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“La importancia de laISO 37001: Sistema de Gestión Antisoborno, para los organismos públicos y privados en República Dominicana”

Por Carlos Flores Roca – CEO CONCEPTA RD / Experto Internacional INDOCAL

En el marco del decreto 36-21  el cual insta al desarrollo del Programa de Cumplimiento Regulatorio en la Contrataciones Públicas bajo estándares internacionales ISO de gestión de cumplimiento y antisoborno en las Unidades de Compras de cada ente y órgano del gobierno, para garantizar y promover el cumplimiento normativo bajo un esquema de gestión de riesgos de incumplimiento legal y prevención de irregularidades administrativas en la gestión pública desde la promoción de la integridad y la transparencia, es una evidencia clara del gobierno por luchar contra un mal que aqueja a muchos países del mundo, entre ellos República Dominicana

Uno de los sistemas de gestión que permitirán el cumplimiento del decreto 36-21 es la ISO 37001, el Sistema de Gestión Antisoborno es un estándar internacional que provee requisitos y lineamientos para establecer, implementar y mantener buenas prácticas internacionales que contribuyen a la prevención, detección y abordaje del soborno; el cual es aplicable a organismos públicos y privados.

Es una herramienta flexible y está diseñada para ayudar a reducir el riesgo de soborno y acompañar a las partes interesadas en el uso de actividades o controles para el tratamiento de los riesgos y el fomento de una cultura antisoborno.

El soborno es uno de los riesgos más comunes que se pueden identificar en las organizaciones, utilizado bajo el supuesto que mediante ese método se conseguirán negocios de manera más rápida, “segura” y sin realizar mucho esfuerzo. Es importante resaltar que esta práctica puede ser llevada a cabo por socios o colaboradores tanto de manera directa como indirecta.

El soborno y la corrupción distorsionan las inversiones, afectan al estado, la libre competencia; haciendo que se pierda el bienestar de los grupos de interés, además de elevar costos y ser una barrera de entrada para nuevas empresas o mercados.

La corrupción es el cáncer de la sociedad, es uno de los más destructivos y complejos problemas de nuestros tiempos y aún a pesar de los esfuerzos para combatirlo, continúa extendiéndose en diversas áreas de los negocios.

De acuerdo con una estimación del Banco Mundial, más de 1000 millones de dólares se pagan en sobornos cada año, provocando altos impactos económicos y sociales, tales como desgastar la estabilidad política de los países, aumentando el costo de los negocios, y contribuyendo a aumentar la pobreza. “La corrupción está presente en todos los países: ricos y pobres, del norte y del sur, desarrollados y en vía de desarrollo»

UNODC La corrupción impide el desarrollo económico, ahoga el espíritu empresarial y frena la inversión, destacó hoy el Secretario General de las Naciones Unidas.

A nivel global es una barrera significativa para el comercio internacional, mientras que dentro de una organización tiene un alto impacto negativo en la moral de los empleados. Es por ello, que a nivel internacional se han destinado esfuerzos que buscan establecer en el ADN de la sociedad la erradicación de estas prácticas que al materializarse podrían llevar a las organizaciones a incurrir en sanciones como el pago de multas, cancelación de licencias e incluso la extinción de la persona jurídica.  

Para la implementación de la norma se requiere que la organización tome en cuenta la creación de una “cultura de integridad, transparencia y cumplimiento”, seguido de la adopción de una Política Antisoborno, el liderazgo de la Alta Dirección, la designación de una persona que asegure el cumplimiento del modelo establecido, la formación del personal, la evaluación del riesgo de soborno, la realización de procesos de diligencia debida, controles financieros y comerciales, procedimientos de información e investigación y mejora continua.

Al implementar la ISO 37001 la organización contribuye de forma proactiva a la lucha contra el soborno, en ese sentido, reduce el riesgo de soborno, fomenta la credibilidad y reconocimiento, se constituye en una herramienta de defensa frente a tribunales en caso de investigación en la cual la organización podría evidenciar las medidas adoptadas para prevenir conductas indebidas y otorga confianza a sus clientes y proveedores.