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Desembarco de militares de Estados Unidos provoca inquietud en la Capital

Por Héctor Tineo Nolasco

Diariodominicano.com

El 10 de noviembre de 1916, aunque el Gobierno de Estados Unidos no había declarado la intervención militar contra la República Dominicana, la ocupación militar era un hecho en desarrollo.

SANTO DOMINGO, el 10 de noviembre de 1916, se vivió un ambiente de inquietud en ciudad Santo Domingo y las otras localidades de República Dominicana, por el aumento del número de militares de Estados Unidos en el territorio nacional.

    El 10 de noviembre de 1916, aunque el Gobierno de Estados Unidos no había declarado la intervención militar contra la República Dominicana, prácticamente la ocupación militar era un hecho en desarrollo.

     En San Pedro de Macorís, y zonas del Cibao se produjeron nuevas manifestaciones de protesta.

      El hecho más grave se había producido el 3 de julio de 1916, cuando un grupo de dominicanos se enfrentaron a tropas de Estados Unidos, que extendían la ocupación militar a la Línea Noroeste.

    El combate se produjo en la Barranquita, cerca del municipio de Esperanza.

    Los dominicanos que se enfrentaron a los militares estadounidenses eran  comandados por el general  Carlos Daniel Grullón.

    En el enfrentamiento, que permitió detener el avance de los invasores, murieron  varios dominicanos, entre los que se encontraban Máximo Cabral Reyes, Francisco Peña, Carlos Gutiérrez  Jiménez, Magdaleno Zapata y Agustín Cabral hijo.

   Los militares estadounidenses comandados por el Almirante John H. Pendleton, habían desembarcado por  Montecristi.

    La batalla de la Barranquita simboliza el heroísmo de los dominicanos en la lucha contra la intervención militar de Estados Unidos, en 1916.

     Estados Unidos declaró de manera oficial la ocupación  militar contra la República Dominicana el día 29 de noviembre de 1916, cuando el capitán William Knapp publicó su proclama.

    En la ocasión proclamó  que la República Dominicana queda “en un Estado de ocupación militar” por las fuerzas bajo su mando.