslicé un error imperdonable a mis años de oficio.

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